Canal Abierto Radio | La segunda vuelta electoral en Perú fue “una final de infarto”, en palabras del periodista Luis Lozada Gallardo de Radio Cultivalú. Desde el final de la votación, tanto Pedro Castillo del partido de izquierda Perú Libre, como Keiko Fujimori de Fuerza Popular, han liderado y retrocedido en la contienda, hasta la tendencia definitiva en favor del profesor Castillo en las últimas horas.
Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori, quien está actualmente preso por delitos de lesa humanidad, “es jefa de una organización criminal, y la fiscalía no la está investigando, ya la está denunciando tras dos años de investigación, y ha pedido 30 años de cárcel para ella y para 24 de sus secuaces”, comentó el periodista peruano. A esta candidata la apoyaron fuerzas militares, los medios de comunicación monopólicos, el empresariado y las iglesias conservadoras, tanto evangélicas como católicas.
“Ha sido una campaña de trituración: su rival es un profesor agricultor y rondero que se llama Pedro Castillo Terrones. La desigualdad ha sido impresionante pero lo más sorprendente es cómo la jefa de una organización criminal está siendo apoyada por partidos de derecha, y cuando se les pregunta ‘pero si es una mafia’ te dicen, que sí, pero Pedro Castillo ha planteado un cambio del modelo económico y por tanto ha pasado a ser ‘senderista, terrorista, castrista, chavista, la última espada de la revolución marxista leninista”, explicó Lozada Gallardo.
La campaña del fujimorismo se basó en desprestigiar a Perú Libre, e intentar vincularlo a Sendero Luminoso. En los 80, esta organización junto al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) mantenían una lucha armada contra el Estado peruano, dejando miles de muertos y desaparecidos, según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. En 1990, Alberto Fujimori llegó a la presidencia y dos años después cerró el Congreso (lo que se conoció como “fujimorazo”) y gobernó autoritariamente junto a los militares, y se jactó como logro propio el terminar con SL. En el 2000 escapó a Japón tras las denuncias por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Actualmente el padre de Keiko cumple una condena de 25 años.
Por otro lado, la crisis política y de representatividad sobrevuela Perú hace varios años. La legislatura tiene las facultades para crear sus propios mecanismos para mantener el poder y deponer a los presidentes votados por el pueblo, como el caso de Pedro Pablo Kuczynski (quien renunció antes de una votación de destitución en el Congreso) y de Martín Vizcarra.
“La derecha también busca vincular a Castillo a uno de sus socios, Vladimir Cerrón, que estuvo detenido durante la campaña. Aun así, la diferencia a favor de Castillo es irreversible puesto que faltan los votos rurales. Si llegara a perder, puede haber manifestaciones violentas contra los resultados, sobre todo en el sur del Perú donde Castillo se ha vuelto el símbolo de la protesta, del ‘basta ya’, de la indignación”, dijo el periodista.
Y agregó: “A Castillo le van a hacer un golpe de Estado, o directamente no le van a dejar gobernar, porque tiene un Parlamento adverso, unos militares y policías que no lo ven con agrado, una prensa capitalina que lo aborrece, una izquierda dividida y una derecha unida para traerlo abajo, una economía quebrada, un coronavirus galopante aún a pesar de la vacuna, una educación paupérrima que va cayendo más al fondo y de la salud ni hablar”.