Por Carlos Fanjul | EL PELO DEL HUEVO
Año complicado va a ser este 2021, también en el fútbol. El tiempo electoral ya va calentando motores en la Argentina y la cancha chica de la pelota está muy atada desde hace mucho, demasiado atada, a los vaivenes de la alta política.
Siempre lo estuvo, y algún día lo vamos a contar más en detalle, pero en estos tiempos pareciera que todas las canchas vienen bien para la disputa del poder. Del verdadero, y del que uno balconea constantemente a través de los medios.
Pasemos revista….
La columna vertebral del Globito
Este domingo hubo un cambio de mando en Huracán, luego de nueve años de mandato del muy cuestionado Alejandro Nadur.
Por apenas 23 votos, el nuevo presidente del Globito es David Garzón, quien estuvo fuertemente respaldado por el actual cosecretario de la CGT, Héctor Daer, quien, según como se lo mire, es el verdadero triunfador de los comicios.
Es que Daer, ahora primer asambleísta en la entidad de Parque de los Patricios, también fue uno de los principales hacedores de algunos de los tres triunfos al hilo del ex mandatario (2011, 2014 y 2017).
Según se dice, cansado del personalismo de Nadur, o tal vez disputándole quien era el personalista mayor, se pasó de vereda y siguió en el poder huracanense.
Del lado perdidoso, también encontrábamos referencias de la otra política: tenía en sus filas al legislador porteño por la UCR Evolución, Diego Weck, y a Claudio Heredia, un referente en el gremio UPCN y ex legislador porteño por el Partido Justicialista.
El compañero Ameal
En Boca -siempre Boca en medio del barullo- falta una eternidad para la confrontación de 2023, pero hace tiempo se opera, desde ambos costados, de cara a la continuidad o no del esquema liderado por Juan Román Riquelme, más allá de que la cara visible sea la de Jorge Amor Ámeal.
El presi nunca renegó de su pertenencia peronista, pero desde antes de su llegada mostró como una de sus banderas la despartidización del club, copado de modo visible por el PRO de Mauricio Macri y Daniel Angelici en los últimos 24 años.
“Cuando la política entra por la puerta, el club sale por la ventana”, tiró como consigna fundante, más allá de que el día de su triunfo el bunker de su sector fuera a vista de todos como una especie de Marcha Peronista en azul y oro.
Aquel día por allí pasaron a festejar tras el voto, el K de pura cepa Carlos Zannini, Carlos Montero, miembro de la mesa chica de Alberto Fernández, la ex ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis y el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada, además de otros referente del Frente de Todos, como Mariano Recalde, Julio Piumato, Leopoldo Moreau y Juan Cabandié, quien según se dice fue el encargado de afinar los lazos para la incorporación de Riquelme, el escurridizo ídolo de la 12, que ‘novió’ con cada lista en la previa electoral, antes de elegir una.
En ese clima, tan de “compañeros”, es de imaginarse el revuelo interno que causa, y causará, cada demostración de lealtad con Angelici de parte de otro ídolo de la multitud, como es Carlitos Tevez.
Fotos ‘ingenuamente’ mostradas, medias palabras, disputas internas por dentro del plantel son por ahora las barajas de una oposición que se prepara para la batalla.
Los sutiles tironeos se notan a cada rato y, no lo dude nadie, causarán alto bolonqui con el pasar de los meses.
¿Rojo o amarillo?
Donde la cosa no esperará mucho es en Independiente, hoy bastión del “compañero” Moyano, y, casi como para responderle a lo ocurrido en Boca, apuntado con tutti por distintos sectores del macrismo.
Y también por un peronista de vieja cepa….Bah, peronista…macrista…..bah, uno ya no sabe como catalogar a Luis Barrionuevo, histórico titular de los gastronómicos, de vieja puja con el líder de Camioneros.
Lo cierto es que aquel que pidió ‘parar de afanar aunque sea por un ratito’, fue el encargado de incluir en la disputa a Gastón Gaudio, antes un tenista que la pasaba mal, ahora un pujante empresario que disfruta bien, de reconocida pertenencia roja y que, dicen, tiene algunas apetencias políticas en el club de Avellaneda.
