Redacción Canal Abierto | El fin de semana se conocieron los videos de la brutal paliza que terminó con la vida de Tyre Nichols el pasado 7 de enero en la ciudad de Memphis, estado de Tennessee. Otra vez, un hombre negro detenido por una infracción menor de tránsito es reducido a punta de pistola y golpeado por varios agentes.
Las imágenes registradas por los propios oficiales -casi todos ellos también negros- son tan impactantes como el audio de la víctima pidiendo clemencia mientras patean su cabeza. Otro registro sin sonido, el de una cámara de seguridad, muestra cómo dos lo sostienen en pie e inmovilizado para que continúe la tortura hasta que cae inconsciente.
#EstadosUnidos Ayer se conoció otro asesinato de la policía estadounidense. En las imágenes que sucedieron el pasado 7 de enero se observa el arresto de Tyre Nichols, un joven afroamericano de 29 años que esta reducido por varios policías y que a pesar de ello es sometido a una pic.twitter.com/RyoaTBXbrf
— ANRed #25Años (@Red__Accion) January 28, 2023
El caso de Nichols recuerda el de George Floyd, de 46 años, muerto a manos del policía blanco Derek Chauvin, en mayo de 2020. Este crimen dio lugar a protestas en todos los a Estados Unidos, con marchas contra el racismo y la violencia policial bajo el lema Black Lives Matter (Las vidas negras importan).
La escena ya es casi un cliché en los Estados Unidos, así como también las expresiones de indignación y sorpresa en boca de las autoridades, que en la gran mayoría de los casos optan por condenar el acto y pasar a retiro al oficial involucrado. Como si se tratara de un hecho aislado a manos de una oveja descarriada, no un botón de muestra de la sistemática violación de los derechos humanos en el gigante del norte.
En su último informe, Human Rights Watch reclamó a Washington “iniciativas más audaces para desmantelar el racismo sistémico arraigado en muchas instituciones y estructuras estadounidenses”.
En lo que respecta al abuso policial, la organización aclara que menos de la mitad de los departamentos de policía estadounidenses proporcionaron datos sobre su uso de la fuerza. No obstante, la recopilación de información no gubernamental indica que la cantidad de personas negras asesinadas por la policía triplica a las blancas.
Otro rasgo alarmante del estudio es la expansión de redes extremistas de extrema derecha tras la violenta insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio: “Las comunidades marginadas temen por su seguridad en medio de un aumento continuado de los delitos de odio denunciados en el primer semestre de 2022, incluidos tiroteos motivados por la ideología de la supremacía blanca”.
Un capítulo aparte merece las continuas y arbitrarias expulsiones de miles de personas que cada año ingresan a los Estados Unidos por la frontera sur, sin respetar su derecho a solicitar asilo y en virtud de la abusiva “Título 42”. Desde que se introdujo la política en marzo de 2020, bajo el gobierno de Donald Trump y como supuesta herramienta para evitar la propagación de la pandemia, fueron deportados miles de niños (incluidos al menos 7.500 menores de 4 años).
Sin ir más lejos, estados conservadores como Texas, Arizona y Florida suelen transportar en autobús y avión a migrantes desde la frontera suroccidental a ciudades de estados lejanos sin tener en cuenta la probable ubicación de sus familiares o las vistas judiciales.
En materia social y sanitaria, Human Rights Watch también denuncia que “una escalada de los precios y la insuficiencia de los seguros sanitarios han creado una crisis de medicamentos inasequibles en EE.UU., lo que socava el derecho a la salud, sumerge a las personas en la angustia financiera y el endeudamiento y afecta de forma desproporcionada a las personas marginadas social y económicamente”.
On January 10, Tyre Nichols died from a brutal police beating in Memphis following a traffic stop.
Police in the US kill more than 1,000 people every year and people of African descent are killed at disproportionately higher rates than white people. pic.twitter.com/2aURw9CFen
— Human Rights Watch (@hrw) January 27, 2023
A principios de 2022, la concentración de riqueza en Estados Unidos estaba cerca de su nivel más alto en más de 40 años, ya que el 1 % de los hogares más ricos poseía aproximadamente un tercio de toda la riqueza privada.
En junio del año pasado, el Tribunal Supremo anuló una garantía constitucional que llevaba más de 50 años respecto del acceso al aborto. Más de la mitad de los estados norteamericanos están a punto de prohibir la interrupción del embarazo y 18 estados ya lo restringieron o penalizaron. “La falta de acceso al seguro médico y a la atención sanitaria contribuyó a que las tasas de mortalidad materna y por cáncer de cuello uterino fueran más elevadas que en los países comparables, y también a que las mujeres negras murieran en mayor proporción que las demás”, señala la organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos.
En lo que respecta a las garantías en materia de género, los legisladores de los estados estadounidenses presentaron más de 150 proyectos de ley dirigidos a las personas transgénero, en particular los niños y niñas transgénero, amenazando sus derechos y su salud. En 2022, 20 estados presentaron proyectos de ley “No digas gay o trans”, que restringen las discusiones sobre orientación sexual o identidad de género en las escuelas.
Si bien el presidente Biden dio su compromiso de cerrar la prisión militar de Guantánamo, al menos 36 extranjeros musulmanes siguen allí detenidos. La mayoría desde hace más de dos décadas, sin cargos ni juicio.
El estudio también apunta a la problemática del calentamiento global y el rol de los Estados Unidos, actualmente el segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero y el país que más ha contribuido a la crisis climática. Según Human Rights Watch, las olas de calor, los huracanes, los incendios forestales y otros fenómenos meteorológicos extremos relacionados afectaron de forma desproporcionada a las personas con bajos ingresos, así como a los negros, indígenas y otras personas de color, exacerbando las desigualdades estructurales existentes.
El extenso informe recorre además otras áreas en las que la potencia económica y militar de occidente hace agua en materia de derechos humanos, como son el sistema legal, su política anti drogas, derecho al voto, deficiencias en la accesibilidad para las personas con discapacidad y de la tercera edad y una de “doble vara” en política exterior.
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