Redacción Canal Abierto | Este sábado Pilsen presenta Carne, tierras y sangre, su último trabajo ganador del premio Gardel en la categoría Mejor Álbum de Rock Pesado / Punk. La cita es en El Teatro de Flores, con 29 músicos invitados que tomaran los micrófonos para homenajear al cantante recientemente fallecido, ícono del punk nacional y regional.
En esta entrevista, Eduardo “Tucán” Barauskas, que acompaña a Pil desde antes de la primera disolución de Los Violadores, y uno de los fundadores de Pilsen con quien grabó más de 10 discos, cuenta cómo fue la grabación del premiado CD, habla sobre el golpe que significó la repentina muerte de Tomás Loiseau, bajista y productor de la banda -hijo del reconocido historietista Caloi, que falleció mientras brindaba un show con su otra banda, en 2019, a los 42 años-, recorre una carrera de 30 años junto a una figura fundamental del rock argentino y anticipa un siguiente disco con canciones que iban a integrar el próximo material de la banda.
“La gente merece conocer cuáles fueron los últimos trabajos y las últimas ideas d Pil”, señala.
¿Con qué ánimo llegan a la fecha del sábado?
-Con Pil habíamos pensado presentar el disco para la misma fecha. Como cuando falleció Tomy habíamos decidido que la mejor forma de honrarlo era seguir haciendo cosas y tocando, con el resto de la banda decidimos, por Pil, hacer esta presentación, el ánimo lo tenemos por el piso pero lo mejor que podemos hacer es levantarlo haciendo una buena despedida a nuestro amigo.
¿Cómo se armó la convocatoria de invitados?
-Cuando pensamos en que las voces las podrían poner amigos de la escena del punk argentino, la verdad es que se dio de una forma increíble y no solamente todos dijeron que sí, encantados y comprometidos con el proyecto sino que hay muchos que se autoconvocaron, pienso que va a ser algo histórico, no creo que se haya visto algo así y además va a ser único e irrepetible, esto se da esta vez, lo vamos a disfrutar con la colaboración de 29 artistas invitados. Los que no están es porque han tenido otro compromiso.
¿Sos el músico que más años tocó al lado de Pil?
-En diciembre estábamos por cumplir 30 años juntos, cerca de 80 temas editados.
¿Estás pensando en cómo relanzar tu carrera sin él?
-Voy a seguir tocando. Son muchos años, no tenía ninguna banda paralela yo, todo lo que hacía, lo hacíamos con él.
Estuvimos trabajando en un disco nuevo, posterior a este. Durante la pandemia Pil me llamó y me dijo “aprovechemos este tiempo”. Siempre nos tomábamos unos meses para descansar después de cada disco, pero en este caso me dijo de aprovechar el tiempo muerto para hacer otro, porque estaba muy contento de Carne tierras y sangre, realmente estábamos todos orgullosos de ese disco y muy cebados con seguir haciendo canciones, y en estos dos años de pandemia habíamos hecho diez canciones, la parte musical terminada y más de la mitad de las letras y otros bosquejos que quedaron inconclusos, inclusive ya estaba el tema principal, ya tenía nombre, y creo que ese trabajo de Pil lo voy a terminar, obviamente no llegó a poner su voz, pero de alguna forma, y todavía no sé cómo, pero creo que la gente merece conocer cuáles fueron los últimos trabajos y las últimas ideas d Pil que no las pudo terminar, como rarezas por ejemplo cuando tocamos con la Fernández Fierro.
Veníamos trabajando con texturas musicales que estaban buenísimas. Con Pil siempre decíamos que lo que venía tenía que ser mejor que lo anterior y lo estábamos logrando.
¿Cómo fue la grabación de Carne, tierras y sangre?