De concretarse la jugada, esto ¿sumaría o disputaría? con otro sector interno de la vida roja, claramente identificado con el tiempo amarillo en la Casa Rosada –¡que bolonqui de colores!-, como el denominado ‘Grupo Champagne’, antes parte de la conducción de Moyano y, desde tiempos de Ariel Holan, corridos del escenario de poder.
Esos dirigentes hoy están comandados por el actual diputado de Juntos por el Cambio, Cristian Ritondo; y con fuerte cercanía con Enrique Sacco, ex gerente de Gestión Institucional de la Superliga y actual pareja de María Eugenia Vidal, quien mantiene abiertamente su decisión de sacar de la presidencia a los Moyano.
A ellos hay que sumarle a Claudio Avruj, ex derechos humanos amarillo, y al actual intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quienes también suenan para ser parte de una lista.
Y hasta la Pato Bullrich, a la que le mencionaron ‘Champagne’ y se acercó sin dudar al enredo rojo.
Rodolfo, el tío piola
¡Qué tipo curioso es el presidente de River!
En estas horas da vueltas una larga entrevista que Jorge Fontevecchia le hizo a Rodolfo D’onofrio, en la que el mandamás millonario ya anuncia que no tendrá cargo alguno luego de que expire su mandato en diciembre. Y que no descarta dedicarse a la política nacional.
Quienes lo conocen aseguran que quiere ser legislador, u ocupar algún cargo de gestión. Algo que, está claro, requiere de un tipo hábil, como él.
Rodolfo es como esos tíos piolas, que uno relojea desde chico, como queriendo estar ahí, en el mundo que él transita.
Con más de misterioso que de translúcido para el afuera, Rodolfo es como que siempre te está queriendo mostrar que maneja las cosas con cierto nivel. El nivel que él mismo transmite.
Es como que siempre sentís que el tipo está llegando desde arriba…
Eso, D’Onofrio siempre llega desde arriba. Desde un escalón al que vos, salame eterno, no llegarás jamás….Es como que el tipo baja siempre de un ascensor. Jamás estará en tu mismo piso. Le gusta que sientas que él todo lo puede, todo lo soluciona. Con él, todo es posible.
Como al pasar, y sin que se le mueva un músculo dice que la dupla que lo sucederá es la conformada por Jorge Britos y Matías Patanián, lo que para el Mundo River significa que se juntaron dos que se iban a matar por sucederlo para el cargo de presidente, pero que él, amable y sonriente, los ha juntado.
Porque en River todo esta como se debe estar en un club prolijo. Eso transmite para el afuera Rodolfo…Maneja un club calmo, en el que todo está decidido casi desde un año antes.
Con categoría, no destaca puntualmente el hecho, pero vos sabés que él lo consiguió.
Y ahí nomás tira que le gustaría caminar por la alta política, en la que para él no hay grietas…
Le da lo mismo quien lo convoque. Nombra tanto a Alberto Fernández, como a Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Maria Eugenia Vidal y, hasta a ¡Wado de Pedro!
Y tira una condición: siempre y cuando caminen por el centro, que es la franja en la que él se siente a sus anchas.
No le gustan que se tomen decisiones volcadas a la izquierda, pero se recuerda compañero del padre Carlos Mugica; lloró en el velorio de Fernando Abal Medina, pero porque no sabía que era montonero. Quiere un fútbol más profesional, pero nunca al extremo de pensar como Macri en las sociedades anónimas.
Es como que siempre va por ahí, elegante, winner, mirando con una sonrisa a izquierda y a derecha, y resolviendo, siempre amable, como dejando convencido a su interlocutor que se salió con la suya. Ahí está la enorme diferencia con su amigo antes, rival después, lobbista siempre, Daniel Angelici.
El Tano te hace sentir eso, el poder que tuvo para arrastrarte. Rodolfo no, todo lo contrario. Decidís lo que él quiere y en la puerta, mientras te despide, con la amabilidad de una sonrisa caballeresca, te felicitará por haber conseguido mas de lo que buscabas.
Un capo…. ¿Peligroso? No más que otros.
Ya lo veremos pronto en la cancha grande. Donde todo el mundo desnuda su verdadero ‘nivel’ a los cinco minutos de juego.
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