Redacción Canal Abierto | Tres días antes ya se sabía que la derrota era inminente. Senadores y senadoras votarían en contra de la legalización del aborto legal, seguro y gratuito.
Así fue. Sin embargo, los alrededores del Congreso estallaron. El grito de las mujeres se hizo sentir y la alegría invadió los cuerpos.
Dora Barrancos, obtuvo esta semana la Mención de Honor “Senador Domingo Faustino Sarmiento” en reconocimiento a su trabajo por la igualdad de género y su constante aporte en la promoción de los derechos de las mujeres en los distintos ámbitos de la sociedad . Historiadora, socióloga y referente feminista reflexiona con Canal Abierto sobre el rol protagónico de las mujeres en el último tiempo, y cómo han podido ir modificando las bases culturales de la sociedad para poder pensar en un mundo – un poco- menos machista.
¿Cómo percibió el pasado 8 de agosto la manifestación a favor del Aborto Legal, Seguro y Gratuito?
– Dora Barrancos: Fue una extensísima manifestación en las calles de mujeres muy jóvenes, pero de todas las clases sociales. Mostró un desenlace de lo que se venía precipitando. Hubo estrépito en la manifestación pública, en el orden de los gestos, que casi se escuchaban».
¿Cómo continúa la lucha luego de que no se apruebara la ley a pesar de la multitud en la calle?
– Es una derrota que tiene todo el sabor del gran triunfo por la magnitud de la manifestación, por el derecho a la decisión, a la autonomía. Es una derrota pírrica porque estoy segura que se va a volver en contra de algunos de los propios actores que, lamentablemente, no estuvieron a la altura de la historia.
¿El derecho a la ley de interrupción voluntaria del embarazo, tiene que ver sólo con la salud pública?
– Es una cuestión de salud pública pero también elemental en el reconocimiento de la penalización letal a las mujeres. El Estado debe devolvernos a las mujeres la plenitud del derecho al goce sexual. La sombra fantasmática del embarazo acompaña a toda mujer en el acto sexual heterosexual, y a toda persona gestante que eventualmente tuviera relaciones sexuales. No hay posibilidad de conciliar ninguna tranquilidad frente a la fiabilidad de los métodos anticonceptivos. Todos los métodos que tomen las mujeres “responsablemente” pueden tener fallas. Es una cohibición del derecho a la sexualidad y está expulsado ese derecho, porque el mandato patriarcal confesional para las mujeres es tener relaciones sexuales para reproducir.
¿Está de acuerdo en pensar que los senadores que votaron en contra lo hicieron porque sus provincias son conservadoras?
Me niego a condenar por conservadoras a las provincias porque sus representantes senatoriales sean tan conservadores. Son representantes de una parte, es completamente ficcional. Lo que hay que hacer en la misma ciudad de Buenos Aires, cuyos representantes no nos simbolizan, es agudizar mucho más los sentidos en la selección para que finalmente estas cuestiones se tornen centrales. La ciudad de Buenos Aires tiene una imposible representación.
¿Qué rol deberían ocupar los hombres en relación a la lucha feminista y al aborto legal?
– Los hombres, si nos ayudan a autolimitarse y a extinguir el patriarcardo, van a ser mucho más felices, se van a sacar una mochila de plomo. Es verdad, tuvieron el poder, son regentes, son todavía decisivos en los medios. Abundan los escenarios puramente testosterónicos, que cada vez más son más incisivos y tratan de ser políticamente correctos y entonces dicen ‘hay que introducir mujeres’. Pero, todo esto data del siglo XIX. Ahora se van a poder liberar, y autorizar para otras cuestiones como por ejemplo, demostrar las emociones en público y dejar de ser los principales proveedores. Van a devenir en actores centrales de la vida doméstica porque ahora son actores periféricos.
¿Considera que ha habido cambios en la Justicia en materia de derechos para las mujeres?
– Ha habido una modificación aunque le cuesta muchísimo adherir a los nuevos derechos. Creo que en algunos lugares, el movimiento es más intenso, hemos recogido fallos muy interesantes, con una nueva perspectiva aunque no siempre una jueza interpreta antipatriarcalmente la norma. En el senado y en diputados han votado muchas mujeres. Hay todavía un sortilegio patriarcal en esas habitaciones de la subjetividad. Hay manifestaciones en casi todas las provincias de los tribunales superiores. Encuentro mucha gente que está dispuesta a transformar y hay que apostar entonces a eso, será un poco más lento.
En de las universidades, ¿cómo se percibe el movimiento feminista?
La situación de cambio que ha habido y que han producido las mujeres, también les ha dado vuelta la mente a muchísimos compañeros varones, estoy segura que el tránsito tan rápido y vertiginoso también les cambió la cabeza. Debemos esperar y pasar este mal trago, esta experiencia tremenda y regresiva en materia de presupuestos. Cuando salgamos de la crisis, se verá muy claro el nuevo papel más protagónico que van a tener las mujeres. Hay una apuesta fundamental a que eso ocurra.
Foto: Georgina García