Redacción Canal Abierto | Los últimos datos del Indec fueron motivo de sonrisas en el oficialismo y de sospechas entre economistas y ajustados. Con el notición de que la pobreza bajó -en el primer semestre de 2017 en relación al último de 2016-, de 30,3% a 28,6%, la mayoría de los análisis giró en relación a la suba en la actividad económica y la desaceleración de la inflación. Ambos datos, sumados a los últimos tramos de aumento en las asignaciones familiares y las jubilaciones, explicarían por qué 630 mil argentinos más lograron acceder a la Canasta Básica Total que mide el umbral de pobreza.
Si bien el aumento en el nivel de indigencia empañó el optimismo, lo que equivaldría a decir que hay menos pobres pero más empobrecidos –un nivel que resulta ser incluso superior al verificado hacia fines 2015 (5,3%)- hay ciertos datos que se desprenden del informe oficial todavía más preocupantes. “En términos poblacionales, lo anterior implica que 12,5 millones de personas viven en hogares cuyos ingresos no logran cubrir una canasta básica total al tiempo que 2,7 millones pasan hambre”, sostiene el informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) titulado Más indigentes y menos pobres pero más empobrecidos. Las dos claves de la reciente publicación de pobreza.
El estudio da cuenta de otros dos datos relevantes. Por un lado que aunque la leve recuperación de la economía pudo haber traído, en 2017, “un marginal y acotado alivio en el empleo y los ingresos” con un consiguiente descenso temporario de la pobreza “no ocurre lo mismo con la indigencia, situación en la cual la combinación entre el deterioro del poder adquisitivo de políticas sociales como la asignación por hijo, con el incremento en el precio de los alimentos resultante de la quita de retenciones y la ausencia de regulaciones en lo oligopolios comerciales y productivos, dan como resultado un aumento de la población en dicha situación”, sostiene el informe.
El otro es que dos de cada tres argentinos considerado “no pobre” por la estadística oficial se encuentran en una situación económica que podría empujarlos hacia la pobreza al primer coletazo económico. “Al duplicar la línea de pobreza como modo de hallar una referencia para delimitar grupos poblacionales pertenecientes a sectores medios-bajos surge que, actualmente, nada menos que el 61,5% de la población se encuentra en esta condición y disponen de un riesgo social elevado de caer en la pobreza ante cambios bruscos de las variables económicas”, agrega el Ipypp.
La pobreza baja, pero el trabajo no sube
A los engañosos números del organismo estadístico oficial se suman los recientemente publicados por el Ministerio de Trabajo, que sostienen que en los últimos veinte meses hay 195 mil «trabajadores registrados» nuevos.
Desgranados, 143 mil de esos empleos corresponden a monotributistas y 55 mil son nuevos empleos en el Estado. Por el contrario, en el mismo período el empleo privado registrado cayó y cuenta 15 mil trabajadores menos. Con este dato, desde que asumió el gobierno de Cambiemos, ya son 60 mil los trabajadores industriales menos.