Redacción Canal Abierto | “Son personas cada vez más grandes de edad que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras. Y si uno mira el nivel socioeconómico, o en términos de capital cultural, al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores más bajos socioeconómicos los que eligen estudiar la carrera docente”.
Las expresiones de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, encendieron las alarmas, las redes, la indignación pública y la organización, cuando decidió –una vez más- hacer pública su mirada estigmatizante sobre los y las docentes y sobre los sectores populares.
Esta vez fue un Zoom con el diputado del PRO Fernando Iglesias, el lugar donde desarrolló sus teorías sobre lo que debe y no enseñar un educador, culpabilizó a los Institutos de Formación (donde “hay un sesgo cada vez más claro” y se enseña de forma “precaria y politizada”, aseguró), e invitó a los padres a denunciar a los docentes que incurrieran en “bajadas de línea”.
#RenunciaAcuña, #FueraAcuña, y #OrgullosamenteDocente abrieron esta mañana las tendencias en Twitter, la red más politizada, que clama por la cabeza de la funcionaria.
Denuncias a la vieja usanza
Desde las organizaciones, también llovieron los repudios. “No podemos tolerar declaraciones agraviantes contra quienes a diario se ocupan de educar, pero también de enseñar solidaridad”, sostuvieron en un comunicado distintos organismos de derechos humanos, entre ellos Abuelas y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital, y la APDH.
“La ministra habla de la importancia de enseñar a pensar, mientras estigmatiza a los docentes que trabajan y luchan por mejorar sus condiciones para formarse como actores partícipes de la educación y no como tecnócratas fuera de su historia. Instala la desconfianza sobre la tarea docente en las familias, como si padres y madres debieran cumplir una tarea de vigilancia sobre quienes han estudiado para enseñar, deslegitimando su labor. Incluso insta a la denuncia como en las peores épocas de nuestra historia –continúan-. Las palabras de la ministra lastiman a toda la sociedad y merecen más que unas disculpas. Instamos al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, a tomar medidas, porque estas declaraciones no constituyen un hecho aislado: son la ideología con la que se piensan las políticas públicas de educación en la ciudad que más recursos concentra y que menos igualitariamente los distribuye”.
En el mismo sentido, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, puso el acento en que las palabras de Acuña reflejan “un discurso sostenido históricamente por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, destacó que en pandemia fueron “los mismos docentes a los cuales denigra quienes hicieron posible la continuidad pedagógica sin recursos suministrados por el gobierno”, y resaltó: “La ministra confunde maliciosamente ideología partidaria con el sentido político que toda educación debe tener porque parte de la función de la escuela es propiciar la constitución de seres sociales, políticos y democráticos”.
Un sector de madres y padres porteños, en tanto, organizados en Vacantes para tod@s en las escuelas públicas –espacio que reclama por las vacantes faltantes en distintos niveles educativos de la Ciudad– también se pronunció.
“La ministra, en diversas apariciones públicas, viene dando demostraciones de su pensamiento deficitario que significa básicamente culpabilizar a las víctimas –sostienen-. Cerró salas, grados, cursos y escuelas enteras. Proliferaron los Centros de Primera Infancia que no son escuelas, que generan recorridos escolares diferenciados para las infancias empobrecidas (…). La ministra y el equipo de gobierno que integra hace casi 14 años son responsables de la falta de oportunidades de nuestrxs estudiantes, de sus condiciones de desigualdad de oportunidades y esta problemática no hace más que profundizarse con sus acciones y discursos estigmatizantes que reproduce por todos los medios masivos de comunicación donde su voz es la única que se expresa. Es inadmisible que una persona con este tipo de pensamiento esté al frente del Ministerio de Educación”.
Más de 5.000 firmas en cuatro horas
El sector docente también se hizo oír. Desde UTE, uno de los gremios mayoritarios, denunciaron a Acuña ante el INADI por “declaraciones discriminatorias”.
Ademys, emitió un comunicado titulado Total repudio a la política totalitaria de Acuña, donde afirma que en la ministra “que no es docente”, en sus declaraciones “mostró su cara más real, desnudando cuál es la política educativa de este gobierno, que pretende una escuela aséptica, totalitaria, vacía de contenidos, con docentes y alumnxs dóciles, dispuestxs a ser lxs futurxs alegres excluidxs del mañana” y exige su renuncia.
Por su parte, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, consideró que las declaraciones de Acuña “son sumamente injustas e incoherentes en un momento donde toda la comunidad docente ha desplegado un enorme compromiso”. “Debería haber un pedido de disculpas por parte del gobierno de Rodríguez Larreta por esas declaraciones”, manifestó en El Destape Radio.
En la Web, una campaña pública iniciada esta mañana en Change.org, junta firmas de docentes para pedir la renuncia de la funcionaria ya que sus dichos “afectan directamente nuestra dignidad evidenciando un claro desprecio por nuestro rol de educadores”, aseguran. Al cierre de esta nota, había superado las 5.500 firmas en cuatro horas.
Foto: Revista Gente