Redacción Canal Abierto | “La represión es nuestro límite, si tocan a uno nos tocan a todos. Paro nacional para decir no a la represión y no a la violencia. Por la resolución de los conflictos nacional y provinciales y por la vigencia de la paritaria nacional docente”, manifestó Sonia Alesso, secretaria General de la Confederación de Trabajadores de la Educación.
En la tarde del martes 26 de junio la Policía de Chubut, gobernada por el peronista Mario Arcioni, reprimió con balas de goma y gas pimienta a docentes que se encontraban fuera de la Casa de Gobierno.
Al igual que en otros distritos, el reclamo era por recomposición salarial. Según plantean los gremios, los sueldos están congelados desde octubre de 2017.
“Lo último que ofrecieron fueron 750 pesos a partir de julio y 250 desde septiembre, algo excesivamente bajo que no recupera lo perdido en los últimos dos años, sin ningún tipo de clausula gatillo que nos garantice una recomposición futura”, señaló Santiago Goodman, secretario general de Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECH).
Desde principios de 2018, docentes y estatales de la provincia de Chubut se encuentran en plan de lucha: sin negociación de paritarias, pago de los salarios demorados y escalonados, sumado a problemas edilicios en las escuelas y falta de calefacción desataron diferentes medidas a lo largo y ancho de la provincia.
“Ya no creemos en la palabra del Gobierno, no podemos esperar más”, afirmaron los docentes.
La represión como política de Gobierno
Hace aproximadamente un mes una movilización de gremios estatales también fue reprimida cuando se manifestaban exigiendo la normalización de los pagos salariales, cosa que no ocurre desde octubre pasado, y la apertura de paritarias.