Redacción Canal Abierto | “Reformismo permanente», “consensos básicos”, “trazar un camino a futuro”. A sus anchas, y con el respaldo que la ciudadanía le otorgó el domingo 22 de octubre, Mauricio Macri realizó un discurso en tono de campaña ante dirigentes sindicales, empresarios y buena parte de los gobernadores, incluso opositores.
La primera referencia que lanzó el mandatario tuvo como eje las pasadas elecciones: “Confirmamos que se trata de un cambio de fondo, verdadero”. De inmediato marcó una línea de tiempo, entre el pasado “melancólico, del no se puede” a un presente de “esperanza, con pasos firmes y seguros”.
“Lo que vamos a hacer en el país, entre todos, es algo que hace muchas décadas no logramos en la Argentina”, siguió el Presidente, sin agregar más propuestas u objetivos que lo que calificó como su gran motivación: “terminar con la pobreza”.
“Reformar el país es darle las alas que necesita para volar en el mundo de hoy”. Con frases propias de un pastor religioso, durante los 43 minutos que duró su alocución Mauricio Macri apeló constantemente a una alianza ciudadana entre “gremios, empresarios y Estado”, cuyos representantes hegemónicos estaban allí presentes.
Luego, ya dejando atrás las caracterizaciones coloridas respecto del pasado reciente, el presente y pretensiones a futuro, el Presidente planteó una «agenda de reformas permanente» basado en tres ejes centrales: responsabilidad fiscal, empleo y calidad institucional.
De todos modos, Macri aclaró que las reformas se propondrán en su mayoría en proyectos que deberán pasar el filtro del Congreso.
Reducir el déficit (o el ajuste fiscal que se viene)
No podía ser mas claro a quien destinó Macri la frase con la que inició este punto: «no podemos gastar más de lo que recaudamos”. Allí estaban, en primera fila, gobernadores de provincias afines al oficialismo y opositoras, incluyendo la cuñada de Cristina Fernández de Kirchner, Alicia Kirchner, mandataria de Santa Cruz.
Desde su asunción, en diciembre de 2015, el Gobierno viene haciendo fuerte hincapié en la necesidad de reducir un déficit fiscal que en verdad es preocupante. En septiembre las cuentas públicas volvieron a “cerrar” con un rojo de $64.781 millones. Así, en los primeros 9 meses de 2017 el déficit fiscal suma $ 347.826 millones, un 85% superior al de igual periodo del año pasado.
Cabe aclarar que el agujero presupuestario no sólo se registra en la Administración Pública Central, sino sobre todo en las provincias (a cargo de servicios básicos como Salud, Educación y Seguridad) y municipios. Se trata de una de las deudas mas grandes desde la reforma constitucional hasta la actualidad, y la carta fuerte de cada Gobierno nacional a la hora de condicionar a gobernadores e intendentes mediante financiamiento para obra pública y gasto corriente.
“El miércoles vamos a presentar un proyecto de reforma tributaria”, afirmó en uno de los pocos anuncios concretos de la jornada. “Ya empezamos a bajar la carga tributaria, pero nos queda mucho camino por recorrer. Lamentablemente, tenemos impuestos que ningún país tiene, demasiados altos, con una distribución poco equitativa. La peor distorsión es la evasión impositiva».
“Tenemos que tener un discusión del sistema previsional”, comenzó Macri en relación a un tema que, se veía venir, iba a formar parte de los anuncios. Sin embargo, rápidamente buscó suavizar el tema para disipar las tensiones en torno a posibles medidas profundas en perjuicio de los jubilados: “estamos orgullosos de nuestro sistema universal, de la reparación histórica. El sistema seguirá siendo universal, público y de reparto, pero también debe ser justo”. Incluso sorprendió cuando, frente a representantes del Congreso y el Poder Judicial, señaló: “No debería haber jubilaciones de privilegio”.
Según trascendió el mismo día del discurso, el Gobierno pretendería ajustar las jubilaciones y los planes sociales por inflación, lo que significaría un ahorro de más de 100.000 millones de pesos.
Empleo (o la reforma laboral)
«Si queremos salir de la pobreza tenemos que crear más trabajo”. Al igual que en otros temas, el Jefe de Estado introdujo el tema vinculado al trabajo con afirmaciones de Perogrullo.
A continuación avanzó sobre lo que entiende como condiciones necesarias para llegada de capitales y la creación de empleo: «Vamos a presentar algunas iniciativas orientadas a la formalización del trabajo no declarado, crear nuevas formas de contratación, mejorar el equilibrio del trabajo y la vida familiar, combatiendo los excesos en la litigiosidad laboral». De esta manera, Mauricio Macri apuntó nuevamente a los juicios laborales, un mensaje no menor si tomamos en cuenta que en primera línea se encontraba Ricardo Lorenzetti, cabeza del Poder Judicial. Cabe recordar que la Corte Suprema tiene en sus manos varias causas que podrían sentar precedente en cuanto a limitación del fuero laboral, un tema por el que vienen frotándose las manos en el mundo empresario.
En un mensaje directo a los gremios, el jefe de Estado precisó que en el país hay 280 obras sociales de las cuales 240 representan el 30% de los trabajadores, y 40 al 70 por ciento. Allí estaban presentes los “popes” del triunvirato de la CGT, Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer.
El sector que quizás fue blanco de los ataques mas duros por parte del Presidente es el de los estatales: «hay repartidos por el Estado rincones y recovecos donde funcionarios de todos los gobiernos en todos los niveles logran ubicar amigos, parientes, militantes de sus agrupaciones. Un ejemplo es el de la Biblioteca del Congreso de la Nación que tiene más empleados que las bibliotecas más grandes del mundo, 1.700 empleados es un número escandaloso. Este tipo de estafas se tienen que terminar».
«No puede ser que durante 45 días esté interrumpido el servicio de la Justicia. Qué bueno sería que la Justicia dé el ejemplo», sentenció Macri.
Calidad institucional (o la tercera reforma del Estado)
En el tercer punto de lo que Macri presentó como la agenda para avanzar en consensos, el presidente se refirió a lo que definió como «reformas» para lograr un “Estado abierto, moderno y ágil».
Además, Macri usó este apartado para criticar lo que consideró «gastos» de la política, enumerando exceso de funcionarios en las legislaturas provinciales y privilegios de sectores del Poder Judicial, entre otras cuestiones.