Redacción Canal Abierto | Frente a un cuadro económico complicado para la mayoría de la clase trabajadora, hay quienes la pasan peor: los inquilinos. Según un relevamiento privado, en los primeros cuatro meses del año quienes pagan alquiler en la Ciudad de Buenos Aires debieron afrontar aumentos un 45% más altos que los que sufrieron el resto de los precios.
Mientras en el primer cuatrimestre de 2018 la inflación medida por el INDEC fue del 9,6%, el Índice de Precios del Alquiler (IPA) de la consultora Oikos Buenos Aires estimó que los alquileres porteños sufrieron durante el mismo lapso aumentos del 14%.
Proyectados, los alquileres en 2018 aumentarían un 48%, mientras que la inflación va a ser 31,65%, más del doble que la meta oficial –ya recalculada- del 15%, porcentaje con el que fueron calculadas casi todas las paritarias que cerraron hasta el momento.
“Los datos confirman lo que venimos diciendo desde hace tiempo: los alquileres aumentan muy por encima de los índices de inflación y de variación salarial, los inquilinos destinan un porcentaje cada vez mayor de sus ingresos en el pago del alquiler y muchos están rescindiendo anticipadamente sus contratos porque no pueden pagar”, afirman desde Inquilinos Agrupados, organización que impulsa la Ley Nacional de Alquileres.
Este proyecto de ley fue aprobado por unanimidad en el Senado y regula el precio por un índice promedio entre inflación y salario, pero sigue cajoneado en la Cámara de Diputados.
Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados afirma: “A los inquilinos no les queda margen para cubrir el resto de sus gastos. Esta situación se manifiesta en el aumento de rescisiones anticipadas de contrato y en el atraso en los pagos”.
Actualmente, y sin regulación, el mercado inmobiliario empuja los precios hacia arriba. De acuerdo con la cuenta que realiza la organización, “si un porteño con un ingreso de $21.000 quería alquilar en enero pasado un dos ambientes en Almagro de $10.000, debía destinar el 47% de sus ingresos en el pago del alquiler (sin contar expensas, impuestos ni servicios). Si ese mismo inquilino quisiera alquilar ese departamento en enero de 2019, estaría percibiendo ingresos de $24.150 (15% de aumento anual) mientras que ese alquiler habría aumentado un 48%, es decir, $14.800. Por lo tanto, debería destinar el 61,2% de sus ingresos sólo para pagar el alquiler”.