Redacción Canal Abierto | La situación en Villa Constitución comenzó con un proceso de elección de nuevas comisiones internas de delegados metalúrgicos, para convertirse en un hito de la organización de las y los trabajadores, con miles participando y respondiendo a la intervención del sindicato y los lineamientos económicos de la dictadura y de una democracia muy inestable.
Empleados de las empresas Acindar, Marathón, y Metcon llevaron adelante una lucha conjunta con obreros, campesinos y comerciantes y lograron el objetivo de elegir libremente delegados para la conducción de la seccional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
La lista encabezada por Alberto Piccinini ganó las elecciones realizadas en noviembre de 1974, con más del 65% de los votos emitidos.
“Nuestros compañeros del Villazo estaban defendiendo el derecho a elegir y a ser elegidos, y ahí fue muy importante el rol de las mujeres que se encargaron de sostener la lucha, ayudando, acompañando, llevando comida a los que tomaron la fábrica”, dijo Marcelo Cortes, de la CTA Autónoma de Villa Constitución.
“Junto a Memoria, Verdad y Justicia queremos recordar y homenajear a los compañeros y compañeras que nos marcaron el camino y lo importante que es organizarnos para reclamar nuestros derechos”, agregó el dirigente de la central que hoy movilizará junto a los otros sindicatos.
“Cuando los trabajadores nos juntamos y tenemos bien en claro quién es nuestro enemigo, y hacemos las cosas con consciencia de clase, conquistamos los derechos que nos quieren robar”, remarcó Cortes y afirmó: “También es un agradecimiento al pueblo de Villa Constitución, porque aquel día, cuando se vino a festejar desde Acindar, se marchó por las calles del centro, que es lo que vamos a hacer nosotros. La gente salía a la calle y acompañaba la marcha, llegando a ser más de 13 mil personas en la plaza”.
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Terrorismo de Estado
Por las importantes luchas en las fábricas de Villa Constitución, la represión del gobierno de Isabel Martínez de Perón y luego de la dictadura se establecieron con toda su fuerza en la ciudad del sur santafesino, al punto de producir secuestros, desapariciones, asesinatos y despidos masivos de trabajadores.
En la madrugada del 20 de marzo de 1975, cuatro mil efectivos de fuerzas conjuntas de la policía provincial y federal, y de la prefectura naval invadieron la ciudad de Villa Constitución,. También participaron de la invasión matones ligados a la Triple A. El Ministro del Interior de Isabel Perón, Alberto Rocamora, lo denominó “Operativo Serpiente Roja del Paraná”. Ese día se produjeron más de 150 detenciones y 15 asesinatos, y un año después, luego del golpe de Estado, esas cifras llegaron se multiplicaron. Entre los detenidos estaban los activistas de la CGT regional y los integrantes de la comisión Directiva de la UOM, excepto Luis Segovia, que logró escaparse. También fueron detenidos dirigentes de la Unión Ferroviaria y delegados de Acindar, Marathon, Metcon. En otras localidades del cordón industrial del Paraná detuvieron a delegados de PASA, John Deere, Massey Ferguson y la metalúrgica Galizia Bargut.
Al día siguiente los obreros iniciaron una huelga dentro de las plantas. Un mes después, el 22 de abril, la represión policial impidió realizar una asamblea a unos 10.000 trabajadores con sus mujeres e hijos en la plaza central de esa ciudad. En esa jornada fue asesinado el obrero de Acindar, José García, diez personas resultaron heridas y otras cien fueron detenidas. En reemplazo de los dirigentes detenidos se conformó un Comité de Lucha, que mantuvo la medida de fuerza durante 61 días, apoyado no solo por los trabajadores, sino también sus familias y los comités barriales, hasta que el 17 de mayo de 1975, una asamblea de 2.500 trabajadores aprobó unánimemente el levantamiento de la huelga. Cuando los trabajadores volvieron a las fábricas, los despidos alcanzaron a más de 400 activistas. Los presos de Villa Constitución fueron trasladados a diferentes cárceles del país, torturados y castigados de diferentes formas.
Se sabe que la fábrica Acindar cedió el llamado Albergue de Solteros a la policía federal para torturar obreros.
En una sola jornada de septiembre de 1976, que después se conoció como “La noche de los tubos”, fueron secuestradas y desaparecidos cuatro trabajadores de Acindar: Alberto Bedia, Manuel Martínez, Raúl Aroldo Moreno y Armando Culzoni
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Fuente: Prensa ATE Rosario / Agencia ACTA | CTA-A