Redacción Canal Abierto | La primera medida económica del gobierno de Mauricio Macri fue la eliminación de retenciones al campo. En Pergamino, a tres días de haber asumido, anunció la quita total de las retenciones a la mayor parte de la producción agropecuaria y una baja gradual para la soja que se reduciría del 35% al 30%.
Casi veintidós meses después, el jefe de Estado encabezó ayer un acto realizado en la Quinta presidencial de Olivos donde manifestó que en breve el Boletín Oficial publicará el decreto que establecerá la rebaja de 0,5 punto porcentual mensual en los derechos de exportación a la soja a partir del 1 enero de 2018 hasta alcanzar el 18% a partir de enero de 2020. Para fines del año que viene, la alícuota estará en 24%.
De esta manera, el Gobierno intentará cumplir con una de sus promesas de campaña: bajar 5 puntos por año los derechos de exportación de la soja, que se convirtieron en 6. Una promesa que le costará al Estado más de 1038 millones de dólares en 2018, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El estudio desdramatiza la cifra al establecer que equivale al 1% de los ingresos tributarios totales previstos para ese año, o el 0,16% del PBI estimado para 2018, “especialmente cuando se considera que no se está sumando la suba de impuestos que surgirán cuando los productores -con ingresos más altos- procedan a gastar más en bienes de consumo o nuevas inversiones”.
Mientras el Presidente hizo hincapié en que «apoyar al campo no es apoyar a los ricos” -con un anuncio que alentará la alarmante expansión de la frontera sojera sobre la diversidad tradicional de cultivos y reducirá la recaudación del Estado-, el Presupuesto 2018 redujo el gasto en Agroindustria en un 3,4% y planea realizar el gran ajuste sobre los subsidios a los servicios y al transporte.