Redacción Canal Abierto | Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba cumplió 16 años este 2 de marzo. Fue vista por última vez el 30 de noviembre de 2020 por su tía Laura Villalba en las inmediaciones del Cerro Guazú, en Amambay, Paraguay, mientras se resguardaban de operativos militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), responsable del fusilamiento de las niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, de 11 y 12 años, ocurrido el 2 de setiembre de 2020. A su vez, Laura Villalba, mamá de María Carmen, fue capturada días después y se encuentra privada de su libertad.
En ese marco se realizó este miércoles el 11° Encuentro virtual del “Ciclo internacional de debates ¿Dónde está Lichita?”, en el que activistas de distintos países siguieron analizando los distintos crímenes de Estado de los que es víctima la familia Villalba-Oviedo y reclamando la aparición con vida de Lichita.
Participaron los periodistas especializados en violencia institucional y represión estatal Adriana Meyer y Oscar Castelnovo, junto a militantes de Paraguay y Palestina, entre otros.
“Es sumamente preocupante, que en pleno siglo XXI aún se practiquen hechos de desaparición forzada por parte de Estados firmantes de los convenios internacionales por los derechos humanos. Denunciamos el retroceso abismal en políticas de preservación de la vida de niñas, niños y adolescentes. El estado paraguayo cometió crímenes contra infantes, asesinando y plantando la escena como si se tratara bajas terroristas en operativos contra la guerrilla, a eso se le conoce como “falsos positivos”. El gobierno de Mario Abdo Benítez y la FTC son responsables”, dice la convocatoria.
Lila Báez, secretaria de Trabajadorxs Migrantxs de la UTEP, coordinadora del encuentro, recordó lo sucedido con las misiones humanitarias que partieron desde Argentina en busca información: “El Estado paraguayo no quiere que vayamos a buscar a Lichita, a preguntarle a los campesinos y los indígenas que viven en el lugar qué saben y qué pueden aportar, y el Estado paraguayo sobre todo no despliega un solo mecanismo de búsqueda, ni un solo cartel hay en ninguno de los departamentos en donde opera la Fuerza de Tarea Conjunta”.
Luego, Oscar Castelnovo, periodista y director de la Agencia Para la Libertad, señaló que “dos componentes constituyen el concepto de genocidio: uno de ellos es la matanza de personas, pero el otro, inseparable, es imponer un orden social, nuevas relaciones sociales e nuevos valores a los sobrevivientes”.
La periodista Adriana Meyer, autora del libro Desaparecer en democracia, desplegó un potente análisis sobre el tratamiento mediático que recibe en Argentina el caso de la familia Villalba.
“La primera vez que tomé conocimiento de estos hechos –comenzó apuntando- sentí que esto venía del pasado de nuestro país, el organismo paraguayo protagonista de esta barbarie es la Fuerza de Tarea Conjunta y la verdad es que para los argentinos y argentinas este nombre no es inocente, remite directamente a los Grupos de Tareas de la dictadura”.
“En los medios de comunicación masivos se da una paradoja: dicen que buscan constantemente historias, temas, lo que se denomina producción de contenidos, y vaya si acá hay una historia, pero cuando uno le pone delante la historia de Lichita, su mamá y sus primas, discriminan la agenda hegemónica según quiénes sean los protagonistas de esas historias. Por ejemplo hace muy poquitos días en el conurbano se incendió una granja terapéutica y murieron cuatro internos, jóvenes que estaban allí por problemas con drogas y con la ley, y nadie acudió a salvarlos, es casi un delito de Estado, pero la anécdota es que no ha sido difundido”, lamentó.
“Cancillería pidió oficialmente a Paraguay que sean esclarecidos estos hechos y que se permita la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense, que ha esclarecido centenares de casos en todo l mundo, pero Paraguay hace silencio como si no le pidieran nada. Además hay que destacar la tibieza e indiferencia de los demás países, a excepción del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas”, observó la reconocida redactora del diario Página/12, y advirtió: “Esto lo hemos vivido cuando desapareció Santiago Maldonado, y peor cuando fue asesinado Rafael Nahuel, algo así como que vale menos una muerte mapuche que un accidente de tránsito si es en Capital Federal”.
