Por Carlos Fanjul | EL PELO DEL HUEVO
Con Scaloni siempre está todo mal. No hay vueltas. Es así y, a esta altura, ya parece difícil que algo cambie. Cuánto tiempo se tardará, no se sabe. Pero un final así de alocado a un año de Qatar no resultaría tan extraño. Tal vez porque se quedó en el molde, cuando el anterior cuerpo técnico que integraba fue lanzado por la borda, lo cierto es que no hay una que hoy conforme al afuera.
Veamos: a partir de ahí la cátedra exigía cambios. “Generación perdedora, renovación necesaria”, se gritaba. Y la hizo. Y la hizo bien. Tan extensa y meticulosa fue su búsqueda que, no vengan con macanas, hay varios de los apellidos de los nuevos que casi todos debimos buscar en Google para ver quienes corno eran, o donde estaban jugando.
El fin de semana último, como poco había para criticarle tras la victoria ante Uruguay, ya que el equipo corrigió cada error observado frente a Chile –desordenado retroceso y falta de corte en el medio-, las balas le fueron porque había engañado a la prensa asegurando que iba a disponer ‘uno o dos cambios’ y al final hizo cuatro. ¿De verdad se creen tan importantes como para pensar que el engaño esta destinado a los periodistas, y no al campamento rival?
Antes del cotejo de anoche, la cosa pasó por la cantidad de cambios dispuestos. No importó si eran necesarios por cansancio o molestias físicas. Eran muchos y estaba mal. Para peor, se dijo que no jugaba Messi (críticas por sacarlo) y al final jugó (críticas porque no sostuvo su idea). ¿Existió la idea o solo fue una espera hasta ver su recuperación?
Hoy, tras el partido en victoria frente a los paraguayos, se pudo verificar que el 10 estaba cansado y que, si bien cumplió como siempre entre los mejores, la semana de descanso le vendrá muy bien. A él y a varios más que están con un cambio menos, tras la disputa de cinco partido en apenas 15 días. Scaloni tenía razones para sus dudas, pero seguramente la ola de palos vendrá ahora por alguna otra cosa.
No todo es tan negro. El equipo sigue mostrando algunas cosas positivas (siempre dejando en claro que este columnista NO considera a nuestro fútbol en un nivel de grandes alturas):
-Hay algunas sociedades que funcionan por fuera de Messi. Eso se pedía tras el último Mundial, y eso se observa en varios casos.
-La defensa, aunque con cambios continuos por motivos diversos, no parece tan vulnerable.
-Cuando el equipo se enciende lastima y mucho. Aquí hay un punto para detenerse: tanto en Eliminatorias como en estos partidos de la Copa, Argentina pareció siempre tener medio tanque de nafta. No es por cansancio, como si se evidenció anoche. Hay algo de desconexión mental que la inunda y la obliga a retrasarse, como si colectivamente no pudieran ser constantes en el plan decidido. A veces dura 40 minutos luminosos, con otros 50 desvaídos. Ayer fueron solo 25’.
Una más: el DT, más allá de que lo maten por todo, parece ser perceptivo frente a las fallas y resuelto para tomar decisiones que las subsanen. No es poco.
De todas maneras, y sin mucha ciencia, no habría que extrañarse que tras este certamen, o en el primer traspié, resurja un clima de búsqueda de otro apellido. Hay ciertas versiones en esa dirección.
Por otra parte, ya es casi una norma establecida alrededor de la selección argentina esto de cambiar de entrenadores como de camisa. Es como que está asumido que debe existir un tiempo breve de respaldo a quien se ponga el buzo. No se entiende bien porque es así, pero es así.
Durante todo este siglo, tras el período y medio del Loco Bielsa, dos y hasta tres apellidos precedieron a cada Mundial: Bielsa y Pekerman antes del 2006, Basile y Maradona en el de 2010, Batista y Sabella en el de 2014 y Martino, Bauza y Sampaoli para el de 2018.
Pregunta existencial para los que trabajan de detractores continuos: ¿No será que por allí también se explique una parte de tantas frustraciones en los últimos tiempos?
