Redacción Canal Abierto | Ante la falta de reglamentación para el autocultivo de cannabis con fines medicinales, los inscriptos en el registro del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, recurrieron a la Defensoría del Pueblo bonaerense para que intervenga en esta cuestión.
Desde la dependencia respondieron al pedido, solicitando al Ministerio de Salud de la Nación que autorice a pacientes y familiares con diferentes enfermedades el autocultivo de cannabis con fines medicinales hasta tanto el Estado garantice el acceso gratuito al aceite de cáñamo y sus derivados.
Laura García, miembro de Mamá Cultiva, comentó al respecto: “Nuestra situación es de ilegalidad. Estamos infringiendo una ley penal. Nosotros ya manifestamos que cultivamos y lo vamos a seguir haciendo porque es necesario, porque es un tratamiento médico alternativo para nuestros nenes”.
Esta norma faltante es la que da el marco al registro para recibir el aceite de manera gratuita que, por ahora, es importado. Además, establece que el Estado debe impulsar, a través de los laboratorios de producción pública de medicamentos, la fabricación de cannabis en todas sus variedades y su eventual industrialización en cantidades suficientes para su uso exclusivamente medicinal, terapéutico y de investigación.
En esa línea, también autoriza al Conicet y al INTA a cultivar, organismos que, de todas formas, expresaron que aún no recibieron los fondos necesarios para hacer frente a esta tarea.
Niños y niñas que padecen epilepsia refractaria, cáncer, artritis, fibromialgia, VIH, no pueden aliviar el dolor por no poder acceder al aceite de cannabis de manera gratuita y sus derivados en variedad de cepas para su rotación, tal como lo establece la ley 27.350.
Además, el único laboratorio que está autorizado es Charlotte´s Web, de Colorado, estado en el que se encuentra legalizado el cultivo de marihuana. En Argentina existe una sola empresa que lo importa desde Estados Unidos. Una vez recibida la autorización para comprar, la operación la debe hacer el usuario. No se permiten importar grandes cantidades. Para cada compra se debe volver a gestionar la autorización. Finalmente el pedido llega a Ezeiza, donde hay que recorrer otras 5 oficinas antes de salir del aeropuerto.
El frasco de aceite ronda los US$ 400. Con el dólar como está hoy, es una inversión de $ 11.239 aproximadamente. “Es en dólares, es costoso, las obras sociales no lo están reconociendo, así que no nos queda otra más que cultivar, suministrarlo y probarlo nosotros mismos. Desde Mamá Cultiva no estamos a favor del importado, porque además del costo, te puede servir para un tiempo y para otro no, hay que rotar de cepas, diferentes tipos de cannabis, por ende no solucionaría la cuestión”, manifestó García.
Por su parte, Guido Lorenzino, defensor del pueblo de la provincia de Buenos Aires, expresó: “Consideramos que esta ley debe tener una mirada mucho más profunda y más empática con el sufrimiento del otro, para que pacientes y familiares con distintas enfermedades graves puedan beneficiarse con estos productos».
Y aseguró que “es fundamental arbitrar las medidas necesarias a fin de garantizarles a los pacientes y a sus familias el disfrute del más alto nivel posible de salud que les permita vivir dignamente”.