“En mi libro trato de describir la matriz represiva de los poderes del Estado y enlazo con algo que expresó el historiador Sergio Nicanoff en estos encuentros sobre que la ilegalidad en América Latina no es ajena al Estado, es parte de la lógica de funcionamiento de los Estados”, comentó la investigadora.
“Dice Nicanoff que ´el narcotráfico, el contrabando de cigarrillos, de electrodomésticos, la lógica de la brutal construcción inmobiliaria especulativa, el despojo de las tierras del campesinado, la expansión del agronegocio son parte de una misma lógica, no es que por una lado esta lo legal y por otro lo ilegal, sino que el poder dominante coloniza el crimen organizado, es funcional a él y en ese marco se inicia y se potencia la represión´, citó Meyer, y agregó que “no se puede entender lo que sucede con Lichita y la familia Villalba sin esta idea de paraestatalidad”.
“Un desaparecido es una historia sin final, o peor aún, con final abierto, la incertidumbre elevada a la máxima potencia, la tortura permanente, no dejemos que sea así”, sintetizó la escritora.
Luego habló Jaldía Abubakra, activista palestina exiliada en España, señaló similitudes entre los casos de palestina y el de la familia de Lichita: “El Estado sionista de ocupación hace desaparecer día a día niños y niñas palestinos, últimamente en Jerusalén. Hace pocos días han disparado y asesinaron a un niño adolescente de 14 años, y días después a otros jóvenes más mayores, estas noticias son diarias y no queremos naturalizarlo”.
“En todas partes del mundo el enemigo es el mismo, tiene las mismas herramientas y comete las mismas prácticas de vulneración de derechos humanos de los pueblos. Las personas solidarias, militantes, tenemos que tejer redes que nos unan en todas partes del mundo para poder movilizar a la opinión pública y hacer frente a estas prácticas genocidas”, concluyó.
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Charla completa:
También participaron de la videoconferencia Andre Bertoldo, psicóloga y cantautora rosarina; y Fabricio Arnella, dirigente del Partido Comunista Paraguayo. Durante el encuentro se leyó una carta que Carmen Villalba, madre de Lichita, ex dirigente del Ejercito del Pueblo Paraguayo y presa política en Paraguay desde hace 19 años, le escribió a su hija por su cumpleaños:
¡En tu cumple 16 te seguimos buscando, te buscaremos hasta el fin del mundo Lichita
Lichita y Anita, mis dos hermosas
Carta a mis dos hermosas.
Lichita y Anita, hoy es cumpleaños de mis mellizas
de ustedes,
y hoy no están aquí, no hay chocolate, no hay torta, no hay juegos de pavo enjaulado,
¿Lichita dónde estás?
Hoy es tu cumpleaños Anita, es tu cumpleaños Lichita, número 16
y hace 15 meses que no sabemos de vos,
el Cerro Guazú donde quedaste enmudeció
y las bestias que hoy ocupan el poder no dejaron y no dejan rastrear tus huellas.
¿Dónde te tienen mi hijita?
Un doloroso vacío se anida en mi corazón de madre,
no sé si alguna vez despegará su vuelo o quedará permanente.
No me avergüenza ahogar este dolor en mis lágrimas.
No naturalizaré tu desaparición forzada mi Lichita.
Estás tan presente,
estas intacta en mi memoria
de tu hermosura de niña traviesa,
que endulzaron mi alma y mitigaron mis penas de encierro.
Llevo cargada mi alforja,
ellas emergen y salen a mi consuelo cada vez que tengo tus ojitos lacrimosos que no puedo consolar.
Quizás, el vacío no sea total,
porque muchos años a fuerza de lucha y pese a las limitaciones y restricciones carcelarias, pasamos muchas horas
juntas
¿Recuerdan?
Tirábamos el colchón al piso para que ustedes puedan caber en mis brazos hasta el amanecer.
No había cansancios, no había sueños…
La celda se convertía en una casita mágica.
Hoy, miro el silencioso rincón de mi celda donde habituaban ustedes jugar, todavía conservo los juguetes…
Los dibujos en la cajita que me dejaron
cada dibujo con sus años,
forma de captar el crecimiento biológico e intelectual de ustedes
las flores y formas de colorear,
Combinación exquisita de ternura de mis pequeñas artistas,
manitas de niñez exiliada,
de niñez perseguida por el odio rabioso de los enemigos del pueblo pobre.