-Nos sentimos muy cómodos, nos tomamos el tiempo para hacer todos los arreglos necesarios, la entrada de Tomy a la banda fue muy importante, previo a eso con Pil estábamos trabajando solos y la entrada de Tomy fue la que nos dio un supervisión general. De las 14 canciones del disco, 13 son mías y una de Tomy, pero él era el supervisor, el que miraba todo desde arriba y le daba un vuelo a las cosas que realmente nos gustaba mucho, el poder contar con un productor dentro de la banda, por eso lo grabamos con mucha tranquilidad, con tiempo y con mucho esfuerzo porque los últimos dos años y medio antes de la pandemia todo lo que ganábamos lo pusimos en el disco, no tuvimos ninguna multinacional detrás. Un manager nos dijo “esto es romanticismo puro”, y la verdad que sí, no nos importaba más que terminar el mejor trabajo que pudiéramos, eso era lo que nos habíamos planteado y tuvo sus buenos frutos, desgraciadamente la partida de Tomy primero y de Pil después fueron sacudones durísimos, pero por lo menos Pil se fue sabiendo que había ganado su Gardel.
¿La pandemia afectó la grabación?
-Sí, pero no tanto la grabación. Tomy falleció antes de la pandemia, faltaban dos temas para mesclar y los terminé mezclando yo, y cuando faltaban dos días para que nos dieran el disco físico se decreta la pandemia, con lo cual no lo pudimos tener en la mano y Pil decide regalarlo, ese disco que tanto nos había costado resolvimos subirlo a las redes sin poder comercializarlo para al menos recuperar lo que habíamos puesto, pero la gente estaba muy contenta con eso, en un momento tan difícil logramos que mucha gente lo pudiera escuchar en el encierro de su casa.
El disco lo recuperamos después, a los seis meses, pero ya había pasado la ola, lo vendimos pero el efecto inicial del disco es fundamental.
¿Repasando el disco, cuál es la idea de hacer una intro?
-No lo sé. La idea con Pil era ese formato que hicimos en El último hombre, que no haya una canción parecida a la otra pero que tuviera los mismo ingredientes. Una canción cervecera, una canción al palo, una country, esos ingredientes los íbamos pensando muy meticulosamente.
En este disco, la canción cervecera es obviamente Una Pilsen más.
Pero parece una canción inocente sobre cerveza y en el medio te manda “de qué lado están, de los que ganaron en Stalingrado»
-Esas eran las cosas que tenía Pil. A veces me tiraba una letra y yo la acomodaba como podía, pero esa frase entera era “estamos del lado de los que ganaron en Stalingrado”, entonces me costó bastante poder meterla.
Y a veces, como con Carne, tierras y sangre vino con dos carillas y me dijo, “Tucán, este va a ser el tema fundamental, no quiero que falte ni una coma, arreglate como puedas y esmérate porque va a ser el tema que le da nombre al disco”
Habla de los fusilamientos de José León Suárez, de los combatientes de Malvinas…
-Y fue muy trabajoso porque hay que medir muchas cosas, un tema con tanta letra no pueden ser frases muy estiradas, aparte tiene que tener una carga emotiva muy importante con un riff potente, con palabras disparadas rápidamente para que no se extendiera en el tiempo y terminara quedando una canción de seis minutos que perdiera gracia, hay que tener muchas cosas en cuenta cuando uno hace una canción y teniendo un texto tan interesante ser muy preciso y dividir bien las frases, y es interesante cuando la letra es tan potente y no da sacarle nada.
El disco sigue con Por las mil y una noches, esta idea del rojo y negro de Stendhal que lo ha acompañado durante toda su carrera
-Exactamente. Todos los discos tenían, en el anterior era Rot und schwartz, en alemán. El primero fue Petróleo y sangre, en el Otro festival de la exageración de los violadores, y con ese arrancó y tomó como modalidad que todos los discos tuvieran un “rojo y negro”, y en este disco fue Rojo y negro persa, una historia de una iraní que él leyó y estuvo siguiendo, que había posado semidesnuda y la habían condenado a latigazos y cárcel pero se escapó, llegó a París después de haber pasado por varios países y la letra cuenta que en Medio Oriente la castigaban y en París la ayudaban pero a cambio de sexo. Estaba ahí el juego que siempre Pil hacía con respecto a Oriente y Occidente, era una persona muy culta que reflejaba todo desde una visión bastante particular, muy loable de su parte también defender los derechos de las mujeres.
Otra patada para el rock también es Así está el rock. ¿De dónde salió esa idea?
-Él empezó en la época de la dictadura y llevaban bien arriba la bandera de los derechos de todos, y ahora el rock está como medio apichonado, otros habían tomado la posta como el rap, el trap, El hip hop, empezó con algo muy irónico, “cualquier jetón se cree un Rolling Stone”, a partir de ahí da a entender lo mal que esta el rock, que no se preocupa por lo que siempre luchó el rock, de ser referente de protesta por las igualdades sociales, hoy estamos lejos de eso.
