Redacción Canal Abierto | El 5 de octubre de 2010, Alejandro Bordón fue detenido en Lanús. La policía lo acusaba por el asesinato de un chofer de colectivos, en momentos en los que se desarrollaba una ola de delitos de ese tipo. Dos años después la Justicia desestimó la denuncia en su contra y se descubrió que había sido víctima de una causa armada. En el interín, el acusado vivió un calvario en el penal de Sierra Chica.
El largo viaje de Alejandro Bordón se llama la película dirigida por Marcelo Goyeneche que refleja el caso y que se estrenará en el cine Gaumont el jueves 21. La narración articula la estructura de un documental pero con ficcionalizaciones de algunas aristas de la historia. Estos segmentos cuentan con las actuaciones de Diego Cremonesi, Jorge Prado, Tatiana Sandoval y Manuel Vicente.
El director tomó contacto con la historia a partir de su militancia en la CTA Capital, organización que acompañó las movilizaciones pidiendo por la libertad de Bordón al tiempo que lo puso en contacto con Eduardo “Negro” Soares, el abogado que tomó su causa y logró que llegara abuen puerto.
“Mi primer acercamiento con esta historia fue más que nada un vínculo de solidaridad, de tratar de colaborar. Recién luego de que Alejandro logró su libertad empezamos a pensar la película. Mientras tanto iba registrando algunas marchas, como la que se hizo a la Comisaría 6ª de Lanús que fue donde él había sido detenido la primera vez”, contó Goyeneche a Canal Abierto.
Acerca de cómo encarar la trama narrativa del suceso, el realizador explicó que “el planteo fue básicamente pensar cómo contábamos ese viaje. Desde el primer momento estaba presente el viaje del infierno hacia el paraíso. Entonces tomamos la Divina Comedia de Dante Alighieri como una guía para ir contando cómo una persona puede llegar a un infierno tan cercano y a partir de la lucha, de la insistencia, de la visibilización y de la militancia terminar logrando su libertad en un tema tan complejo como son las causas armadas”.
También se refirió a los pasajes actuados, aspecto al que definió como “una decisión estética y narrativa”.
“No queríamos hacernos un documental clásico -continuó-, sino tratar de meternos con distintos géneros cinematográficos. El documental te permite poder indagar, investigar y hacer una fusión entre los distintos géneros. Para mí fue algo muy motivador y muy interesante poder reconstruir algunas escenas de cosas que Alejandro nos contaba sobre todo de la noche que fue detenido y me pareció que potenciaba muchísimo el relato fusionar el testimonio oral de los protagonistas con las recreaciones. También fue una forma de experimentar una narración cinematográfica que combinara estos dos géneros para poder lograr este documental que termina siendo como una docu-ficción”.
A partir de este caso puntual, el director busca que esta producción eche luz sobre el problema del armado de causas, al que no duda en definir como “un flagelo”. “Se han convertido en políticas públicas, suceden todos los días y hay muchísimos casos que lamentablemente no son conocidos”, planteó Goyeneche.
“Son masivas, son puntuales, hacia una población, a jóvenes pobres de los barrios más humildes donde la policía les da causas y creo que el caso de Alejandro es muy interesante para resaltar porque es victoria de su familia, de sus amigos y de la militancia de los compañeros de distintas organizaciones que acompañaron. Sin todo ese apoyo creo que Alejandro hoy todavía estaría con cadena perpetua por homicidio como sucede con muchísimas personas inocentes que no tienen nada que ver y que todo el tiempo les arman causas”, agregó
Goyeneche señaló el rol que cumple el Poder Judicial en estos procesos iniciados por las fuerzas policiales. “Me parece también importantísimo el hecho de prestar atención a cómo es el armado. Cómo la policía planta pruebas, cómo esas pruebas son tomadas como una verdad absoluta por el Poder Judicial que en base a la investigación que hace la misma policía termina condenando a una persona”, sostuvo.
Y resaltó: “El proceso judicial está viciado y está plagado irregularidades desde el comienzo, entonces es muy difícil dar vuelta una situación como esta porque está metida la fuerza de seguridad, porque los fiscales y los jueces acompañan esas pruebas truchas que generó la policía y porque en muchos casos también hay defensores oficiales que no hacen el trabajo que tendrían que hacer para poder lograr la libertad y demostrar la inocencia que los condenados o de los que están en un proceso judicial como este”.
“Creo que son varios los temas que puede visibilizar esta película a través de un caso puntual como el de Alejandro, demostrando también que en base a la organización y a la lucha se puede dar vuelta una causa armada como la de Alejandro Bordón”, concluye.
El documental cuenta con la produccion de Nuevo Cine Films y el INCAA y con el apoyo de la CTA Autónoma de Capital, ATE Cultura y el Movimiento de Documentalistas Argentinos DOCA.
Se puede ver desde el jueves 21 de abril a las 12:30, 15:00, 17:30 y 20:00 horas en el Cine Gaumont – Espacio INCAA, Avenida Rivadavia 1635, CABA.