Redacción Canal Abierto | Las trabajadoras y trabajadores de la Obra Social para la Actividad Docente (OSPLAD) vienen sufriendo un fuerte deterioro de sus salarios y, en estos días se agregó el pago desdoblado de los mismos. El 4 de marzo terminaron de cobrar el salario correspondiente a enero y no hay certezas de cuándo cobrarán el de febrero. Reconocen un problema generalizado en el esquema de funcionamiento de las obras sociales.
Lo que resulta aún más indignante en esta situación es cómo una obra social, cuya patronal está compuesta por sindicatos –en este caso CTERA, AMET y SAEOEP– realiza una gestión y un desmanejo de fondos que afecta de esta manera a sus trabajadores.
Su presidente es Daniel Roberto Perata por la UTE-CTERA; como secretaria de Actas, María Mora Pared; y los vocales son Guillermo Marconi, Edgardo Emilio Bessone, Luis Isaac Branchi y Juan Carlos Valdés. De esta lista, cuatro integrantes pertenecen a la CTERA.
Si bien esta entidad que agrupa a los principales sindicatos docentes del país tiene como titular a la dirigente santafesina Sonia Alesso, quien realmente controla los hilos de CTERA es el diputado nacional y secretario General de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky.
Tras la audiencia realizada el pasado miércoles 4 en el Ministerio de Trabajo, OSPLAD informó a su planta de empleados que el sueldo de febrero no se cobrará en tiempo y forma. Por este motivo, hoy retoman las medidas de fuerza con un paro actividades por 48 horas y retención de tareas.
“La obra social realizó un corte entre sus trabajadores: los que cobraban menos de $30.000 cobrarían el sueldo completo, y los que percibimos más de esa cifra, no. Los motivos que aducen es que no entra plata suficiente a la obra social para el pago de los sueldos. Cuando comenzó el conflicto, tuvimos una audiencia en el Ministerio donde OSPLAD manifestó tener esa plata, pero que tenía compromisos tomados con vencimientos a fin de mes que no podía eludir. Entonces eligió pagar esas deudas y no los sueldos”, cuenta Mariela Lo Castro, técnica en Hemoterapia del Policlínico del Docente.
OSPLAD tiene más de 1.500 trabajadores en todo el país y atiende a docentes de todas las provincias. En el caso del policlínico, las prestaciones son las que hay en un gran centro médico, que incluyen internaciones, estudios, transfusiones, servicio de oncología, entre otras.
“Esta crisis tiene más de 20 años, pero comenzó a agudizarse en el 2015. En 2017 tuvimos un aumento muy pobre. Al año siguiente el incremento fue sólo del 15%, en negro y con una inflación que superó el 50%. El año pasado también tuvimos aumentos en negro así que la mitad de nuestro sueldo es en esta condición y no repercute en ningún ítem. Está pseudo congelado hace dos años”, cuenta Bruno Barzini, trabajador del Policlínico del Docente en el servicio de diagnóstico por imágenes hace 13 años.
En resumen, durante cinco años, el salario de los y las trabajadoras de OSPLAD ha perdido el 50% de poder adquisitivo. “Se agrava aún más en este 2020 donde el 60% de los trabajadores lo empezamos cobrando menos de la mitad del sueldo”, agrega Barzini.
Por otra parte, según informan desde el SITOSPLAD (Sindicato de Trabajadores de OSPLAD), la Superintendencia de Servicios de Salud le estaría debiendo alrededor de $300 millones a la obra social. Además, se suma la deuda que los gobiernos provinciales tienen en concepto de aportes como patrones de docentes, que asciende a $400 millones.
“Hay que poner en discusión qué pasa con el fondo de las obras sociales, no sólo para que ese dinero ingrese a ellas, sino para que se evalúe cuál es el destino de esos fondos. También consideramos que han profundizado un modelo de tercerización de servicios en detrimento de la calidad de atención que le tienen que brindar a los afiliados y afiliadas de la obra social, que en el caso de OSPLAD son 170.000 beneficiarios en todo el país”, sostiene Hebe Nelli, secretaria general adjunta del SITOSPLAD, nucleada en la CTA Autónoma conducida por Ricardo Peidro.
Y finalizó: “Para nosotros es importante abordar esa cuestión. Nosotros no trabajamos en cuotas, queremos nuestro salario pagado de manera completa”.