Redacción Canal Abierto | “Estamos frente a un hecho inédito, bajamos la inflación sin tener costo en términos de actividad, motivo por el cual el caso se está estudiando en todo el mundo”. La frase más saliente de la intervención de Javier Milei en la apertura de la Semana de la Inteligencia Artificial, como ya ha ocurrido otras tantas veces a lo largo de su primer año de Gobierno, parece darse de bruces contra la realidad.
Y es que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que mide mensualmente el INDEC registró en septiembre (último número disponible) una caída mensual del -0,3% y anual del -3,3%.
Este número caería “a un -3,5% sin el aporte del sector agropecuario”, y alcanzaría en el acumulado anual “un preocupante -5,5%”, según el último informe de la consultora Vectorial titulado ¡Uno, Dos, Ultrabaitero!, y no porque sí.
El giro irónico sobre el hit del punk nacional refiere al saldo temporal de una gestión que viene logrando desviar el foco de atención —con lecturas económicas tergiversadas, iniciativas escandalosas y declaraciones rimbombantes—de sus problemas evidentes.
Según el estudio de la consultora dirigida por Eduardo Hecker y Federico Sánchez y cuyo equipo encabeza Haroldo Montagu, la caída de la actividad no se evidencia sólo en el EMAE, sino en otros indicadores como las ventas de electrodomésticos, que descendieron un -10% anual en septiembre y acumulan una baja del -26% en el año; o el consumo en mayoristas y supermercados que alcanzó mínimos históricos, con una baja interanual del -22%, lo que refleja “un contexto de contracción económica generalizada”.
Deuda
A contramano del sector productivo, el informe destaca que lo que viene viento en popa es la especulación financiera. “En la última licitación de deuda el Gobierno logró un roll-over del 138%”, destaca Vectorial, en referencia a la práctica de cambiar bonos por otros a un plazo más largo, generalmente a cambio de una mejora en la tasa de interés.
“Esta estrategia permitió estirar los vencimientos, aunque los compromisos a corto plazo siguen siendo elevados, con $6 billones en diciembre y $16 billones en enero”, explica el informe.
Simultáneamente, el Gobierno viene trabajando políticamente para evitar el tratamiento del DNU 846/24 y hasta ahora ha tenido éxito: el proyecto fue uno de los que se cayó en la sesión del pasado jueves. El decreto le permite al Ejecutivo renegociar deuda sin pasar por el Congreso, aún cuando esta negociación no mejore para el país en dos de tres condiciones de emisión: capital, tasa de interés y plazo de vencimiento.
“Esto invita a interpretar una voluntad del Gobierno de testear al mercado mediante una propuesta de canje de los títulos en moneda extranjera (o canje de títulos entre diferentes monedas), probablemente con una extensión de plazos a cambio de una mejora en las tasas de interés —plantean desde Vectorial—. Esta operación traería un alivio de corto plazo, pero incrementaría el costo de la deuda a mediano y largo plazo”.
Presupuesto, la preocupación de los gobernadores
Otro de los temas que se cayó en la sesión legislativa frustrada la semana pasada fue el tratamiento del Presupuesto 2025.
Que se discuta y se apruebe esta ley de leyes es una preocupación fundamental para los gobernadores, ya que en lo que va el año las provincias han sufrido una notable pérdida de recursos tributarios propios debido a la recesión, sin compensación suficiente de las transferencias automáticas (regidas por leyes como la coparticipación) ni de las no automáticas (a discreción del Gobierno Nacional).
“En 2023, las transferencias automáticas representaron en promedio el 43% del gasto provincial. No obstante, 2024 cerrará con una caída acumulada del -10% en las transferencias automáticas y una contracción del -77,7% en las no automáticas, exponiendo un ajuste fiscal desigual que ha transferido el impacto de la recesión a las provincias”, señala el estudio.
En el mismo sentido, aclara que la única jurisdicción que logró salvarse del derrumbe de las transferencias no automáticas “es justamente la que ha demostrado menor dependencia de los recursos nacionales para costear sus gastos: la Ciudad de Buenos Aires (+9%)”.
“Durante este año el manejo de las transferencias no automáticas obedeció una lógica perversa, dado que las provincias que menos recortes tuvieron en este aspecto son asimismo las que menos dependen de la asistencia nacional para desarrollar sus políticas públicas”, sentencia.
Pese a todo, en Vectorial señalan que el balance del año legislativo “finaliza con resultado positivo para el Gobierno”, sustentado en los éxitos de la segunda mitad de 2024.
Luego se pregunta, como Los Violadores: “¿Y ahora qué pasa, eh? Probablemente, más fragmentación del sistema político y una polarización del electorado creciente a medida que transcurra el año 2025”.