Redacción Canal Abierto | El gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta presentó un proyecto para reformar el Código Contravencional de la Ciudad. Bajo la el disfraz de una necesidad de otorgarle una perspectiva de género, artistas callejeros, trapitos, cuida coches y trabajadoras sexuales se verían perjudicados por la medida.
Georgina Orellano, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina, dialogó con Canal Abierto, en vísperas a la segunda audiencia que se realizará este 31 de julio en la Legislatura porteña, y explicó cómo esto afecta a las trabajadoras sexuales.
“Actualmente, en el código de convivencia de la Ciudad de Buenos Aires, ejercer el trabajo sexual en la vía pública de manera ostensible es una actividad ilícita, es una contravención, cuya penalidad es una multa, con días de trabajo comunitario y días en comisarías. Pero para nosotras, tal cual está explicitada nuestra actividad dentro del código, le otorga poder a las fuerzas de seguridad para que puedan tener en sus manos y en su poder la persecución policial hacia nuestras compañeras”, cuenta la militante.
Días atrás, la Legislación de la provincia de Buenos Aires derogó el artículo 68 del código de convivencia que penalizaba a las personas en situación de prostitución. La medida benefició a quienes la ejercen, y sobre todo al colectivo travesti trans.
“A nosotras siempre nos genera preocupación cómo las compañeras, teniendo hoy una ley de identidad de género, donde se tiene que respetar la identidad autopercibida, no son siquiera respetadas por las fuerzas de seguridad, las tratan en masculino, con discursos transfóbicos, y cuando las requisan, no lo hace personal femenino. Nos preocupa que ni siquiera respeten la ley de identidad de género, y que la violencia, siendo del colectivo travesti trans y migrantes, es mucho peor”, manifiesta Orellano.
Por otra parte, se refirió al debate por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, que tendrá su votación en el Senado el próximo 8 de agosto.
“Más allá de lo que suceda, hay algo que no va cambiar más. Es la acumulación del contenido político que tiene hoy el movimiento de mujeres lesbianas, bisexuales, travestis y trans. Las mujeres ya no vamos a ser iguales que antes. Sabemos que la calle es la herramienta de lucha. Hoy el actor principal en el escenario político actual es el feminismo que vino, no sólo a cambiar ciertas estructuras machistas y patriarcales, sino que también vino a poner en discusión y en debate un cambio cultural para vivir en una sociedad un poco más igualitaria”, exclama la trabajadora sexual.
Dentro del feminismo existen también sectores que en ciertos temas presentan posturas diferentes. La prostitución es uno de ellos. “Muchos argumentos que los espacios abolicionistas tienen con respecto a la prostitución, terminan siendo los mismos argumentos que tienen los llamados “Pro Vida” en la discusión del aborto. La discusión que nosotras planteamos es qué tipo de trabajo sexual queremos en Argentina”, explica Orellano. Y agrega: “Desde AMMAR decimos: Sabiendo que es algo que existe y que no se puede negar más. ¿Queremos que siga siendo clandestino, con poder para la policía, con personas que van detenidas por el solo hecho de haber decidido ejercer el trabajo sexual, o queremos un trabajo sexual legalizado, con derechos para las trabajadoras?”.