Redacción Canal Abierto | En el marco del acuerdo en discusión con el Fondo Monetario Internacional, que incluye una paulatina reducción del déficit fiscal, un análisis de las cuentas de 2021 y de sus consecuencias sobre las políticas públicas anticipa lo que podría pasar en los próximos años si el plan se sigue como fue anunciado.
Tras un 2021 donde el déficit primario cerró en 3,1% del PBI, lo que se conoció del acuerdo prevé que el mismo se reduzca a 2,5% en 2022, 1,9% el año que viene y 0,9% en 2024, con revisiones de cuentas periódicas por parte del organismo internacional.
Sin embargo, un estudio de los números del Sector Público Nacional que realizó el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), fundado por Claudio Lozano, estableció que el ejercicio 2021 fue un 3,3% menos deficitario que 2020 gracias, sobre todo, al recorte en partidas sensibles.
“Entre las prestaciones sociales se destacan las pérdidas de valor real del gasto en Asignación Universal por Hijo (AUH) (-8%), en las prestaciones del PAMI (-13%) y en los Otros Programas sociales (-37%). Las transferencias de ANSES en concepto de jubilaciones y pensiones perdieron 6% en valor real respecto de 2020”, explica el estudio, realizado en base a los datos publicados por la Secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía.
Qué esperar en 2022
De acuerdo con el titular de Economía, Martín Guzmán, la futura reducción del rojo fiscal irá de la mano de un crecimiento de la obra pública, la ciencia y la tecnología, de una reducción en los subsidios de energía “de manera progresiva”, y de un “fortalecimiento de la recaudación”.
En retrospectiva, el achicamiento del déficit de 2021 —año en el que Argentina pagó al FMI 5.133 millones de dólares— también tuvo que ver con crecimiento y con más recaudación. Según el IPyPP, se verificó un aumento en los recursos fiscales gracias a los tributos al comercio internacional y a lo recaudado por el aporte solidario y extraordinario a las grandes fortunas (que fue el equivalente a 0,5% del PBI y que no se ha anunciado que vaya a reeditarse en el futuro).
“Pero la mejora en el resultado se explica, principalmente, por el ajuste real sobre el gasto primario corriente que perdió 0,8 puntos porcentuales del producto respecto de lo presupuestado y 3 puntos del producto respecto de 2020”, aclara el Instituto.
Más específicamente, el estudio verifica que “partidas presupuestarias y políticas públicas muy sensibles, que son actualmente materia de debate en el marco de las negociaciones con el FMI en relación al magnífico préstamo contraído por la administración macrista y su condicionante presupuestario, fueron reducidas en 2021”.
Y agrega: “Esto significa que el ajuste que pide el Fondo viene a aplicarse sobre un presupuesto ya ajustado donde la única partida ampliada son los subsidios económicos a las empresas energéticas”.