¿Por qué no hay vacunas suficientes cuando meses atrás prometieron 260 millones de vacunas? ¿Y los tests? ¿Y la deuda externa y la copa América? ¡Vamos, responda! ¿No tiene nada para decirnos sobre los comerciantes que están al borde de la quiebra y sobre los miles que ya quebraron a causa de su política dictatorial? Y ni hablemos de las interminables horas de cola que debemos hacer en las autopistas para ir de acá para allá. Por lo visto no tiene la menor idea de lo que establece el artículo 81 de NUESTRA CONSTITUCIÓN NACIONAL: “Toda persona tiene derecho a circular libremente, salir, entrar y permanecer en el territorio nacional”. ¿Entonces? Claro, si no quiere responder sobre esas cosas podríamos empezar a charlar acerca de su odio a los trabajadores del campo. Que la soja, ahora que la carne. Y esa especie de exacción de cuño populista a los que hemos trabajado toda la vida y que han disfrazado con el eufemismo de Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia. Que te pague DIOS. ¿De qué pandemia me habla? ¡Quiero pruebas irrefutables! Pruebas irrefutables tenemos cada día, a cada hora, del estado de miseria en que han hundido a la NACIÓN. ¡Vamos, conteste carajo! ¿¡Cómo se llaman los otros!? ¿¡Dónde viven!?