Redacción Canal Abierto | Ferrante fue compañero de vida de la referente del movimiento feminista Nina Brugo, con quien compartió el exilio, la familia, la formación política y la eterna e incansable prédica por un mundo más justo.
Consagró todas sus energías en la conformación, a fines de los convulsionados años 60, del Movimiento de Curas del Tercer Mundo. Lo hizo junto con el obispo de Avellaneda Jerónimo Podestá, quien inició la discusión dentro de la Iglesia Católica para que los curas pudieran casarse. Uno de los casos resonantes fue el de Ferrante, que dejó los hábitos en 1974 y contrajo matrimonio con Brugo.
Juan y Nina
Ella, Nina, describió así la historia que los unió en una entrevista a Página/12: “Formé pareja por primera vez en mi vida con Juan, un ex cura, que había sido echado de la Iglesia Católica y había estado preso en la época de Lanusse. Él había estado en Tucumán y las misas de él terminaron con el ‘Tucumanazo’. Era un dominico, venía de una familia muy acomodada de San Isidro. Yo no sabía que él había ido a estudiar a Francia y que lo que menos había hecho allá había sido eso, estudiar: fue en la época del Mayo francés, volvió totalmente transformado. Cuando volvió de Tucumán nos reencontramos. Él me enseñó mucho de marxismo, yo me incliné a todo eso. Hicimos un casamiento como se hacían entonces: frente a los amigos. Tocó la marcha nupcial Juan Falú, que es muy amigo de Juan”.
“Luego vino el exilio, estuvimos cinco años viviendo el exilio interno en La Plata, pero nos avisaron que nos estaban buscando y tenían datos nuestros. Mi hermano Gerardo nos sacó clandestinamente a Juan, a mis dos hijos y a mí, a Brasil. A él lo desaparecieron. Estuvimos en Canadá un tiempo y después fuimos a México; trabajamos en la Universidad Veracruzana. Ahí conocí un poco el feminismo, ahí fui feliz. Como había perdido tanta biblioteca con el exilio, Juan compraba muchos libros y para justificar que gastaba tanto en libros compraba libros de feminismo y me los daba. Y él también empezó a leer sobre feminismo. Tuve la suerte de no tener un padre patriarcal y tampoco un compañero patriarcal. Volvimos al país en 1984”. Nina es hoy abogada de la Campaña por el Aborto Legal y secretaria de Género de Unidad Popular.
«Como había perdido tanta biblioteca con el exilio, Juan compraba muchos libros y para justificar que gastaba tanto en libros compraba libros de feminismo y me los daba. Y él también empezó a leer sobre feminismo. Tuve la suerte de no tener un padre patriarcal y tampoco un compañero patriarcal».
Hasta siempre…
En las últimas horas, distintos espacios políticos, compañeros y dirigentes, recordaron con emoción a Ferrante.
Su amigo, el destacado guitarrista tucumano Juan Falú, le dedicó una calurosa semblanza:“ Se nos fue Juan, el cura Juan de fines de los 60 que dejó los hábitos pero nunca la fe. El compañero Juan desde entonces, el tercermundista pionero en la construcción de la teología de la liberación. Con Juan y un grupo de nobles militantes, impulsamos la creación del Peronismo de Base en Tucumán, apenas comenzados los 70′. Desde esa pertenencia, caminó palmo a palmo la provincia que se incendiaba entre las luchas populares y la posterior represión del Operativo Independencia. Construyó ideología junto a los zafreros, ferroviarios, colectiveros, gráficos, con los estudiantes, con el sindicalismo combativo de la FOTIA y la Intersindical de Ingenios Cerrados. Iluminó con pensamiento y práctica. Comprendió la experiencia peronista de las mayorías populares y la urgencia de construir protagonismo obrero para avanzar hacia la Patria justa, Libre y Soberana, que para Juan era claramente la Patria Socialista. No aflojó jamás, ni en el pensamiento, ni en la palabra, ni el vivir. Hasta siempre Juan Ferrante”.
Por su parte, Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular, replicó el comunicado en el que el partido “expresa su más profundo pesar ante el fallecimiento de Juan Ferrante, destacado militante de los ‘70 y Cura del Tercer Mundo, que participó de la Regional Norte de la CTA de la Capital y tuvo una activa intervención en las asambleas barriales en el 2001”.
Juan y la historia
En un artículo de 2016, La Izquierda Diario relataba sobre Juan: «La Iglesia sufría en 1968 una fractura en su interior con la separación de un grupo de sacerdotes que habrían de conformar el Movimientos de Sacerdotes para el Tercer Mundo, quienes tuvieron gran participación en las manifestaciones y mucha presencia en el interior, realizando un trabajo de base muy importante entre los sectores populares. Por medio de una carta elevada a Monseñor Aramburu, entonces Arzobispo de Buenos Aires, objetaban ‘la mordaza por él colocada a los sacerdotes de la capital a fin de impedirles participar en hechos políticos o sociales’. Uno de los curas del movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo fue Ferrante».
Al respecto, La Gaceta de Tucumán decía en 1982: «Con motivo de celebrarse una misa en homenaje a los estudiantes muertos en Corrientes y en Rosario, durante los días previos al Cordobazo, en mayo de 1969, Ferrante pronunció la siguiente homilía: ‘Hoy los cristianos tenemos que dar testimonio en las enseñanzas de Cristo para que el combate que libran los estudiantes no sea en vano, pues si queremos hacer una revolución, tenemos que hacerla hasta el fin, y si caen algunos, que su sangre sea la semilla liberadora. Se dirá que instrumentamos la misa. Estamos aquí porque los cristianos no podemos estar ajenos al compromiso del hombre que busca crear una sociedad fraternal y justa. Cristo liberó a los oprimidos del faraón. Hoy hay muchos faraones de los cuales los hombres buscan liberarse. El espíritu guiará a los hombres hacia su liberación total. Los cristianos no deben desoír el llamado de liberación de los pobres, porque Cristo es el Dios de los pobres y los pobres deben liberarse para liberar a otros‘”
Ferrante también fue entrevistado para el documental El tucumanazo, que narra las jornadas de lucha y rebeldía vividas en la provincia norteña entre 1969 y 1972, cuando el pueblo se levantó resuelto a enfrentar a la feroz dictadura de Onganía. En la película, del director Diego Heluani y el historiador Rubén Kotler, de 2013, también participa, entre otros, Osvaldo Bayer.
Con motivo de celebrarse una misa en homenaje a los estudiantes muertos en Corrientes y en Rosario, durante los días previos al Cordobazo, en mayo de 1969, Ferrante pronunció la siguiente homilía: “Hoy los cristianos tenemos que dar testimonio en las enseñanzas de Cristo para que el combate que libran los estudiantes no sea en vano, pues si queremos hacer una revolución, tenemos que hacerla hasta el fin, y si caen algunos, que su sangre sea la semilla liberadora».