Canal Abierto Radio | La filósofa y analista internacional Isabel Rauber habló sobre la producción de las vacunas contra el Covid-19 en Cuba y las negociaciones que hace Argentina para obtenerlas: “Lo más importante es la colaboración en materia científica” expresó.
No solo Argentina sino muchos países están trabajando para obtener vacunas dentro de sus posibilidades económicas y en el marco de acuerdos políticos. Rauber lamentó estar en “un mundo donde los países desarrollados resuelven sus peleas y a nosotros nos toca el resto” y donde acaparan los recursos en la lucha contra la pandemia.
Cuba tiene cuatro candidatas vacunales efectivas en distintas fases de prueba: “Está la Soberana 01, la Soberana 02, la Abdala y Mambisa, que tiene la peculiaridad de que es un aerosol nasal”. De todas estas, es la Soberana 02 la que está en fase tres con buenos resultados, y la que comenzará a aplicarse a la población cubana a partir de mayo. Al mismo tiempo, como quinta candidata vacunal existe la Soberana Plus, una tercera dosis de la Soberana 02, que se aplicaría a convalecientes de COVID-19 y que “inmuniza contra todas las variedades de virus posible”, es decir, un refuerzo contra otros virus.
“De las 11 vacunas que Cuba aplica, 8 son de producción local. Tiene grandes avances en materia de vacunas, la Antimeningocócica, contra la Hepatitis B entre otras”
En ese marco, la filósofa celebró las reuniones entre el canciller Felipe Solá y el embajador cubano en Argentina Pablo Pérez Prada, y las conversaciones entre el Presidente Alberto Fernández y su par Miguel Díaz Canel donde además de las compras de vacunas cubanas, el gobierno argentino ofrece colaboraciones directas en materia científica a través del Conicet.
Agradezco al canciller @felipe_sola por su generosa acogida. #Cuba y #ArgentinaUnida trabajamos aliados por un mundo mejor, más sano, sin desigualdades injustas y más solidario#NuestrAmericaUnida https://t.co/4NESYYWXOA
— Pedro Pablo Prada 🇨🇺 (@pedropprada) April 28, 2021
En Cuba, “la producción de las vacunas es un esfuerzo gigantesco, de recursos, un empeño del Estado y cuando uno dice eso es un sacrificio de todo el pueblo. Es un país bloqueado con recursos limitados, y el empeño de la vacuna implica quitar empeño en otras cosas. La salud es una determinación política de la sociedad cubana”.
En materia de investigación y producción, la Isla avanza a pasos agigantados, pero a partir de allí tiene “el problema de los envases, de las jeringuillas para inyectar y de la refrigeración”. Esto no quita los esfuerzos de la población y la capacidad del sistema sanitario cubano que trabaja de manera comunitaria.
“Ya está todo el mapeo: están organizados en el médico de la familia, que son casitas de médicos cada 120 familias, y depende de la densidad están uno más cerca que el otro. Deben tener un refrigerador, pero para guardar más vacunas está la casa del médico la farmacia del barrio y también se han movilizado los vecinos, los vecinos van a vaciar la parte de la heladera para tener las vacunas ahí. Siempre es todo el pueblo todo movilizado, y en un corto tiempo van a lograr vacunar a la población completa”