Redacción Canal Abierto | Human Rights Watch (HRW) acusó este lunes al Gobierno israelí de someter intencionadamente a la población civil de Gaza a una hambruna como parte de su ofensiva en territorio palestino, lo que denunció como “un crimen de guerra”.
«Las fuerzas israelíes bloquean deliberadamente el suministro de agua, alimentos y combustible, al tiempo que impiden intencionadamente la ayuda humanitaria, arrasando aparentemente zonas agrícolas y privando a la población civil de objetos indispensables para su supervivencia», denunció.
Como viene sucediendo hace décadas ante cualquier cuestionamiento o crítica a la ocupación de territorios palestinos, Tel Aviv tildó a HRW de “organización antisemita y antiisraelí”. De todos modos, hasta ahora ningún vocero o representante oficial negó el fondo de la acusación.
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Por el contrario, Israel insiste en la continuidad de los ataques aéreos para eliminar a Hamás y liberar a los rehenes: “Cualquier muerte y sufrimiento de los civiles es doloroso, pero no tenemos otra alternativa”, dijo a la BBC el portavoz del ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas denunció la semana pasadas que la mitad de la población de Gaza se está muriendo de hambre y 9 de cada 10 personas no pueden comer todos los días.
A su vez, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que “el sistema sanitario de Gaza está de rodillas y derrumbándose”.
Según el ministerio de Salud palestino, desde el inicio de esta nueva escalada del conflicto (el 7 de octubre, cuando Hamás cometió el brutal ataque terrorista) la ofensiva de Israel se cobró la vida de 18.800 personas, en su mayoría mujeres y menores de 18 años.
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