Redacción Canal Abierto | Mientras que para los ortodoxos se trata de un problema de emisión desenfrenada, para los economistas heterodoxos los motivos de la inflación –que en lo que va del año acumuló un 37%– son múltiples y una parte importante es responsabilidad del sector empresario.
Es el caso del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que en un informe elaborado por el director del Banco Nación Claudio Lozano y el economista Javier Rameri asegura que, en plena pandemia, “la expansión de las ventas y la apropiación de ganancias estuvo explicada por la remarcación de precios”.
El estudio, elaborado en base a la información contable de 80 empresas más grandes de la Argentina que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, pone en perspectiva el primer año de gobierno del Frente de Todos con respecto al último año de la gestión de Cambiemos.
El panel analizado consta de compañías que desarrollan sus actividades en los sectores de la producción de bienes, servicios y finanzas. Se trata de 69 empresas que pertenecen a la cúpula empresaria y 11 bancos. Es decir que incorpora en el análisis al sector financiero y a una parte del sector agropecuario.
Un gesto solidario
Según el informe titulado Una aproximación a la cúpula empresaria. Las empresas que cotizan la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Período 2019-2020, el año pasado hubo una caída de la participación de la cúpula empresarial de la Bolsa en el total de la economía explicado por el bajo crecimiento del sector petrolero. Sin embargo, algunos sectores vieron expandir sus ventas en línea o por encima de la inflación.
El sector financiero, por ejemplo, que creció durante la gestión de Cambiemos al amparo de las altas tasas de interés, durante la pandemia sumó un 39% “por la vía de la expansión del crédito para contener la situación social y productiva y también gracias a las utilidades provenientes del financiamiento al sector público”, detalla el informe.
Pero las características de la crisis y el direccionamiento del gasto hacia lo esencial fueron aprovechados sobre todo por sectores como el agropecuario (75%), el rubro de la alimentación (36%), las farmacéuticas (59%) y grandes comercializadoras (40%).
“Un caso paradigmático lo constituyen las seis empresas productoras de Alimentos y Bebidas más grandes que cotizan en la Bolsa (Molinos Río de La Plata, Arcor, Ledesma, Morixe, entre otras). Estas firmas vieron ampliar sus ventas un 36%, en línea con la inflación mientras sus ganancias brutas un 48% y las ganancias operativas un 137%, por encima de la inflación -asegura el estudio-. A partir de un simple ejercicio es posible verificar que, de haber mediado un gesto mínimamente solidario en plena pandemia por parte de la elite de los alimentos, de manera de sostener congelado el mismo nivel de ganancia bruta que el año anterior, entonces hubiera sido posible que los precios de esta producción evolucionaran un 25,2%, 13,2 puntos por debajo del 38,4% de inflación en alimentos verificado en el 2020”.
Como resumen, el estudio afirma: “Las ganancias empresarias le cuestan a los y las argentinos/as más de 10 puntos de inflación”.
La inflación y la concentración
La posibilidad de esta remarcación sin límites tiene mucho que ver con la concentración. En un análisis rápido, el IPyPP detalla que tres empresas concentran el 85% de los despachos de cemento; una compañía el 57% de la producción de acero laminado caliente y el 98% de la producción de planos laminados en frío; una empresa concentra el 98% de la producción de aluminio; otra el 43% del mercado de las telecomunicaciones; dos empresas tiene el 78% de la producción de celulares, el 64% de la producción de autopartes, el 40% de televisores y el 39% de aires acondicionados; dos concentran el 70% de la extracción de petróleo crudo; cinco el 80% de producción de gas, y otras cinco empresas concentran el 50% de generación de energía eléctrica
En otras palabras, en el panel de las 80 empresas estudiadas que cotizan en Bolsa hay pocos actores en sectores claves de la actividad económica, con capacidad de formar precios. Diez empresarios poseen 27 de las firmas de mayor facturación del país.
“En definitiva, la configuración de la cúpula da cuenta de un claro sesgo de concentración económica conforme al predominio de monopolios y oligopolios en mercados estratégicos. A ello, se suma la importancia de la extranjerización y transnacionalización del capital y la evidente conglomeración que implica que pocos grupos empresarios, y sus dueños, controlen múltiples empresas en diferentes sectores de actividad, pertenecientes a una mismo o varias cadenas de producción”, concluye el estudio.