EuroAmérica
Alentados por el desarrollo contra todos los pronósticos de la Copa América y la Eurocopa, las conducciones de la Conmebol y la UEFA ya tienen decido continuar juntas la lucha compartida contra Gianni Infantino y la FIFA.
Alejandro Domínguez y Aleksandr Ceferin son viejos amigos, y, también, viejos rivales del capi di tutti li capi a escala global, y no van a desaprovechar el buen momento que viven. La Copa EuroAmérica, que cruzará a los campeones de ambos continentes y, porque no, también por ahí a los subcampeones, ya es casi una realidad.
El periodista Fernando Cziz confirmó en las últimas horas un rumor que venia dando vueltas desde hace mucho tiempo. Al parecer, ‘luego de la desaparición de la Copa Confederaciones, con última edición en 2017 en Rusia y con la cancelación del certamen en Qatar para este 2021, tanto UEFA como Conmebol entablaron charlas para poder enfrentar bilateralmente tanto a sus campeones de selecciones como de clubes’.
Sí, porque también, en la búsqueda de que el mutuo enemigo no se quede con todo el escenario del 2022, la Copa Intercontinental, el viejo cruce entre el campeón de la Libertadores y el ganador de la Champions, volvería a reeditarse el año venidero. Esto sería muy al margen del Mundial de Clubes, que es un momento más de la FIFA que de sus confederaciones asociadas.
¿Cuándo podrían ser estos choques? Algunos especulan que entre el final de las Eliminatorias y el Mundial de Qatar. A aquella nación hasta le serviría de ensayo previo. Otros razonan que el segundo semestre del año próximo quedará servido, y en soledad, para recuperar protagonismo.
Diego a las 16,09
Hoy no es un día cualquiera. Así los entendieron la AFA y el plantel de la Selección Argentina al lanzar la consigna de homenajear al más grande, que rápidamente prendió en las redes y en cada ámbito futbolero.
A la hora mencionada, exactamente, se cumplirán 35 años del gol más gritado de todos en selección alguna. Aquel del barrilete cósmico frente a los ingleses, aquel de la apilada de todos los tiempos. Aquel del Diego.
Hoy, a esa hora, será la primera vez que el 10 no estará en la tierra para escuchar y ver las mil repeticiones de cada medio de comunicación. Por eso esta muy bien que cada uno de nosotros pongamos el relato o veamos el video para poder volver a gritar ese gol bien fuerte, para que se escuche hasta en el cielo, como en aquel 22 de junio del ’86.
#GritaloporD10S El próximo 22 de junio a las 16:09 pone a todo volumen el relato del gol de Diego a los ingleses.
Y cuando la pelota vuelva a entrar, vamos a gritarlo para que se escuche hasta el cielo.
¡Volvamos a gritarlo otra vez! 😍🇦🇷 pic.twitter.com/t9DGtd8xil
— 🇦🇷 Selección Argentina ⭐⭐⭐ (@Argentina) June 11, 2021
Y reviva esa travesía que duró 10 segundos con 6 décimas.
Y que vuelva a ver caídos a Hoddle, Reid, Butcher, Fenwick y finalmente el arquero Shilton.
Esa que, con el voto de 341.460 personas de más de 150 países, en 2002 fue elegida como El gol del Siglo, por encima del de Owen a Argentina en el ‘98 y del de Pele a Suecia en el ’58.
El gol que uno sueña de pibito, como lo definió el propio Diego.
El que avergonzó a Víctor Hugo, por algunas fallas técnicas que bien pueden identificar los relatores, pero que aún nos eriza la piel al escucharlo.
Ese por el cual la AFA dispuso que cada 22 de junio sea celebrado el Día del Futbolista
El que nos sirvió para tomar una revancha, futbolera y pavota tal vez, contra el dolor de vida que nos provocan los piratas ingleses.
En definitiva, el que nos sirve, aunque sea imaginariamente, para seguir ‘viéndolos’ por un instante arrodillados y derrotados ‘para todos los tiempos’.