Redacción Canal Abierto | Importantes nombres de las letras, el activismo social y el campo sindical se reunieron en una actividad virtual convocada por el Movimiento Federal por la Soberanía Nacional con el objetivo de conmemorar el 175º aniversario de la victoria argentina en la Batalla de Punta Quebracho, que representó el fin de la Guerra del Paraná el 4 de junio de 1846, siete meses después de la derrota de Vuelta de Obligado.
La celebración histórica sirvió para enlazar el pasado con las disputas del presente, destacando los debates por la soberanía en los ríos y puertos, el comercio exterior, la reconstitución de la flota de la marina mercante y la reactivación de la industria naval.
El escritor Ramón Torres Molina, el médico Jorge Rachid, el periodista Mempo Giardinelli, los dirigentes gremiales Hugo “Cachorro” Godoy, Héctor Amichetti y Roberto Baradel, y el especialista Julio César Urien encabezaron la jornada.
El anfitrión, Santiago Ali Brouchoud, reclamó, como uno de los temas fuertes del encuentro, “que los organismos del Estado controlen la trazabilidad de los productos desde su punto de producción hasta la comercialización”.
El primero en hablar fue Ramón Torres Molina, historiador, docente universitario y ex director del Archivo Nacional de la Memoria, quien analizó que “el triunfo de Punta Quebracho se enmarca en algo más amplio que fue el bloqueo que impusieron Francia e Inglaterra en el Río de la Plata para entrar con la producción europea, llegar a Paraguay y al sur de Brasil y extraer la materia prima local, para imponer una nueva forma de dependencia”.
“Debemos pensar nuevamente las cadenas de Obligado para poner fin a este sistema colonial, para que los puertos vuelvan a ser argentinos y surquen nuestros ríos nuestras banderas, para que las tripulaciones sean nuestras y los astilleros construyan estos buques”, declamó al final de su exposición.
El reconocido escritor y periodista Mempo Giardinelli, especialista en el análisis del polémico decreto para la concesión del dragado del rio Paraná, rescató que “Punta Quebracho fue la verdadera paliza a la tropa francesa”.
“Ese rio ha sido privatizado, la concesión es una macana, regalan el rio a un par de empresas a la vez que liquidan el sistema ferroviario que desembocaba en los puertos. Y si el año pasado el presidente no convocaba, a Punta Quebracho justamente, a los siete gobernadores ribereños para anunciar una empresa estatal que se iba a hacer cargo del rio, quedábamos en la ignorancia”, destaco, y a la vez lamentó: “Por supuesto queda la pregunta de por qué después se cambió esa decisión política, una de las mejores de Alberto Fernández, por el decreto 949”.
“Argentina es el único país ribereño que no tiene política de puertos”, alerto finalmente el reconocido redactor de Página/12.
Por su parte, Hugo “Cachorro” Godoy, titular de ATE y Adjunto de la CTA Autónoma, resaltó: “Me parece importante rescatar el 4 de junio, recuperar la batalla de Punta Quebracho como símbolo, porque es necesario afirmarnos en las victorias, y no regodearnos en las derrotas, por muy heroicas que estas sean. Ejercer la soberanía sobre el Río Paraná en este momento implica, necesariamente, derogar o modificar el Decreto 949/20. Porque la dependencia genera pobreza y hambre”.
“Así como en este encuentro se reivindicó la tarea de reconstrucción histórica realizada por el compañero Carlos del Frade, a quien reconozco y valoro, yo quisiera también homenajear a Alcira Argumedo, que recientemente nos dejó. En uno de los últimos trabajos que ella estaba desarrollando, demostró que la fuga de divisas que se hace a través del contrabando de soja, de minerales, y de riquezas petrolíferas que se van por el Río Paraná, alcanza al valor de la deuda externa que tenemos como país. La soberanía es la única capacidad que tenemos para pelear contra ese saqueo, y un Estado que ejerza esa soberanía como espacio de construcción colectiva es lo que nos va a posibilitar que las riquezas que generamos no se sigan yendo al exterior”.
“Es imprescindible que aquel paso adelante que dio el Presidente Alberto Fernández cuando convocó a Punta Quebracho para crear una empresa nacional que controle y regule la navegación en el Río Paraná sea reafirmado como voluntad de gobierno. Porque los pasos que se dan atrás, como sucedió en este caso con el Decreto 949/20 o como sucedió con lo de Vicentin, son retrocesos que se pagan con la incapacidad de nuestro Gobierno para garantizar un desarrollo productivo con el esfuerzo y la intervención activa del Estado”, agregó Godoy.
