Redacción Canal Abierto | Organizaciones sociales y sindicales de todo el país se movilizaron para exigir un aumento de emergencia y un salario básico universal para establecer un piso de ingresos que permita hacer frente a la crisis socio económica en la que se encuentra Argentina.
Sumado a esto, el clima político intensifica divisiones que disparan mucho más la especulación financiera. A su vez, las medidas de la nueva ministra de Economía, lejos de llevar alivio, aceleraron el creciente proceso de empobrecimiento de las y los trabajadores asalariados y de la economía popular.
Lo cierto es que, para el director del IDEP Salud, Daniel Godoy, “cumplir con las metas fiscales termina siendo un aforismo sinónimo de escuelas sin estufas, hospitales sin medicamentos, jubilados que no llegan ni a mitad de mes, menos planes sociales para atenuar la falta de trabajo genuino, mas pibas y pibes pidiendo en la calle”.
En este sentido, Godoy señaló: “No es de nuestro asombro como trabajadores de la salud ver las esquirlas de este proceso de asimetría, en forma de un deterioro severo de las condiciones integrales de salud de nuestro pueblo. Aumento ostensible de las consultas y las situaciones vinculadas a enfermedades de la pobreza en nuestros hospitales y salas de atención, son atendidos por trabajadores también afectados en el rendimiento de sus salarios y condiciones de trabajo”.
A su vez, desde el IDEP Salud informaron que el precio “irracional” de los medicamentos aumenta más que la propia inflación. En un reciente relevamiento del Observatorio de Costos de la Salud, la Unión Argentina de Salud indicó que el aumento de precios se dio a partir del vencimiento del acuerdo de precios entre el Gobierno y los laboratorios.
Los medicamentos, artefactos y equipos sanitarios aumentaron 6,1% en mayo y quedaron un punto por encima de la inflación general de 5,1% medida por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), al tiempo que los remedios pasaron a representar el 30% del gasto de obras sociales y empresas de medicina prepaga.
“Esto está generando una preocupante tasa de abandono de tratamientos de enfermedades crónicas prevalentes como hipertensión arterial, problemas del corazón, hipotiroidismo, trastornos del colesterol y los lípidos, anticonceptivos, etc. En lugar de promover y potenciar la Red de Laboratorios de Producción Pública de Medicamentos, se pretende resolverlo con un ‘acuerdo’ con los formadores de precios, en versión similar al ensayado a fines del año pasado y que demostró que la industria nunca pierde”, resaltó Godoy.
Y retomando la importancia del salario básico universal, el director del IDEP Salud dijo: “Los que creemos en Carrillo sabemos que el pan y el trabajo curan más que los antibióticos. El clamor por un Salario Básico Universal ya no es un reclamo sectorial. Es una necesidad perentoria para poner comida saludable en las mesas, abrigo en las pibas y pibes, capacidad de subsistencia digna, y mejores niveles de salud para nuestro pueblo. El gobierno no tiene que seguir despilfarrando la esperanza del pueblo argentino y poner en riesgo la feliz clausura de los tiempos en que gobernaban los fanáticos del neoliberalismo acérrimo”.