Redacción Canal Abierto | Los trabajadores del sector agroindustrial ratificaron este lunes el paro por tiempo indeterminado que mantiene paralizados desde hace veinte días todos los puertos exportadores de las empresas Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, COFCO, Terminal 6, Molinos Río de La Plata y Aceitera General Deheza (AGD), como así también a las plantas que proveen el mercado interno.
Desde los sindicatos aseguran que la diferencia más fuerte que subsiste entre ambas partes se resume en lo siguiente: ya resuelta la recomposición salarial del 2020, para el primer tramo del 2021 los aceiteros exigen un 25% de incremento con un único pago en enero.
Las empresas agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), por el contrario, ofrecen un aumento fraccionado en tres cuotas en los primeros siete meses del año próximo (13 en enero, 6 en abril y 6 en julio).
“Ellos dicen que no pueden pagar y eso es mentira, por eso nosotros queremos que la patronal se siente a negociar con los balances de las empresas. No sólo todavía no presentaron los de este año, sino que deben incluso de anteriores ciclos”, asegura a Canal Abierto el pro Secretario Gremial de la Federación Aceitera (Ftciodyara), Miguel Ferreyra. “De todas formas, no se trata de pedir dinero por el sólo hecho de que lo pueden pagar, queremos salarios dignos que cubran las necesidades de nuestras familias”.
El costo salarial -según los cálculos de Ftciodyara- oscila entre el 0,5 y el 1,5% de la facturación. Es decir que de cada $100, las empresas destinan en promedio $1 en salarios, contribuciones y otros aportes.
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Hoy por hoy, un trabajador de la categoría más baja del sector gana $69.000 en mano. “Nosotros queremos que a partir del 1 de enero llegue a $92.000, pero las empresas ofrecen alcanzar esa cifra recién en julio de 2021”, detalla Ferreyra, trabajador del área de carga de camiones de la planta industrial de Tancacha, donde la empresa Bunge produce un promedio de mil toneladas diarias.
Según trascendió, no todas las empresas del sector sostienen posturas intransigentes. De un lado, AGD (Aceitera General Deheza) y Glencore sostienen una línea duras, sin voluntad negociadora, que en alguna medida se debe a la baja adhesión a la huelga en sus plantas. El resto de las gigantes cerealeras y aceiteras mantienen posturas dialoguistas, desesperadas por terminar el conflicto y continuar con la facturación.
El Ministerio de Trabajo convocó a las partes a una nueva audiencia de conciliación –la número 17 – que tendrá lugar el martes 29 a las 11 en la sede de Leandro N. Alem 650.
Interna patronal
Históricamente, CIARA fue el representante de la voz patronal. Hoy la Cámara está más preocupada en jugar un papel más político al interior del Consejo Agroindustrial Argentino, en una clara disputa con la Sociedad Rural y las demás entidades que conforman la Mesa de Enlace.
Por su parte, el Ejecutivo nacional no piensa mover un dedo para alivianar esta nueva grieta que viene produciéndose al interior del mundo patronal. Es más, en lo que va del año, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idigoras mantuvo cerca de 20 reuniones con un Gobierno.
Claro está, el acercamiento encubre pedidos y promesas a ambos lados del mostrador: por un lado, la CIARA reclama una reducción de retenciones y una flexibilización en las obligaciones de liquidar en Argentina los dólares de las ventas en el exterior; a cambio, las empresas prometen más inversiones y creación de puestos de trabajo.
CIARA y los gremios volverán a juntarse el martes, otra vez mediadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación. En esta oportunidad, los gremios no sólo volverán a presentar los porcentajes y cifras con las que vienen trabajando economistas y abogados que colaboran con la FTCIODyARA. Ahora también se suma el pago de los días de huelga que ya fueron descontado, y que en las bases vienen generando un fuerte malestar y presiones para alcanzar un acuerdo.
En la vereda de enfrente, todo indica que la cerealeras y aceiteras volveran a ceder tan sólo un margen de ganancias frente a los 100 millones de dólares que dicen perder por día fruto de la protesta. Sobre esta cifra, el titular del FTCIODyARA Daniel Yofra había chicaneado días atrás: “quiere decir que con un solo día de paro pagaban el sueldo anual de todos los trabajadores aceiteros”.
En el medio, y con miras descomprimir el conflicto y acelerar el ingreso de divisas, el Gobierno está dispuesto a acercar posiciones en una negociación que cada año suele marcar el techo para el resto de las paritarias.
“Hemos intentado dialogar en muchas ocasiones, pero cuando vamos al Ministerio de Trabajo nos encontramos con representantes de las empresas que se quedan mudos, no ofrecen contrapropuestas”, apunta Miguel Ferreyra.