Redacción Canal Abierto | El salario de los jubilados y las jubiladas suele estar en la mira de todas las administraciones y es el causante del insomnio de ministras y ministros de Economía… y de la vida en condiciones poco dignas de millones de trabajadores pasivos.
En el Presupuesto Nacional 2023, 13.121.000 millones de pesos son los estimados para los pagos de seguridad social, monto que implica el 45,08% del total.
Sobre un universo de 7 millones 200 mil jubilados, el grueso de 6 millones de jubilados y pensionados cobran 58 mil pesos mensuales. A ese salario sujeto a la ley de movilidad se le agrega un bono no remunerativo de 15 mil pesos al mes.
Esta situación de evidente deterioro de los ingresos de millones de argentinos tiene un recorrido del que un informe de la Secretaría de Previsión Social de la CTA Autónoma de Capital Federal se encarga de describir la última década.
Rebaja de los haberes jubilatorios
“La época macrista comenzó con una caída del salario de los jubilados y las jubiladas, debido a que la “movilidad Boudou” no pudo dar cuenta de la inflación generada por la fuerte devaluación del principio del periodo. Esto tuvo una leve recuperación durante 2017, pero la aplicación de la “movilidad Macri” en 2018 sumada a la falta de “empalme” entre la aplicación de las dos fórmulas, provocaron una caída de casi el 20% que no se recuperó en 2019”, explica el informe.
De esta forma, como saldo de la administración macrista se produce una rebaja del 22% en los haberes jubilatorios. “En el actual periodo de gobierno, lejos de cumplir con la promesa electoral de recomponer un 20% lo perdido en el periodo anterior, en diciembre de 2019 se suspendió la movilidad macrista, que ajustaba por la inflación pasada y, todo el año 2020 se reguló por Decretos que achataron a la baja la pirámide de haberes. En ese año, la inflación fue del 36,1% y el ajuste salarial de haberes si se hubiera aplicado la “movilidad Macri” habría sido del 42,5%; es decir hubiera permitido una recuperación de alrededor del 6,3% para todos los haberes por igual”.
Con la política llevada a cabo en el 2020, los jubilados que cobraban más de dos sueldos mínimos vieron desaparecer una tercera parte de los haberes que cobraban en 2015.
A partir de la nueva Ley de Movilidad Jubilatoria –Ley 27609 promulgada el 4 de enero de 2021– hubo una pequeña recomposición de los haberes jubilatorios, de alrededor de un par de puntos para todas las escalas.
Esta ley reformó la 24241 (Sistema Integrado Previsional Argentino), y estableció un nuevo índice de movilidad jubilatoria, que tomará como parámetros la combinación de los índices de evolución de los salarios (índice RIPTE) y de la recaudación de la ANSeS por partes iguales (50% en cada caso), similar a la establecida en la ley 26417 (movilidad Boudou) vigente desde 2008 hasta su derogación en 2017. La norma establece que en ningún caso la aplicación del índice podrá producir la disminución del haber que percibe el beneficiario o la beneficiaria.
Sin embargo, en 2022, tras la aprobación de la renegociación de la deuda contraída por Macri con el FMI, las políticas de ajuste y la consecuente alza de la inflación, los sueldos de los jubilados sufrieron una rebaja de más de dieciséis puntos en un solo año. “Los jubilades de sueldos un poco más altos, que son les que más han aportado al sistema, han llegado al extremo de cobrar la mitad de lo que percibían en 2015”, detalla el informe de la central obrera.
Esta caída de los salarios de los jubilados ha intentado paliarse con “bonos de refuerzo”, que al decir del Defensor de la Tercera Edad Eugenio Semino, no se trata más que de “haberes jubilatorios en negro”. Este parche ha conseguido detener la caída sólo de las jubilaciones mínimas, no compensando la rebaja de sueldo en las demás escalas.
2023
“Hoy tenemos 7 millones 200 mil jubilados. El 80% cobra un haber mínimo y ese monto es de 58 mil pesos. Lo que se anunció es que para todo el sistema va a haber un reajuste del 21 por ciento. Van a cobrar a partir de junio 12 mil pesos más. Se iría a 70 mil pesos en los que tienen la mínima”, declaró Semino entrevistado por Adrián Puente en CNN Radio Argentina.
Para los jubilados y las jubiladas que perciben la mínima se ratificó una medida que se viene aplicando desde septiembre del año pasado y se extiende a septiembre de este año: un bono no remunerativo de 15 mil pesos. En julio, va a ser 17 mil y en agosto de 20 mil pesos.
“Hemos hecho propuestas concretas de cambio de políticas recaudatorias para mejorar los haberes jubilatorios, hemos mostrado como “poner plata” en el bolsillo de los jubilados resulta beneficioso para la economía del país en general. Hemos reclamado, junto con otras organizaciones, que se sume una cláusula gatillo con la inflación a la ley de Movilidad. Como decimos siempre, el tema jubilatorio no es solo un “problema” de les jubilades; es algo donde se juega el futuro de la clase toda. Haber aprobado la Ley de Moratoria este año ha sido un hecho fundamental, fue solo un respiro. La situación es muy grave y es necesario tener la mente clara y no aflojar en la lucha”, concluyen desde la Secretaría de Previsión de la central porteña que encabeza el ex telefónico Guillermo Defays.