Luego, el dirigente estatal dijo: “Quiero hoy también reivindicar este esfuerzo que estamos haciendo con la invitación de este Foro, y el esfuerzo que hemos hecho con el Manifiesto Argentino, para unirlos a otras expresiones. El 25 de mayo más de 200 dirigentes, muchos de los que estamos acá, fuimos capaces de firmar un manifiesto contra el Fondo Monetario Internacional reiterando la decisión de que no se le pague ni al Fondo, ni al Club de París, y que los recursos que se generen sean utilizados para la reactivación interna. El 1º de Mayo, con un conjunto de organizaciones, en otro manifiesto planteamos la necesidad de fortalecer la Soberanía, el Trabajo, la Producción y la Justicia para terminar con el hambre”.
“Es evidente que hay una enorme potencialidad, pero además de expresarla en manifiestos y en declaraciones, necesitamos plasmarla en mayores niveles de unidad en la acción política, para que el compañero presidente Alberto Fernández entienda que no se equivocaba al creer que nos íbamos a alegrar cuando declaró la intervención de Vicentín. La mayoría del pueblo se alegró, pero el Presidente puso atención sólo a un sector, minoritario pero bullicioso, que expresó su rechazo. Al mismo tiempo, no aceptamos condicionar a nuestro país para comprar vacunas Pfizer porque hubiera implicado coloniaje pleno y celebramos esa definición soberana. La discusión sobre el Río Paraná es sobre lo mismo”, concluyó Godoy.
Luego, el médico sanitarista Jorge Rachid construyó una interesante analogía entre los debates por la soberanía territorial y el rechazo del Gobierno Nacional contrato con la farmacéutica Pfizer por las vacunas contra el coronavirus.
“La idea de la soberanía es la idea fuerza de patria o colonia. Somos un país colonizado e injusto, que es diferente a ser subdesarrollado, y no somos periféricos de nadie. La identidad se define defendiendo la soberanía. Tenemos que eliminar la pobreza creando trabajo y eso se hace controlando la riqueza”, agregó.
A su turno, Julio Urien, Teniente de Fragata retirado y Presidente de Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua, señaló que “defender el Río Paraná es defender las Malvinas, el Atlántico Sur, la Antártida, la Patagonia y la integridad nacional”.
“Retrocediendo, cada vez vamos a ser más débiles, esta batalla por la defensa del Paraná es crucial y tiene que ser un punto de inflexión. Está en juego la nación, y sin soberanía no hay nación”, advirtió, al tiempo que llamó a consolidar un gran frente nacional.
Por su parte, Roberto Baradel, de Suteba, sintetizó: “Somos muchos los que estamos dispuestos a construir un gran frente nacional. Pero sosteniendo el frente electoral, y esto no quiere decir resignar nada”. Además aportó una mirada sobre la cuestión educativa cuestionando “lo que ha construido el poder a partir de la historia mitrista, que en gran parte eso se ha modificado, pero falta modificar mucho todavía”.
Más tarde, Héctor “Gringo” Amichetti, secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense, realizó un ida y vuelta con sucesos históricos que hoy son determinantes de la realidad: “Alberdi redactó la Constitución sobre la idea de la libertad económica, sobre la inviolabilidad de la propiedad; hoy son dueños de los puertos y eso no se puede tocar. Fíjense lo que nos pasa con la idea de estatizar Vicentin, por ejemplo”.
“Cuando hoy hablamos de las problemáticas que tenemos por no tener el control de la economía, del comercio exterior, del Paraná, viene de todo un proceso histórico”, agregó.
La actividad completa:
Punta Quebracho
La Batalla de Quebracho contra la armada anglo-francesa, ocurrió el 4 de junio de 1846, en el marco de la Guerra del Paraná. Se libró unos siete meses después de la batalla de la Vuelta de Obligado (20 de noviembre de 1845) y cinco meses después de la segunda batalla de San Lorenzo (16 de enero de 1846).
Una flota de seis buques de guerra que custodiaban a más de 50 barcos comerciales fue detenida por las cañoneras de la Confederación al mando del general Lucio Mancilla.
Las tropas resguardadas por las barrancas, al mando del General Lucio Mansilla esperaban el paso del enemigo con 17 cañones, 600 infantes, 150 carabineros y algunos patricios. Además instalaron dos baterías y algunas fuerzas de infantería al mando de Thorne, mientras en el otro extremo, sobre terreno entrerriano, se ubicó el batallón Santa Coloma.
Las naves europeas volvían desde el norte hacia el Río de la Plata después de haber sido su campaña un fracaso económico y militar, ocho meses después de haber forzado el paso hacia el norte en la Vuelta de Obligado, donde derrotaron a las fuerzas locales.
El lugar se encuentra en las cercanías de la actual localidad de Puerto General San Martín, a 35 km al norte de la actual Rosario, en la provincia de Santa Fe.
Ilustración: Marcelo Spotti