Por Corina Duarte | Por segunda vez en doce meses, el Entre Nacional de Comunicación (Enacom) ordenó la clausura de FM Ocupas 88.3, a pesar que estaban reconocidos por la ex AFSCA. La orden que recibieron fue “cerrar y desmantelar”. Mariano Sánchez, su director, repite: “nuestra radio funciona en un centro para personas con discapacidad, y el eje central de nuestro trabajo gira en torno a eso”.
Cuando recibieron la orden, apagaron la radio y siguieron funcionando por Internet porque cuando la intimación llegó se asustaron mucho. «Decía que si no lo hacíamos en tres días nos desmantelaban y decomisaban todos los equipos que a nosotros nos costó muchísimo poder tener”.
Meses antes los habían instado a dejar de transmitir porque provocaban interferencias con el aeropuerto. Una vez resuelta esta situación, no les permitían volver a prenderse. Ganada esa batalla, vino la clausura.
¿Por qué el Gobierno no deja que hablen al aire estas voces?
Los pibes llegan de Moreno con la remera de la radio. Se ubican en primera fila, sostienen carteles y conversan mientras escuchan lo que sale por los parlantes. Las sonrisas imperfectas no descansan frente a los celulares que los fotografiaban y los medios populares que les hacen notas.
Cada nota va acompañada de una foto. Algunas de todos juntos, mientras siguen sonriendo.
“El cierre de la radio nos tiene a todos bajoneados», cuenta Dani, locutor de Ocupándonos Juntos.
Rita se presenta como «pronosticadora del tiempo», y me asegura, con dificultad, que no va a llover. Yo le creo.
Gonzalo hace un programa de música que se llama El Desvío. «Gracias a Dios tuve un montón de oyentes hasta que llegó el Enacom y se vino todo abajo. No es lo mismo estar en el aire que por Internet. Siento una bronca total porque trabajan chicos con distinta discapacidad y deja mucha bronca. Es un derecho de expresión», manifiesta, consternado.
Jorge Cronopios -así se presenta- conduce un programa de «blues y rock&roll», como él mismo dice impostando la voz sólo en el nombre del programa. Esquema que repetirá más tarde, como una marca. «Enacom nos cortó la libertad de expresión”, sostiene con bronca.
Ismael hacía un programa los sábados a la tarde. «Estamos doloridos. Creo que la gente que vino a clausurarnos la radio no sabe cómo estamos trabajando. Somos 50 chicos con discapacidad y creo que tenemos nuestro derecho de tener nuestra radio comunitaria como teníamos hasta ahora. Es algo que realmente nos gusta. Yo a mis 46 años nunca tuve un programa y me gusta mucho». Ismael cree que las autoridades del Ministerio que preside Miguel De Godoy están «mal informadas».
El operador interviene en la radio por la que pasan educadores de la organización, sindicatos, organizaciones sociales. Se escuchan discursos entre el crochet que abunda en la calle Perú de una Buenos Aires húmeda en horas del mediodía. A los artesanos de la cuadra les molestan las actividades que se hacen en la puerta del Ministerio. Te piden que te corras, se ofuscan. Saben que ninguno comprará nada, que por más de dos horas van a escuchar voces que dicen que les están cortando su derecho a expresarse. Que los asfixian y persiguen económica, judicial y políticamente. Todo eso es cierto. Igual, no les importa.
Mariana ni se entera de eso y se para frente a la manta y sonríe con un cartel en la mano que dice «No al cierre de FM Ocupas». Tiene 28 años, ojos verdes, y era una de las conductoras de Una tarde con Amigos. Está en la radio desde 2015. Se encargará durante las casi dos horas que dura la actividad de traer testimonios y presentar posibles notas. Siempre bajo la atenta mirada de Laura.
«Soy una especie de multiuso -se autodefine Laura-. Apoyo a las maestras, ayudo a la cocina y también participo en la radio. Hacía el programa Una mañana ocupada. Cuando me enteré fue horrible. La cerraron por cerrarla. Ellos tienen que rever ese tema», cuenta señalando la puerta de despachos vidriados.
Nadie recibió a la radio ni a la Red de la que forman parte. La próxima semana, el jueves, la Comisión de Libertad de Expresión que preside Leopoldo Moreau se comprometió a recibirlos.
Desde el Foro de Radios Comunitarias (FARCO) sostienen: «estamos pidiendo no sólo la reapertura inmediata del medio como una condición básica porque no tienen ningún sustento, sino además la derogación y modificación de las normas que posibilitan cerrar arbitrariamente medios de comunicación”.
“Son dos resoluciones de Enacom de diciembre de 2016 y marzo de 2017 por las cuales a sola firma un funcionario de segunda línea puede decretar, no sólo el cierre de un medio como FM Ocupas, sino incluso la extinción de una licencia por demoras en pagos de tasas«, explica Pablo Antonini, su presidente.
En el barrio Cuatro Vientos, donde funciona la radio, se realizan actividades deportivas, recreativas, colonia de vacaciones, talleres de arte, y una radio comunitaria.
«Yo hablaba en la radio, a veces de deportes y otras veces de otras cosas», me dice serio Miguel Ángel. Tiene más de 40 y cuesta seguirle la mirada. «Todos los días tenía que aprender en mi casa las cosas que iba a decir y después iba a la radio y las decía. La radio tiene que abrir de nuevo porque cuando estamos ahí estamos mejor. Yo aprendí un montón de cosas en FM Ocupas», afirma y sonríe.
El operador ahora tira papelitos. La radio abierta termina. Nada queda en silencio, aunque lo intenten sostenidamente.