Redacción Canal Abierto | El Foro Económico Mundial, también conocido como Foro de Davos, es una fundación con sede en Ginebra. Entra en la categoría de Organización No Gubernamental (ONG) u Organización de la Sociedad Civil (OSC). No obstante, la relevancia que las autoridades políticas y el periodismo mundial dan a este encuentro habla del poder que tienen los convocantes, las principales trasnacionales del planeta. Su objetivo declarado es “mejorar la situación del mundo”, un fin demasiado altruista para el millar de corporaciones miembro que ostentan facturaciones anuales de más de cinco mil millones de dólares.
El mundo visto desde “arriba”
A partir de 1991 el Foro Económico Mundial empezó a realizar su Asamblea Anual en la ciudad de Davos, un exclusivo centro turístico de deportes de invierno ubicado en los alpes suizos. Ese mismo año se desplomaba la Unión Soviética y el capitalismo se imponía a nivel mundial dando inicio a lo que se denominó la “globalización”. Desde entonces Davos fue más que un foro de debate y se convirtió en un faro desde donde irradiaron las ideas neoliberales que pretenden moldear el mundo a la medida de las multinacionales. Allí asisten, además de los gerentes o CEOs (Chief Executive Officers) de las mayores empresas mundiales, numerosos jefes de estado, funcionarios, algunos académicos y periodistas invitados. Incluso, las empresas participantes llegan a pagar hasta u$s 680.000 para tener acceso.
La convocatoria 2018 reunirá a unos 3000 participantes de más de 140 países. Además de los principales referentes del mundo de negocios, este año se espera la presencia de líderes políticos como el presidente norteamericano, Donald Trump, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica Theresa May, el Rey de España Felipe VI, entre otros. De América Latina participarán los presidentes presidentes de Brasil, Argentina, Colombia o Panamá, por nombrar sólo algunos. También estarán presentes alrededor de 10 presidentes de bancos centrales de distintos países del mundo.
Frente a ellos, la ONG Oxfam recordó el lunes que el 82% de la riqueza planetaria creada el año pasado en el mundo terminó en manos del 1% de los más ricos mientras que las mujeres pobres son las que menos se beneficiaron del crecimiento económico.
En este sentido cabe destacar que por primera vez la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos estará dirigida exclusivamente por mujeres: Isabelle Kocher, Chetna Sinha, Erna Solberg, Fon Mathuros Chantanayingyong, Fabiola Gianotti, Christine Lagarde (presidenta del FMI), Sharan Burrow, Ginni Rometty.
La agenda del mundo de negocios
Temas como los problemas medioambientales, los conflictos bélicos, los precios del petróleo y las crisis monetaria en ciernes asoman en la agenda del foro.
Los hombres de negocios utilizarán el encuentro para hacer lobby para sus empresas y consensuar sus estrategias corporativas. Los líderes de Estado, por su parte, aprovecharán el foro para avanzar en conversaciones con otros representantes de gobiernos y para atraer inversiones a sus países. Tal es el desafío del presidente Mauricio Macri, que participará con el antecedente negativo de que el propio Foro Económico Mundial sitúa a su país en el puesto 106º en el ránking de competitividad.
Los debates de Davos tienen una fuerte carga retórica, como el caso del llamado realizado en la anterior edición por el vicepresidente de EE.UU a los líderes mundiales para reunir esfuerzos en la investigación para la cura y el tratamiento del cáncer. Sin embargo, detrás de iniciativas como estas se esconde el lobby de los laboratorios trasnacionales que, en el marco de los tratados de libre comercio impulsados por EE.UU. (como sucede con el TPP), presionan para la inclusión de medidas de protección a la propiedad intelectual que ampliarán la vigencia de las patentes y dificultarán el acceso de las poblaciones pobres a los medicamentos.
Foto: Agencia Reuters