Por Sofía Acosta | Comienzan las actividades en Bolivia con el arribo de delegaciones internacionales para acompañar, el domingo 8, la asunción de los candidatos ganadores por el Movimiento Al Socialismo (MAS) Luis Arce Catacora y David Choquehuanca.
La vuelta a la democracia en el Estado andino-amazónico ha sido celebrada en toda Latinoamérica y en Argentina en particular por haber sido el refugio del principal líder del MAS, Evo Morales Ayma y de uno de sus candidatos a senador más jóvenes, Orlando Pozo.
«Llegué a ser senador electo por el departamento de Santa Cruz a través de una elección que el MAS ganó democráticamente en 2019, con los candidatos Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera. Esa victoria fue robada por el golpe cívico-militar, el mismo que desembocó en un gobierno de facto y que instauró el terrorismo de Estado. En mi caso, me acusaron de sedición, de terrorismo, venían por mí. Tengo compañeros de campaña que siguen presos. Viendo esa situación tomamos la decisión de exiliarnos en la Argentina», cuenta Pozo a Canal Abierto.
Pozo, de familia campesina oriunda de Aiquile, un pueblo ubicado entre Cochabamba y Santa Cruz, fue electo en 2019 con 26 años, pero no alcanzó a asumir. Esta vez, fue el único candidato en el exilio y realizó su campaña con la colectividad boliviana residente en Argentina, en el territorio y junto a las organizaciones.
Los votos de los residentes bolivianos en el extranjero fueron cruciales. Se inscribieron 301.631 ciudadanos en el exterior, de los cuales, según publicó el Tribunal Supremo Electoral (TSE), 112.249 (68,95%) eligieron al MAS, mientras que en segundo lugar optaron por el partido liderado por Carlos Mesa que obtuvo 27,275 (16,75 %).
«Desde aquí hicimos la resistencia porque salimos a recuperar la democracia de un gobierno popular. Pudimos contrarrestar lo que estaba pasando en Bolivia, principalmente dar impulso y apoyo al pueblo boliviano que durante once meses resistió para recuperar la democracia. Luchamos y conseguimos ganar con más del 55%, en una elección popular y democrática. El pueblo, a través del voto decidió ganarle al golpismo y ponerle un freno al fascismo», afirma el dirigente.
Hace un año grupos afines al gobierno de facto quemaron públicamente la Wiphala (bandera Qechua Aymara). La destrucción del emblema indígena representó el querer acabar simbólicamente con los derechos de los pueblos originarios y sus culturas.
«Quisieron llevarnos a que haya mayor exclusión y que los pueblos indígenas y campesinos sean marginados, pero el 18 de octubre significó justicia democrática, recuperamos la soberanía y la dignidad. Ahora vamos a poder regresar a nuestro país, abrazar a nuestras familias, compañeros y al pueblo boliviano que a través del voto decidió ganarle al golpismo», resalta Pozo.
Al pueblo latinoamericano
En sus últimos días de residencia en la Argentina, Orlando Pozo fue recibido por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) desde donde agradeció el trabajo realizado por la organización para el desarrollo de las elecciones y se comprometió a seguir trabajando para «profundizar los procesos y los tejidos político”.
Desde la sede de ATE Nacional, en la ciudad de Buenos Aires, el senador envió un mensaje al pueblo latinoamericano: «Saludamos a todo el pueblo Latinoamericano desde la Patria Grande, un hermano latinoamericano exiliado a raíz del Golpe de Estado que se ha dado en Bolivia. Agradecer por todo el acompañamiento de todas las organizaciones argentinas, de este pueblo revolucionario que ha dado la posibilidad de que Bolivia recupere su democracia, soberanía y dignidad”.