Redacción Canal Abierto | La detención del vicepresidente del Club Atlético Independiente Noray Nakis despierta una serie de dudas y conjeturas acerca de lo que pueda suceder en el mundo del fútbol argentino.
A priori pareciera que se trata de una intención fuerte del gobierno de terminar con un mal que aqueja el deporte hace décadas. Sin embargo, cuando se empiezan a hacer lecturas más profundas empiezan a aparecer preguntas que enturbian esa premisa. Una de ellas tiene que ver con le elección del personaje a detener, vinculado con Hugo MOyano, referente de la GCT y con el grondonismo residual de la AFA:
Nakis fue detenido tras aparecer en escuchas con Pablo «Bebote» Alvarez, líder de la barra brava del club. En esta conversación, Nakis le ofrecía a Alvarez la sociedad en un negocio, al tiempo que le requería de los servicios de la barra.
Otra de las preguntas que surgen es qué profundidad tendrán estas investigaciones y a qué otros clubes y personajes alcanzarán las pesquisas.
Estas causas se dan luego de que la exposición de la existencia de manejos poco claros en el mundo del fútbol a partir de las detenciones de jerarcas de la FIFA en 2015, disparando el denominado FIFAgate.
El último interrogante que surge es si un mani pulite o lava jato sacudirá el mundo del fútbol.