Que ironías, los únicos recuerdos con ustedes es dentro de la cárcel,
jamás pisamos juntas la calle, la plaza.
Cuando eran chiquitas, apenas cruzaban el portón de la cárcel, el patio, aceleraban los pasos, corrían a saltar como
saltamontes a mi cuerpo que impaciente esperaba el reencuentro.
Lichita trepaba a mi espalda, y vos, Anita, a mis brazos.La prisa, las urgencias, la catarata de relatos que cortaban el
aliento que al unísono de mellizas sonaba.
Los enemigos del pueblo, en sus esfuerzos por mancillar nuestras vidas, nuestro teko asy,
dicen que entre nosotras no hay amor, no hay afectos, no hay ternuras.
Pero pese al mundo bestializado que la sociedad reduce a mercancías, con su métrica cosifica, alinea, a las y los
trabajadores que resistimos a sus miserias humanas
miserias de bestias con cuerpo humano.
a la miserable vida al cual nos han reducido a fuerza de hostigamientos,
a fuerza de represión para romper la digna resistencia que me arropa.
Lichita, Anita, Nestito y Claudia, siguen aquí en mi corazón de madre
de madre y compañera,
de madre con el corazón desgarrado,
de madre y comunista que me hace comprobar la fuerza colosal de la conciencia revolucionaria.
pero sus infundios venenosos no conocen el fuero interior de lxs revolucionarixs,
no pueden dimensionar el amor que nace en el corazón del pueblo pobre.
Decía el revolucionario Rodolfo Walsh que:
«han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires.
cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas.”
Lichita, tu historia de niña heroica, ya forma parte del canto revolucionario de Nuestramérica.
Recorre las calles, las villas, los barrios,
las ollas populares de manos de obrerxs, campesinxs y nativxs que llevan el ímpetu de lucha,
porque el futuro debe ser de la clase obrera.
Carmen Villalba, madre de Lichita, niña paraguaya, migrante en Argentina, desaparecida forzosamente por el Estado infanticida del Gobierno de Mario Abdo Benítez hace 15 meses, en el departamento de Amambay.
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La familia
Carmen Villalba fue madre de mellizas el 2 de marzo de 2006. Una de esas niñas es Elizabeth, “Lichita”, que permanece desaparecida. El 29 de mayo de 2010 murió su hijo Néstor, de 12 años, en Argentina, por causas que no fueron aclaradas y que su familia denunció como envenenamiento.
El 2 de septiembre de 2020 el presidente de Paraguay Mario Abdo Benítez se fotografió con un escuadrón de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el lugar en el que los uniformados habían realizado un aparente operativo exitoso contra un supuesto campamento del Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP). La información oficial indicaba que dos líderes guerrilleras habían sido abatidas. Sin embargo, algunas horas después se supo que las dos fusiladas eran en realidad dos niñas, argentinas.
El grupo familiar estaba compuesto por seis mujeres. Lilian Mariana y María Carmen, ambas de 11 años nacidas y residentes en Argentina, fueron capturadas vivas y luego asesinadas. El 30 de noviembre, las cuatro que habían sobrevivido al primer ataque fueron emboscadas nuevamente. Carmen Elizabeth, “Lichita”, de 14 años, herida de bala, desapareció. Laura, madre de una de las niñas, fue capturada mientras buscaba a su sobrina. Las otras dos primas adolescentes, Tamara de 14 y Tania de 19 años, lograron cruzar la frontera y regresar a Argentina el 23 de diciembre.
Laura, hermana de Carmen, enfermera que estudió y se recibió en Misiones y trabajaba en una clínica privada, está detenida en un cuartel de máxima seguridad acusada por terrorismo en una causa armada.
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La campaña internacional “¿Dónde está Lichita? – Eran Niñas” se puede seguir en facebook, youtube, y en redes sociales con los hastag #DondeEstaLichita #EranNiñas
Foto principal: Ana Villalba Oviedo sosteniendo el cartel con la foto de su hermana melliza.