Redacción Canal Abierto | A 60 años del nacimiento del periodista y activista por los derechos humanos, Roberto Jáuregui, organizaciones presentarán un proyecto de ley para declarar el 12 de agosto como Día de la VIHsibilidad de los Derechos de las Personas con VIH, en reconocimiento a su memoria.
Entre las impulsoras de esta iniciativa se encuentran la Fundación Huesped, la Asociación Ciclo Positivo, la Fundación GEP, la diputada Nacional Gisela Marziotta y demás redes de activistas. “Homenajear a Jáuregui es fundamental considerando su historia y que fue él también un impulsor en Argentina de lo que es el activismo de las personas que viven con VIH”, señaló Marina Abascal, activista en Ciclo Positivo e integrante de la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos.
Y agregó: “Claramente hace falta más que un 1 de Diciembre para poder visibilizar cuál es la situación de una persona que vive con VIH. Con esta ley también lo que se espera es que desde el Ministerio de Educación, cada 12 de agosto -a partir de la promulgación- se pueda capacitar en todos los niveles educativos acerca de los derechos de las personas que vivimos con VIH. Por lo general de lo que se habla es de métodos de prevención y otros temas más biologicistas, pero a nivel derechos no se capacita”.
Además, tras cuatro años difíciles y marcados por las protestas, la faltante de medicamentos antirretrovirales y reactivos para los exámenes de VIH continúa siendo un problema que se agudizó con la pandemia. Durante julio, desde Ciclo Positivo relevaron que al menos 13 jurisdicciones tienen inconvenientes con la provisión de tratamientos.
Por otra parte, Abascal comentó: “También están los hechos de discriminación tanto en el ámbito laboral como el educativo, incluso dentro del propio sistema de salud. A un par vertical (persona que nació con VIH) le negaron una cirugía porque era riesgoso para ellos. Hay mucha desigualdad todavía y estas son las cosas que deben hacerse visibles también”.
El próximo 16 de agosto se cumplen 30 años de la sanción de la Ley Nacional de SIDA y desde las organizaciones también impulsan un proyecto que permita la actualización de esta norma, que además incluye a la hepatitis, tuberculosis y otras enfermedades de transmisión sexual. “En su momento fue maravillosa, pero 30 años más tarde quedó bastante obsoleta, justamente porque no abarca este tema desde los derechos humanos”, resaltó la activista.
Otra de las claves de esta nueva ley es la formulación de medicación pediátrica que toca de lleno algo poco hablado como lo es la niñez viviendo con VIH. “Podemos entender que hace 30 años no haya habido, pero en el 2020 que no la haya y que los cuidadores de esos niños hoy tengan que agarrar un cuchillo para partir la medicación no nos parece justo. Además está también la asistencia que un niño con VIH debe recibir. El VIH es una enfermedad social y hay que imaginar al niño en esa situación de ser señalado por la sociedad”, finalizó Abascal.