Canal Abierto Radio | El proyecto de Boleta Única en los procesos electorales no obtuvo la cantidad de votos necesarios en la Cámara de Diputados y se discutirá desde este 11 de mayo en comisiones. Sin embargo, las críticas de la vicepresidenta Cristina Fernández y el rechazo por parte del oficialismo no le auguran más que los cajones del recinto de Senadores, en caso de que se eleve.
Ese destino también le propició el politólogo y docente, Fernando D. Sardou, en comunicación con Canal Abierto Radio, quien además explicó que esto “no es una reforma electoral sino sólo del elemento de sufragio con el que cada ciudadano emite su opinión, lo que cambiaría el modo en que se hacen las campañas”.
Sardou también señaló los pro y contras de este sistema que eliminaría las listas sábanas del cuarto oscuro: “Un punto a favor es que la boleta única papel facilita la prestación de la oferta hacia el votante, el Estado se haría cargo de esas boletas y no los partidos políticos. Como segundo punto, está el ahorro de dinero que genera en el mediano y largo plazo, no así en el corto. Acá, la primera contra es la cantidad de dinero a invertir por el Estado en lo inmediato para capacitar a la ciudadanía”.
“La forma de votar está muy arraigada a la cultura cívica. Esto cambiaría la dinámica de hacer campaña, de hacer publicidad y la logística electoral porque ya no se elegirían boletas en el cuarto oscuro sino se marcarían con una cruz. El Estado debería explicar a la ciudadanía cómo es que ahora se representa esta opción y cuáles son las implicancias de cada una de las cruces que podemos marcar, lo que implica un esfuerzo de capacitación enorme en plata, recursos humanos y logísticos”, advirtió Sardou, enmarcándolo en el contexto de crisis económica que atraviesa el país.
A su vez, hizo hincapié en la necesidad de que los votantes estén informados para votar en cada categoría. “Esto podría resolver el arrastre de las listas sábanas horizontal. Pero también es muy difícil para el votante porque requiere muchísima información por atrás y hay que capacitarlo, darle los recursos; el ahorro de boletas lo tenemos que poner al servicio de la difusión de campañas e información y que el Estado lo garantice”.
Asimismo, resaltó: “En Argentina tenemos un sistema electoral muy robusto. En cuanto al fraude, la transparencia en el sistema es lo mismo con la boleta única o sin ella. Sólo la participación de la ciudadanía y los partidos políticos en el proceso de escrutinio puede aportar a un sistema transparente. En la medida en que la ciudadanía esté informada y participe del proceso, va a haber mayor transparencia, independientemente del elemento de sufragio que utilicemos”.
Frente a esto, declaró: “Si se quiere hacer fraude se va a hacer con el método que sea. El elemento de sufragio en sí mismo no resuelve una problema que pasa más por los mecanismos de control que tengamos sobre este instrumento y cuán transparente sea el proceso. La boleta única lo que mejora es el acceso a la oferta electoral y el costo a mediano o largo plazo”.