Redacción Canal Abierto | La abrupta salida de Omar Yasin –despedido por Javier Milei en televisión, en un intento por tapar el escandalo por el “salariazo” que se auto otorgó el Presidente- no trajo buenas noticias para los trabajadores. Aunque sí a un sector del empresariado.
En su lugar, el Gobierno designó a Julio Cordero, abogado de Techint y la UIA. Es también uno de los intelectuales detrás de la redacción del intento de reforma laboral que Javier Milei buscó imponer con el decretazo del 20 de diciembre, luego invalidado por la Justicia en varias instancias.
Se trató de una decisión de la jueza laboral de feria Liliana Rodríguez Fernández en respuesta a una acción de amparo presentada por la Confederación General del Trabajo (CGT), a la que luego se sumaron otras resoluciones.
La magistrada declaró la invalidez de los artículos 73, 79, 86, 87, 88 y 97 del DNU 70/2023, pero aclaró que la validez formal iba a depender de su ratificación por ambas cámaras dentro del período de sesiones 2024. Todo indica que el tratamiento comenzará esta semana en Senado.
Es ante la posibilidad cierta –hay quienes dicen, inminente- de un revés legislativo que Milei recurre a Cordero en calidad de representante de un peso pesado empresario.
La confluencia entre Techint y su CEO, Paolo Rocca, con la administración anarcolibertaria ya tiene numerosos antecedentes. Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), Techint es el grupo económico que más funcionarios ha colocado en el gobierno de Milei, seguido por Corporación América, de Eduardo Eurnekian.
Según el informe, Rocca ubicó al menos siete ejecutivos de su empresa, principalmente en el área energética. El más saliente es Horacio Marín, hasta diciembre ceo de Tecpetrol (la petrolera de Techint), hoy el presidente de YPF.
Como botón de muestra del pensamiento del flamante secretario de Trabajo, hombre cercano a Nicolás Posse y Federico Sturzenegger, basta escuchar su intervención durante el debate en el Congreso por la reducción de la jornada laboral impulsada en 2023: «Yo limito la jornada para que trabaje menos, ¿para qué? ¿O sea, está mal trabajar, estamos en contra del trabajo? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué?”.
Al parecer, a Cordero no le entra en la cabeza que los trabajadores derrochen su tiempo en nimiedades o cosas poco productivas, como el descanso y el ocio.