Canal Abierto Radio | Los problemas de la educación pública eran tantos, y fueron tan desoídos por el gobierno de Carlos Menem que los docentes reclamaron durante 1003 días un mayor presupuesto y paritaria nacional.
Marta Maffei, quien entonces era la titular de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), recordó los distintos hechos que llevaron a la instalación Carpa Blanca, hito en la lucha docente no solo contra la Ley Federal de Educación (1993) sino contra el desfinanciamiento del sector en un contexto de neoliberalismo.
“El gobierno nacional ya había transferido las escuelas nacionales a las provincias, sin fondos, y las provincias ya venían mal, y ahora le traíamos una nueva complejidad, porque todo fue entre el ‘92 y el ‘93. Había provincias que no aplicaban y otras que aplicaban la ley, o que la aplicaban en un sector, en un departamento. Se armó una situación de conflicto de tal magnitud que el sistema educativo quedó decididamente anarquizado” explicó la docente.
Las luchas en todo el territorio nacional se habían fragmentado, o contra la LFE, o por las paritarias y el salario, incluso por el sistema de títulos o por los nuevos y viejos cursos de educación inicial, primaria y escuela media. Maffei subrayó que fue “una situación muy conflictiva, ha sido muy difícil la unidad gremial, así que la carpa fue una estrategia que nos permitió una síntesis, que permitió enfocarse en el desfinanciamiento del sistema con la transferencia y demás, y ahí venía a analizar en el sistema en su conjunto”.
En cuanto a lo personal, la docente comentó que su visión del sindicato como herramienta de organización y lucha venía de su familia, mientras que otros docentes no se habían reconocido a sí mismos como trabajadores sino como profesionales.
“Siempre había considerado el sindicato como una herramienta para los derechos, en el caso de ese tema se hablaba y se afirmaba y había una coincidencia muy grande. Esa mirada que se construía en mi casa, y no con los trabajadores de la educación. No había una gran cantidad de compañeros que estuvieran pensando en la organización sindical como un espacio importante en el desarrollo de sus tareas. Siempre empujé para ese lado y de ahí venía esa especie de reconocimiento” comentó.
Maffei destacó el trabajo de auxiliares, no docentes, trabajadores de distintas áreas que se integran a la lucha por la educación pública y a las condiciones laborales. Cada sector tenía su propio sindicato y “ningún colectivo puede lograr una transformación significativa y tener peso en las decisiones políticas y gubernamentales sino tiene unidad”, por eso desde los ‘70 y más cuando estuvo al frente de CTERA trabajó por la unidad.
Por eso la Carpa Blanca fue un ícono de unidad: “Lo que ocurrió dentro de la Carpa, con compañeros que venían de todo el país, llegaron a un espacio donde se discutía el proceso educativo”.
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