Redacción Canal Abierto | En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas familiares de desaparecidos y activistas de distintos países del continente encabezaron un nuevo encuentro virtual del ciclo de debates por la aparición de Lichita, vista por última vez hace 21 meses en territorio paraguayo, este martes 30 de agosto.
Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba cumplió 16 años el 2 de marzo. Su rastro se perdió el 30 de noviembre de 2020, cuando se separó de su tía Laura Villalba en las inmediaciones del Cerro Guazú, en Amambay, Paraguay. Ambas están resguardándose de operativos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), responsable del fusilamiento de las niñas argentinas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, de 11 y 12 años, ocurrido el 2 de setiembre de 2020. A su vez, Laura Villalba, mamá de María Carmen, fue capturada días después y se encuentra privada de su libertad.
Todas eran integrantes no beligerantes de la familia de Carmen Villalba y Alcides Oviedo, fundadores y líderes del grupo guerrillero, presos en su país hace 17 años. De hecho, Lichita, que permanece desaparecida, es hija de ambos. Laura, ahora detenida, es hermana de Carmen. Habían viajado a Paraguay para que las niñas pudieran conocer a sus padres, que viven en la clandestinidad. Pero ninguna pertenece a la organización y vivían en Argentina desde 2010.
En el encuentro regional por su aparición con vida participaron Apolonia Flores, luchadora campesina de Paraguay, sobreviviente de la Masacre conocida como “Caso Caaguazú”; Facundo Molares, fotoreportero, ex dirigente argentino de las FARC, preso político en Bolivia y Argentina; Carlos “Vasco” Orzaocoa, exmilitante del PRT-ERP en los años 70, compañero de una mujer que fue secuestrada en 1975 estando embarazada y aun permanece desaparecida; y Cecilia Arenas, madres de “falsos positivos” en Colombia. Además, también estuvo presente Rogelio Goiburú hijo del histórico dirigente de Movimiento Popular Colorado (Mopoco) paraguayo, Agustín Goiburú, secuestrado y desaparecido por el Plan Cóndor en Paraná, Entre Ríos, Argentina, en 1977.
La convocatoria señalaba: “Cómo Campaña internacional ¿Dónde está Lichita? una vez más señalamos la responsabilidad del presidente Mario Abdo Benítez, su gobierno, la Fuerza de Tarea Conjunta y el Poder Judicial de la desaparición forzada de nuestra niña Lichita. Todos ellos son responsables de la desaparición de la menor; el infanticidio de sus primas de 11 años, Lilian y María (el 2 de setiembre de 2020), la prisión de Laura Villalba, tras una causa armada; y el encierro ilegal con la condena ya compurgada de Carmen Villalba, quien supera holgadamente los 18 años tras las rejas a los que fue condenada”.
Algunos testimonios
En un contacto con el acto central, en una plaza en Asunción, Goiburú habló de la situación de los derechos humanos en su país. “La desaparición forzada fue una metodología represiva, no fue un daño colateral ni un exceso, sino una metodología para lograr lo que se propusieron, y hoy estamos sufriendo esas consecuencias, tenemos uno de los países más corruptos del mundo, con impunidad y mucho miedo por lo cual debemos sufrir la desaparición de Lichita. A pesar de eso estamos avanzando, hemos logrado conformar la Comisión de Verdad y Justicia, que realice su tarea. Gracias a ellos ya hemos sumado 40 cuerpos e identificado 4 víctimas del Plan Cóndor”, señaló el reconocido militante.
Por su parte, Orzaocoa denunció las perversas metodologías del terrorismo de Estado. “Es una constante de las dictaduras que se la agarren con los hijos de los revolucionarios, de los luchadores populares. En mi caso, hicieron desaparecer a mi señora, embarazada de siete meses, nació nuestro hijo que aun no ha sido recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo. Son miles los niños en Argentina que han visto morir a sus padres, los han visto torturados y ellos mismos fueron torturados, y son cientos de niños los que están o estuvieron desaparecidos, y los seguimos buscando. Por este crimen horrendo cometido por el Estado paraguayo, ese infanticidio, seguimos reclamando juicio y castigo al Estado fascista y criminal de Paraguay”, dijo el destacado abogado, participante del Cordobazo y precursor de la recuperación de la Casa de la Memoria – Imprenta del Pueblo Roberto Matthews, en Córdoba.
Luego, Facundo Molares destacó: “Es la causa que moviliza a los hombres y mujeres de conciencia del mundo entero. Es un gran desafío que la campaña se vuelva mucho más masiva, porque el Estado paraguayo es un Estado represivo, una vieja dictadura que todavía no se ha sacado el ropaje, que sigue manifestándose de manera agresiva contra su población”.
Desde Colombia, Cecilia Arenas habló del drama de los falsos positivos, la figura con la que se conoce a los operativos de las fuerzas represivas y los grupos paramilitares en los cuales disfrazan de guerrilleros o delincuentes a población civil asesinada en operaciones irregulares. “La cifra sube a mas de 10.000, los militares, los altos mandos lloran pidiendo perdón pero les da miedo decir el nombre de los que dieron la orden, nosotros lo que queremos es que el señor Montoya, el señor Uribe y el señor Santos reconozcan lo que hicieron”, reclamó la mujer.
Moderaron el conversatorio Lila Báez, de la Secretaría de Trabajadores Migrantes y Refugiados – UTEP; Mónica Felipetti, de Casa de la Memoria y Fabricio Arnella, militante paraguayo, que mostró imágenes de una acción de escrache que se realizó durante el acto por el Día del Agente Policial en un importante teatro céntrico de Asunción.
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La familia
Carmen Villalba, presa política y fundadora del Ejercito del Pueblo Paraguayo fue madre de mellizas el 2 de marzo de 2006. Una de esas niñas es “Lichita”, que permanece desaparecida. El 29 de mayo de 2010 murió su hijo Néstor, de 12 años, en Argentina, por causas que no fueron aclaradas y que su familia denunció como envenenamiento.
El 2 de septiembre de 2020 el presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez se fotografió con un escuadrón de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el lugar en el que los uniformados habían realizado un aparente operativo exitoso contra un supuesto campamento del Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP). La información oficial indicaba que dos líderes guerrilleras habían sido abatidas. Sin embargo, algunas horas después se supo que las dos fusiladas eran en realidad dos niñas, argentinas.
El grupo familiar estaba compuesto por seis mujeres. Lilian Mariana y María Carmen, ambas de 11 años nacidas y residentes en Argentina, fueron capturadas vivas y luego asesinadas. El 30 de noviembre, las cuatro que habían sobrevivido al primer ataque fueron emboscadas nuevamente. Carmen Elizabeth, “Lichita”, de 14 años, herida de bala, desapareció. Laura, madre de una de las niñas, fue capturada mientras buscaba a su sobrina. Las otras dos primas adolescentes, Tamara de 14 y Tania de 19 años, lograron cruzar la frontera y regresar a Argentina el 23 de diciembre.
Laura, hermana de Carmen, enfermera que estudió y se recibió en Misiones y trabajaba en una clínica privada, está detenida en un cuartel de máxima seguridad acusada por terrorismo en una causa armada.
La campaña internacional “¿Dónde está Lichita? – Eran Niñas” se puede seguir en facebook, youtube, y en redes sociales con los hastag #DondeEstaLichita #EranNiñas
Foto principal: Reclamo en Buenos Aires