Redacción Canal Abierto | El Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) presenta ¿Quién mató a mi hermano?, una película realizada por Ana Fraile y Lucas Scavino. El documental narra la búsqueda de justicia de Vanesa Orieta y el grupo de Familiares y Amigos de Luciano Arruga, el joven desaparecido el 31 de enero de 2009 en Lomas del Mirador y cuyo cuerpo apareció como NN en octubre de 2014.
En el marco de su proyección en el BAFICI -festival que se desarrolla entre el 3 y el 14 de abril- y con entradas agotadas para todas las funciones, uno de sus realizadores, Lucas Scavino dialogó con Canal Abierto sobre las distintas etapas de producción del film.
¿Cómo fue el acercamiento al caso de Luciano?
Inicialmente nos acercamos a la historia de Luciano a través del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica, un colectivo de abogados de La Plata, que había elaborado un manual de derecho para organizaciones de derechos humanos. A través de ese manual, con el que nosotros estábamos armando un programa para la sección joven de Encuentro, conocimos la historia de Luciano. Unos años después retomamos el tema a través de una convocatoria de Al Jazeera, la señal qatarí de televisión, que proponía hacer documentales de impacto social en las comunidades locales y eran programas de media hora. A nosotros se nos ocurrió ver a Vanesa, porque a esa altura estaban en proceso de recuperar el espacio donde funcionaba el destacamento policial en Lomas del Mirador. Ellos lo habían expropiado y habían iniciado el proceso de transformarlo en un espacio social y cultural para la memoria. Nosotros le propusimos hacer este piloto para Al Jazeera con el compromiso que si no salía, íbamos a seguir registrando su labor. Charlando nos fuimos entusiasmando y planteamos armar un largometraje. Fuimos tomando registro periódicamente del trabajo del grupo de familiares. Ahí empezamos a tener relación más directa con Vanesa y con el grupo
En este interín en el que ustedes estaban elaborando el documental apareció el cuerpo de Luciano como NN en el Cementerio de la Chacarita. ¿Cómo fue la reelaboración del documental?
Los primeros contactos con Vanesa fueron hace 5 años, marzo o abril de 2014. El cuerpo de Luciano apareció el 17 de octubre de 2014. Durante ese 2014 fuimos tomando registros personales para empezar a construir el guión, que se iba a llamar ¿Dónde está mi hermano? centrado en la búsqueda del cuerpo de Luciano. Tuvimos el guión para mediados de octubre. Justamente la estábamos por presentar al INCAA y el mismo día que estábamos yendo al Instituto nos llama Vanesa avisándonos que había aparecido el cuerpo de Luciano. Ahí tuvimos que dar marcha atrás con ese guión y tuvimos que reelaborar muchas cosas con proyección a futuro. Entonces empezaban a abrirse líneas de relato muy distintas y nos parecía que obviamente teníamos que incorporar esto que estaba sucediendo al guión. La realidad es que cuando estás haciendo un documental tenés que estar muy permeable y atento a lo que sucede alrededor tuyo y lo que va pasando con un tema de actualidad como es este caso.
¿Cómo impactó este cambio en el producto final?
Eso se reflejó en el afiche. Después de terminada la película, con el diseñador recuperamos esta anécdota y la incluímos en el diseño del afiche. Nos parecía muy fuerte el concepto de que la realidad te vaya dictando y cambiando la percepción de lo que va sucediendo. En nosotros el trabajo en sí fue echar para atrás, barajar y dar de nuevo. Hubo un trabajo de meses de reelaboración para poder incorporar lo que la realidad iba dictando. Inclusive nos tomamos un tiempo para ver como seguía toda la causa, como iba cambiando después de la aparición del cuerpo. Hay un montón de cosas que aparecían como nuevas posibles formas que podía ir adoptando el guión
Entonces, ¿lo que estaba planteado como un posible final terminó siendo el principio de la película?
En un punto terminó siendo el principio. A los pocos meses conseguimos declaración de interés del INCAA. Ahí dimos inicio al rodaje y registramos la marcha posterior al encuentro de Luciano. Esto fue a los 6 años de la desaparición. Todos los 31 de enero el grupo de familiares organiza una marcha con distintas actividades. En esa oportunidad fue un recorrido desde el barrio 12 de octubre hacia donde Luciano había tenido el accidente. El causal de la muerte, según la autopsia que le hicieron en el Hospital Santojani, fue un accidente que tuvo intentando cruzar la General Paz por un lugar no habilitado para el cruce. Registramos esa marcha. En nuestra intención de darle una dimensión bastante más amplia que la local al proyecto, planeamos junto con Vanesa y el grupo un viaje a Ginebra. Ellos ya habían hecho una presentación del caso de Luciano en la Comisión por los Derechos del Niño. Entonces queríamos llevar la actualización del estado de la causa, que había aparecido el cuerpo para insistir en el reclamo para presionar al Estado argentino en la búsqueda de los responsables materiales, políticos y judiciales
Una de las proyecciones fue en un festival en Núremberg. ¿Cómo fue la recepción, teniendo presente que se trata de un hecho local?
En Nüremberg hay una semana de cine latinoamericano. Nosotros programamos la proyección en conjunto con una cátedra de Derechos Humanos, aprovechando que Ana, la codirectora, está viviendo allá en Alemania. Ella estuvo en la proyección y se asombraba de la recepción que tenía en el público que veía la película. Veían un hecho que era muy similar a lo que pasa en sus diversas comunidades. En esa cátedra hay gente que viene de muchos países distintos y les resonaba el caso con mucha identificación. Podían reconocer en Vanesa y en el grupo su propio caso en cada uno de sus países. Nos parecía que no deja de ser significativo el hecho de que algo que, a priori al espectador argentino o particularmente bonaerense, se presenta como una problemática muy local no lo es para nada, sino que más bien es bastante universal.
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