Redacción Canal Abierto | El tuit lanzado a las redes por el gobernador Alberto Weretilneck, mientras Mauricio Macri visitaba China a mediados de mayo pasado, entró en combustión con la inmediata resistencia de las organizaciones ambientales, de trabajadores y vecinos: “El Gobierno Nacional acordó emplazar en Río Negro la quinta central de energía nuclear de Argentina. Su construcción será en 2020” (ver nota).
En una conducta distinta a la tradición de otros sindicatos, la Asociación de Trabajadores del Estado de Río Negro convocó el lunes en Bariloche a un plenario para sintetizar una posición ante las miradas desencontradas hacia el seno de la organización. Participaron dirigentes de toda la provincia, afiliados y asesores científicos y técnicos del Centro Atómico y del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu. Este martes dieron a conocer su conclusión.
ATE le dice no a la central nuclear ‘llave en mano’ porque, si bien advierte que no está en contra de la energía nuclear, rechaza las compras de tecnológicas a otros países, como China, con nula o escasa participación de los cuadros científicos y técnicos locales.
Los 7000 millones de dólares de inversión prevista genera, según el sindicato, un incremento del endeudamiento externo y abre un debate acerca de los intereses que persiguen los financistas de capitales residentes en países cuya única y exclusiva finalidad es exportar energía a toda la región y el continente.
«La importancia que ha adquirido este mega-proyecto impone la necesidad de una consulta popular consciente y de democratizar toda la información. En este tema la voluntad del pueblo rionegrino no puede ser reemplazada y debemos avanzar en un frente social que nos permita rechazar con fuerza la instalación», sintetizó el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
«Estamos a favor de proyectos energéticos que respeten el medioambiente y rechazamos el modelo extractivista a gran escala y desmedido que atenta contra la vida humana misma. La energía debe estar al servicio de los pueblos, respetando sus territorios y no al servicio de un sistema en el que impera el consumo», agregó en conferencia de prensa.
Este aspecto constituye el segundo argumento que motiva la impugnación de los trabajadores del Estado. En otras palabras, para ellos, la energía debe ser un bien social y su libre disponibilidad un derecho humano.
“El principal interrogante a develar es para qué intereses Mauricio Macri y Alberto Weretilneck negocian una central nuclear en Río Negro, porque no existe empresa que hoy demande 1000 MW (megavatios) de energía, desconociéndose cuál es el proyecto que está detrás”, insinuó ATE en un comunicado.
Si existe un déficit energético, se debiera discutir qué tipo de energía conviene para subsanarlo, opinan los estatales. “El solo hecho de reemplazar la energía nuclear por otra fuente no alcanza a la luz de los tristes ejemplos de la región, con pobladores desplazados de sus territorios hace décadas por las centrales hidroeléctricas, a los que se les dijo que iban a tener luz y hoy todavía no cuentan con ese servicio”, reclamaron.
Como salida, el sindicato demanda una consulta popular, contenida en la Constitución de la provincia. No obstante, sugiere que antes debieran garantizarse debates regionales. La propuesta tiene que ver con el anuncio del gobernador Weretilneck, sobre la convocatoria a un posible plebiscito que el sindicato rechaza sin la circulación organizada de asambleas que democraticen información.