Redacción Canal Abierto | La recesión alcanzó el presupuesto familiar y pegó de manera significativa durante los meses de diciembre 2018 y enero 2019. De acuerdo a un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), hubo cambios con tendencias descendentes en el consumo de ciertos rubros.

Desde septiembre del año pasado, el CEPA realiza este relevamiento para ver la tendencia en los comportamientos de consumo. Desde el 10 de diciembre de 2018 al 25 de enero de 2019, el rubro que mayor disminución mostró fue la recreación, con una caída del 61%. Con una economía recesiva, es lógico pensar que los principales recortes se encuentren por esa línea.

Lo preocupante, y en concordancia con el incremento en los precios, es la baja en el consumo de carne que cayó un 48%. En tercer lugar se encuentra el consumo de gaseosas, jugos y sodas con un 44% menos. Esto último se expresa en el reciente conflicto de Coca Cola. La empresa líder en este mercado comenzó con los despidos masivos y hay peligro de cierre de las embotelladoras.

Así como hubo menos consumo en estos productos, hubo otros que aumentaron. Las frutas y verduras en este caso tuvieron un incremento del 14%. Esto tiene que ver, en parte, con la sustitución alimenticia, y por otra, con el comportamiento natural en los meses de verano, donde estos productos suelen aumentar.

Los fideos, harinas y arroces ocupan el segundo lugar en la lista en crecimiento con un 13%. Son alimentos relativamente más baratos y una fuente de hidratos de carbono que suele utilizarse para suplir otras de mayor costo.

Además, el 35%  de los encuestados disminuyó el consumo de lácteos, el 24% frutas y verduras, el 41% el combustible, y el 23% de medicamentos.

“Cabe destacar que estos guarismos se corresponden con el período de cobro del aguinaldo por parte de los trabajadores registrados, lo cual hace que la caída registrada, aunque levemente inferior a los dos meses previos, resulta sumamente preocupante. En esta misma línea, con relación al incremento, existe apenas un porcentaje de aproximadamente 10% que manifiestan haber incrementado el consumo de alguno de los rubros”, aclaran desde el CEPA.

Como la encuesta fue realizada dentro de los meses vacacionales, las preguntas incluyeron este tema. El 51% indicó haber cambiado los hábitos vacacionales, el 15% no planeó hacerlo, y otro 15% estaba indeciso al momento del cuestionario. Sólo el 20% manifestó no haber hecho cambios o modificaciones en su consumo.

Esto va en línea con otro informe del CEPA que habla de los costos que tiene una familia tipo – de cuatro integrantes- para vacacionar. La versión gasolera llega a los $13.060. Mientras, una opción más confortable, en materia de viaje y alojamiento, alcanza los $62.879. En ambos ejemplos se habla de costos por una semana.

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