Redacción Canal Abierto | En España, el periodo histórico conocido como “la transición” se inició el 20 de noviembre de 1975 tras el fallecimiento del dictador Francisco Franco. En los años que siguieron, dos grandes bloques político-electorales dominaron la escena: la derecha post franquista, primero bajo la denominación Alianza Popular y luego Partido Popular (PP), y la socialdemocracia, Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Por aquellos años también jugó un rol el Partido Comunista, cuya conducción no tardó en renunciar a toda pretensión de transformación sustancial del sistema. El panorama se completaba con los nacionalismos vascos y catalanes, ambos con expresiones tanto por izquierda como por derecha.
Esta estructura se mantuvo invariable prácticamente hasta 2011, en medio de la crisis política y social tras el colapso financiero de 2008. “El 15M (también llamado movimiento de los indignados) vino a llenar ese vacío y se convirtió en la fuerza disruptiva que en 2014 devendría en PODEMOS, uno de los centros de gravedad -junto al independentismo catalán- que marcaron la discusión política hasta el día de hoy”, explica Raúl Sánchez Cedillo, autor y activista español.
“La derrota y represión del movimiento independentista catalán fue aprovechada para el surgimiento de VOX, esta extrema derecha específicamente española”, asegura el ensayista e integrante de la Fundación de los Comunes, una red de colectivos autónomos de investigación, edición, formación, así como espacios sociales y librerías en territorio ibérico.
Por esos años, el esfuerzo del PSOE procuró obturar el crecimiento de Podemos (por entonces, con Pablo Iglesias a la cabeza), hasta que finalmente no tuvo más remedio que acordar un gobierno de coalición de centro izquierda en 2019.
A esa nueva mayoría y gobierno que no encajaba en los esquemas partidarios tradicionales, le cayó encima el impacto de la pandemia y su consiguiente “estado de excepción y violencia que la extrema derecha supo aprovechar con una estrategia casi golpísta, intentando recrear los fantasmas de la segunda república, hablando de un gobierno que supuestamente quería destruir España y estaba al servicio de poderes extranjeros, como Venezuela”.
“El PSOE no ha estado a la altura para enfrentar esa ofensiva y aisló a sus aliados en la batalla, dejando un balance de gobierno agridulce que hoy no genera entusiasmo”, señala el autor en esta entrevista con Canal Abierto.
Este domingo 23 de julio se celebrarán unas elecciones generales que tienen como favorito en cantidad de votos al PP, aunque no le alcanzaría para llegar al Palacio de la Moncloa. Para hacerlo, tendría que lograr votos equivalentes a la mitad más uno de los 350 diputados que integran el Parlamento o alcanzar esa cifra sumando adhesiones de otras fuerzas.
Y si bien el aspirante a la presidencia del tradicional partido consevador, Núñez Feijóo, reniega de la ultraderecha, lo cierto es que ya pactó con Vox para gobernar en más de 140 ayuntamientos tras las elecciones municipales y regionales de mayo.
“Vemos cómo la extrema derecha hasta ahora controlada, aunque latente en el Partido Popular, se rebela y empieza a contaminar el espacio político de la derecha que se autopercibe constitucional», afirma Sánchez Cedillo, y agrega: «A tal punto que hoy, entre PP y VOX, sólo hay diferencias de grado”.
“El fenómeno más visible es que el centro de gravedad del sistema político ha pasado a ser VOX, y la mayoría de los actores se posicionan en torno a ellos», apunta. «Se trata de un proceso por el cual los debates públicos pasaron a una instancia pre democrática, de regeneración franquista, el fin de la Constitución y el pacto democrático”.
Ante la consulta sobre cuáles son los sectores sociales que estarían respaldando en las urnas a VOX, el intelectual madrileño no duda: “porciones de la clase media y sectores acomodados, fuerzas de seguridad y el aparato judicial, con la anuencia del 90% de los medios de comunicación; pero por sobre todas las cosas, y en esto se asemeja mucho con el movimiento libertario argentino, lograron capturar un malestar masculino de chavales que reaccionan a la agenda feminista”.
Según el promedio de sondeos de DatosRTVE (Radio y Televisión Española), calculado a partir de las encuestas publicadas en diferentes medios, el bloque de centro izquierda del PSOE y Sumar no pasaría de 139 diputados, por debajo de los 155 que aglutinaron PSOE y Unidas Podemos en 2019, cuando formaron la actual coalición de gobierno. “No estamos frente a una elección normal: el escenario es más temor y no entusiasmo”, asegura Sáncez Cedillo.
Entrevista: Diego Leonoff