En un fallo dividido, la sala I de la Cámara de Casación Penal concedió la prisión domiciliaria al genocida Miguel Osvaldo Etcecolatz.
La decisión tomada por el tribunal no tendrá efectos concretos en lo inmediato, ya que sólo afecta a una de las causas por las que cumple condena. Sin embargo, Godoy plantea el antecedente que marcan estos fallos, en el marco de un determinado contexto político en relación al terrorismo de Estado perpetrado en nuestro país entre los años 1976 y 1983.