Redacción Canal Abierto | F9 presentó La unidad de los trabajadores, adelanto del disco en el que el grupo fruto de la amistad personal y musical entre Santiago «Perro» Adano y Shaman Herrera. El grupo completa el baterista Tifa Rex , que también hace aportes en el plano de la producción, y su nombre inicial fue Falso 9 “pero ahora hay muchas bandas con ese nombre”, explica Shaman a Canal Abierto.
Herrera plantea que se trata de “un cover de una canción popular”. Y agrega que “en esta realidad que nos toca atravesar como país todavía faltan los trabajadores, la opinión de los trabajadores. Este gobierno fue atacando a todos los grupos de gente, los discapacitados o los jubilados.Pero la figura de los trabajadores es lo que más unifica”.
Y propone que “hay que unificar el discurso para oponerse a este gobierno y a esta manera de ver el mundo con la visión del trabajador, de la persona esa que labura, más allá de la ideología política. Creo que ahí es donde se unifica todo, en los trabajadores”.
Sobre un ritmo acelerado con un riff de fácil asimilación, se repiten dos frases: “Es la unidad de los trabajadores. No hay libertad si no hay sueños”. La fecha elegida para su presentación es hoy, 19 de diciembre, un nuevo aniversario del inicio del estallido que dio por terminada una etapa de avanzada neoliberal. El video del tema muestra escenas de aquellas jornada, mezcladas con movilziaciones y represiones del gobierno de Milei
“Entonces, pensábamos en esta canción, que surge al principio como un acto mágico, donde se manifiesta ese estribillo y a partir de ahí uno empieza a darse cuenta de las cosas. Creo que es una canción poderosa que incita al a la rebelión y, sobre todo, a la unión y a la rebeldía frente a este sistema y a este gobierno que es horripilante”, afirma Herrera.
El disco, que aún no tiene nombre, fue grabado en el estudio Druh en La Plata y este tema puntual tiene una particularidad. El coro de La unidad de los trabajadores fue grabado por el público en una presentación que F9 hizo en junio de este año en Ciudad de Gatos, un espacio de música en vivo de la ciudad de las diagonales.
“Es un estribillo que era es para cantarlo en la calle, más que en un recital. Entonces pensamos ¿y si grabamos a la gente? Nos la jugamos, porque es algo que también puede salir muy mal. No nos conocíaa nadie, nadie conoce las canciones. Pero nos la jugamos, hicimos cantar a la gente, incentivamos a la gente que cante y tuvimos la suerte que se copó y cantó”, señala Shaman.
“Nos imaginábamos algo que estuviera cantado por mucha gente. Queríamos algo de esa potencia de la cosa coral, pero no en clave musical, sino ese unísono de voces gritadas. Y la verdad es que quedó bárbaro”, aporta Adano.
Y suma también el costado experimental del hecho: “a mí esas cosas me divierten mucho, Shaman también es un tipo creativamente muy inquieto y Tifa también. En el disco grabamos algunas cosas de la batería pasándolas a través de unos caños de PVC que Tifa midió para que dieran una no para que resonaran en una nota que era la las notas del de la canción”, revela.
Herrera y Adano se conocieron recorriendo los caminos del denominado under, cuando respectivamente encabezaban los Hombres en Llamas, Los Pilares de la Creación y Julio Agosto. Se trata de propuestas donde la canción es la protagonista y que tienen como distingo el componente acústico. Por entonces Shaman, hoy establecido en Epuyén, tenía su base de operaciones en La Plata.
“Yo venía de grabar con Fútbol, unos temas que eran un par míos y unos de ellos. Ahí quedé envuelto en esa en esa cosa punk rock. Pero después se terminó Fútbol y yo me quedé con las ganas de seguir en ese mambo y seguí componiendo”, recuerda Shaman.
