Redacción Canal Abierto | Vecinas y vecinos autoconvocados de Parque Chacabuco se encuentran preocupados por los emprendimientos inmobiliarios ilegales que se emplazan en el barrio. Pretenden construir el mega proyecto Alto Grande Asamblea de 22 pisos y otra torre de 12 pisos, ambos en una misma cuadra.
“Las obras de uno de estos proyectos ya empezaron y el otro ya está vendiendo los departamentos al pozo. Esta es una zona de casas bajas, con lo cual veríamos afectada la infraestructura de los servicios como la presión de agua y el suministro de energía eléctrica, que ya de por sí es deficiente porque son muchos años sin ningún tipo de inversión”, explicó Jonatan Gross, vecino del lugar a Canal Abierto.
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Actualmente, los autoconvocados están articulando acciones con el Consejo Consultivo de la comuna 7 en la Comisión de Cultura y Patrimonio. También enviaron un mail a los legisladores porteños para ponerlos en autos, y están interiorizándose en las cuestiones legales porque según plano abierto de la Ciudad, la altura máxima de construcción es de 11.20 metros (dos pisos y una planta baja), y los edificios que se están emplazando tienen 12 y 22 pisos. Son 270 departamentos.
Pero la preservación del paisaje urbano identitario y un ambiente sano parecen no importar a la hora de hacer negocios. Los habitantes de Parque Chacabuco comentaron que también están averiguando si en realidad se hizo o no la evaluación de impacto ambiental necesaria para una obra de esta envergadura.
En cuanto a medidas, iniciaron una campaña de visibilización en redes sociales y publicaron una solicitada para juntar firmas y frenar estos emprendimientos, al igual que el Colectivo No a las Torres en el Parque Las Islas en La Paternal, un espacio verde que se intenta privatizar para construir edificios altos.
“Esto lo vemos como una violación de los derechos colectivos de tercera generación, del derecho a la ciudad y a nuestra calidad de vida en la ciudad que elegimos vivir. Esta política afecta a distintos barrios. Estamos al tanto de lo que sucede en Costa Salguero, del emprendimiento de la construcción del estadio de San Lorenzo en Boedo, y en todos esos casos los vecinos también se han organizado y están llevando adelante medidas colectivas para intentar frenar esos proyectos. Todos ellos responden a una lógica de extractivismo urbano”, finalizó Gross.