En ese tema canta XXL Irione, también está invitado León Gieco en una versión memorable de NonSanto, y en Reino Criminal canta Tomy…
-Claro, es un tema que lo cantó Tomy por accidente, porque estábamos terminando una grabación de Pil, nos retrasamos y el avión se iba ya no había más tiempo, le digo “che, este tema es una bomba, ¿no llegas a cantarlo?”. “No, me tengo que ir, que lo cante Tomy”, y así quedó, porque nos faltaron tres horas más…
¿No grababan a distancia, siempre se juntaban para trabajar presencialmente?
-Sí, si bien en Lima hay muchos estudios, a Pil le encantaba grabar cuando estaba yo o estaba Tomy, grabar con otro ingeniero de sonido u otro productor no, no era una persona que se podía poner a trabajar enfrente de cualquiera, nosotros éramos como su familia, a él le gustaba grabar con nosotros, sino no grababa, por eso en Perú no quería ir a un estudio sin tener confianza con la persona que fuera a trabajar, por eso estuvo 20 años viviendo allá pero nunca grabó nada allá.
Buen gesto de invitarlo a León para que el tema que habla de Monsanto tenga más difusión
-Él siempre lo admiró a León Gieco, aunque en la época de la dictadura habían tenido un encontronazo pero después se soluciono todo, León le dio la razón, Pil había dicho que no se tenían que presentar en un festival, tanto Violadores como Virus no se presentaron (NdA: Festival de la Solidaridad Latinoamericana, realizado en mayo de 1982), pero son dos personas muy inteligentes y cuando Pil pensó que la persona ideal para levantar el estandarte en contra de Monsanto era León, automáticamente León se comprometió con el proyecto, apenas terminada la grabación de la armónica y la voz él fue el que empezó a decir que teníamos que hacer un video y hacer un montón de cosas para defender el tema y buscar apoyos, una persona muy humilde y un profesional increíble.
¿Qué significó ganar el Gardel?
-La definición más acertada es la que dio Pil, que fue un mimo muy importante para su carrera, él estaba muy contento, todos lo estábamos porque estábamos realmente convencidos de que habíamos dado todo y cuando nos enteramos que estábamos ternados dijimos que sería muy bueno poder ganarlo, porque mas allá de todos los inconvenientes que tuvimos, el fallecimiento de Tomy y la pandemia, era algo que nos parecía emotivo y justo para nosotros.
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La cita es este sábado 11 de diciembre, en el Teatro Flores, Avenida Rivadavia 7806, CABA, a partir de las 18.30. Todavía quedan entradas en Passline y en locales (ver redes de Pilsen)
A las 19 abre la velada Katarro Vandaliko. A las 20, Pilsen, junto a: Hernán “Vala” Valente de Cadena Perpetua; Juan Dallera de La Conexión; Gastón Fucile, de Madre Noche; Marcelo Pocavida; Cumpa y Vicho de Vejez Prematura y Pilsen; el Niño Khayatte de The Niños, Violadores y Pilsen; Gaviota y Pulpo de Mal pasar; Huguito de Doble Fuerza; el Polaco Zelazek de Los Violadores; Alejandro Fassi de Mala Suerte; Juan Paponetti de Traje Desastre y Katarro Valdálico; Fernando Rossi de Flema; Alex de la Orquesta Típica Fernández Fierro; Seba de Expulsados; Julián Alalouf, de Zona Roja; Luciano Scaglione de Attaque 77; Jesica Anabel, de Mamushkas; Micaela Chauque coplista norteña; y Corvata de Arde la Sangre, Carajo; Sergio Gramática, de Los Violadores; entre otros.
La lista esta armada con los 14 temas del disco nuevo y otros 14 clásicos de la banda, además de algunas canciones de Los Violadores.
Texto: Leo Vázquez. Entrevista realizada en el programa TDK, en AM 530 Somos Radio, por Silvio Soler, conductor y productor del ciclo, y Leo Vázquez de Canal Abierto.
Fotos: Ailiñ Gómez Carballo / Facebook: Pilsen