Esta situación coincidió con una estadía prolongada de su hoy coequiper en Bariloche. Allí se produce un reencuentro cotidiano entre ambos. Adano cuenta que “cada vez que iba para allá le avisaba y organizábamos alguna fecha en Bolson o en Epuyén. Yo hace muchos años tocaba en una banda de stoner, una onda psicodélica conurbánica y me siempre me quedó la espina de volver a tocar esa música. Así que n un momento le propuse armar una bandita así de distorsión, más roquera, más áspera´. El se copó y lo fuimos madurando todo con los ritmos de la amistad”.
Tanto Herrera como Adano tienen su recorrido en el ambiente de la música independiente y a ninguno de los dos le hubiera sido esquiva una convocatoria con músicos que cada uno tenía más cerca. Esto madura la pregunta de por qué armar algo entre el AMBA y la Patagonia, pudiendo hacerlo con gente más a mano.
Adano responde que “yo no quiero tener una banda de rock. Quiero tener una banda de rock con Shaman. Recontra podría ser más cómodo armar una banda con alguien que vive en Buenos Aires o en el caso de él con alguien que viva allá. Pero para mí parte de la magia es eso. Hay algo de la épica de la dificultad, que es el medio también en el que nos movemos como músicos independientes y como argentinos, así que no nos asusta”.
Shaman coincide y aporta que “la idea era compartir, hacer música juntos. Nos hemos cruzado en varias fechas y siempre hubo una admiración ahí mutua que en un momento eso se transformó en decir `che, hagamos algo juntos´. Eso generó esta amistad musical con compromiso social, político y ecológico”.
Como si no alcanzara con el contenido de La unidad de los trabajadores, F9 encuentra , más espacio para el posicionamiento político al subir la canción a todas las plataformas, a excepción de una: Spotify.
“Siento que, por ejemplo, en fechas como el 2001 el pueblo se dio cuenta de que la clase política es uno de nuestros enemigos, de nuestro bienestar y de nuestros derechos. Y que el salto siguiente que tenemos que dar como sociedad es entender que el enemigo real son las corporaciones. Son los que están realmente digitando nuestro destino, los que están escribiendo la ley de glaciares, los que escriben hicieron el DNU que sacó Milei apenas asumió. Son corporaciones, gente con una visión de gran empresario”, explica Adano.
“Spotify está de en ese universo de la peor manera. Porque aclaro que no es que creamos que el resto de las plataformas son un espacio seguro de explotación o de manipulación de la opinión, pero, para empezar, Spotify financia, o sea, invierten plata, en la industria armamentista”, prosigue.
“Otro aspecto, que ante este escenario es secundario, pero también hay que decirlo, es que a los músicos les pagan 0,00003 centavos de dólar por reproducción mientras ellos levantan una palada de guita que encima después va a parar a la industria de las armas y la defensa. Y están también metiendo muchas cosas hechas con inteligencia artificial como parte de su playlist. Entonces, privilegian la escucha de música inventada con IA.
Y aclara que “no vamos a mover ninguna aguja ni estamos pensando que con esto le asestamos un golpe a la industria. Pero no sé, tampoco tengo ganas de juntarme con mis amigos de la primaria que terminaron bancando la dictadura. Hay ahí algo de piel que no nos gusta”.
Adano define plantea que “es un poco una declaración de principios, es un poco una proclama, pero en nuestro lugar su superhumilde de ser tres músicos muy chicos de Argentina, tiene más que ver con algo de piel y de no querer que nuestra música esté ahí”.
“Nos pareció que un gesto que era necesario. Algo que está en el debate de la época es que se está hablando de abandonar esas plataformas. Es algo difícil, porque la verdad es que a los que menos nos conviene hacer esto es a nosotros, que somos una banda nueva que no va a tener su música en la plataforma de streaming que es prácticamente una especie de supermercado donde uno va y elige y es la forma más fácil de escuchar. Así que tendremos que encontrar formas alternativas. Pero la creatividad es un poco así: cuando vos te pones un límite, eso te obliga a desarrollar herramientas nuevas, en este caso de difusión”, concluye Adano.
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