Redacción Canal Abierto | Javier Smaldone escuchó hablar a Marcos de Peña de la vergüenza nacional que significa votar en papel y le dieron ganas de mandarlo a usar google. “Son muy pocos los países que usan sistemas electrónicos: Brasil, Venezuela, India”, asegura.
Para nuestro entrevistado se ha instalado un mito: creer que lo incontrolable en un sistema de papel puede ser controlado por un sistema informático. “Los sistemas informáticos son controlados por quienes lo hacen. Todos ellos tienen errores, aunque no los conozcamos, y esos errores pueden permitir que otro tome control y manipule esos sistemas”.
En este sentido, Smaldone derribó los argumentos de quienes propulsan el voto electrónico:
El secretismo
“El año pasado demostramos en el Congreso de la Nación que una aplicación para celulares permitía certificar a quién había votado el votante y eso se puede usar para comprar votos”
La economicidad
“Muchos condados de los Estados Unidos votaron con equipos que tienen quince años de antigüedad. No es menor pensar que si países desarrollados que intentaron esta aventura de votar con computadoras están teniendo problemas económicos para mantener los equipos actualizados, aquí no vas a tener ningún problema”
La seguridad
“La ciencia informática no tiene un método para construir sistemas seguros ni para determinar si un sistema es seguro. Una auditoría informática profunda es muy difícil de hacer: es muy costosa en tiempo y en recursos humanos, y sus resultados nunca son concluyentes”
La velocidad
“Lo que necesitamos es transparencia, no velocidad. Hay países del mundo donde tardan días en producir un resultado, pero el proceso es transparente, el proceso no tiene lugares grises u oscuros como ocurre aquí con el correo, con Indra, con el tiempo que pasa entre que se cierran las mesas y se publican los resultados”