Redacción Canal Abierto | La intromisión de un submarino norteamericano realizando ejercicios junto a fuerzas británicas en el área de las Islas Malvinas despertó la alarma e indignación en distintos sectores de nuestro país. Las acciones fueron realizadas en una zona establecida como de paz y cooperación por Naciones Unidas en el marco del reclamo por la soberanía sobre ese territorio.
Tanto desde la provincia de Tierra del Fuego como desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto se emitieron sendos comunicados denunciando, repudiando y pidiendo explicaciones acerca de este hecho.
«Hay un hecho que no termina de estar dimensionado en el resto del país, que es que somos una provincia que está invadida por una potencia. Muchas veces duele que de cierta manera se circunscribe a lo que fue el 82 y no se entiende que es un tema que sigue sucediendo hoy no solamente con la ocupación territorial sino con sus consecuencias que es el saqueo de recursos naturales, el proceso de militarización y las distintas situaciones que se llevan adelante», expresó a Canal Abierto Andrés Dachary, secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia de Tierra del Fuego.
La situación no fue descubierta merced a tareas sofisticadas de inteligencia, sino que se tomó conocimiento de ella a partir de publicaciones de los propios implicados. Es decir, esta acción a todas vistas ilegal fue publicitada a viva voz por los involucrados. Así, demostraron como desoyeron las resoluciones de las Naciones Unidas de las que forman parte.
«Dentro de las distintas cuentas que seguimos y monitoreamos se detecta esta del comandante de la flota de submarinos de los Estados Unidos para todo lo que es el Atlántico en la cual se hacía mención a la presencia de un submarino de esta flota, lo cual de por si ya es violatorio de la zona de paz y cooperación del Atlántico Sur», explicó el funcionario fueguino.
Y agregó que «como si no fuera suficiente, en el mismo comunicado hace mención a que este submarino contó con asistencia de aviones emplazados en Malvinas, aviones británicos, con lo cual se podría intuir que este ejercicio conjunto por lo menos se realizó en una latitud muy próxima a la de nuestro país».
La convidada de piedra
La falta de autoridad de Naciones Unidas sobre estas potencias no es nueva y sus capítulos más conspicuos se pudieron apreciar en distintas escaladas bélicas en Medio Oriente. Al respecto el Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA Autónoma, Adolfo Aguirre planteó también en diálogo con este medio que «Naciones Unidas llega siempre tarde. Esta dimensión arranca, se arma el problema y después Naciones Unidas aparece poniendo los paños de qué se puede hacer para salvar el multilateralismo».
Por su parte, el secretario de Derechos Humanos del Centro de Ex Combatientes de las Islas Malvinas (CECIM) La Plata, Ernesto Alonso subrayó que «son dos potencias militares que, por pertenecer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuando hay resoluciones que les convienen las acatan y cuando no, las pasan por alto. Este es un mecanismo que hay que revisar dentro de la comunidad internacional y hay que seguir trabajando en la cultura de la paz. Este es un valor que hay que poner sobre la mesa ante los pueblos de América Latina. El derecho a vivir en paz es un derecho humano fundamental, así que es necesario seguir construyendo los lazos de solidaridad y enfrentar cualquier mecanismo que intente tomar una posición mucho más firme como la de esta asociación de países del norte que pertenecen a la OTAN para trasladarla al Atlántico Sur».
Dachary recordó que «esta resolución de Naciones Unidas de la Asamblea General del 1986 crea un paréntesis imaginario en lo que serían las costas de Brasil Uruguay y Argentina y en el lado africano desde Senegal a Sudáfrica, circunscribiendo toda esta área geográfica para todo lo que son acciones de cooperación internacional y cooperación, prohibiendo acciones militares». En tal sentido, arriesgó que «no es un mensaje solamente para nuestro país, sino para la región. Así que entendemos que todos los países deberían expresarse: Uruguay, Brasil y los países africanos«.
Mucho más que un rincón en el Sur
Todos los consultados para este artículo coinciden en un punto: lo ocurrido no se circunscribe al conflicto que nuestro país mantiene con el Reino Unido desde la usurpación en 1833 por parte de esta última potencia de las islas y profundizada tras el conflicto bélico de 1982. El peso que nuevas potencias como China y Rusia comenzaron a tener en la región es también un punto que a nadie se le pasa por alto.
«Pasó lo del submarino y Bolsonaro, Benitez y Lacalle Pou salieron a plantear que hay que salirse del Mercosur y volver a instalar el esquema de libre comercio con Estados Unidos. ¿Cómo se lee eso? Como que los que estén jugando con China y con Rusia serán castigados y que ya tienen aliados para jugar contra China y contra Rusia. También podemos leerlo a través de la campaña que hubo contra la Sputnik o que Venezuela estando Chávez hizo acuerdos comerciales armamentísticos con Rusia, que fue la puerta de entrada para la diplomacia rusa en América Latina», planteó Aguirre.
El responsable del área internacional de la central obrera también se refirió al episodio como parte de una partida de TEG que se juega en otros lugares del tablero: «Lo que se percibe es que estamos ante la demostración de una preparación armamentística que va a estar disputando los avances y retrocesos que se están dando en los océanos. Es avance chino y ruso sobre los océanos o es retroceso. O es avance de esta alianza y retroceso de Estados Unidos e Inglaterra. Dicho en criollo, se estarían mostrando las potencialidades de lo que puede ser un choque bélico de quien manda en cada lugar», expresó.
Al respecto, Alonso sostuvo que «en este mundo globalizado, estos grandes imperios van quedando en rezago. Hay una disputa permanente por la presencia en la región de China y de Rusia. Creo que el cambio político que ha habido en los Estados Unidos con la salida de Trump no va a modificar en nada en relación a la región. Hay cuestiones que son inamovibles en defensa y en la planificación hacia América del Sur en cuanto a todas las políticas de diseño en los Estados Unidos».
Dachary advirtió que esa presencia constituye «un mensaje mucho más complejo que tiene que ver con el interés de las grandes potencias en Atlántico sur de lo que es la Antártida. Hay un tema que todavía no se discute mucho nacionalmente, que es que en el año 2048 existiría la posibilidad de revisión del protocolo adjunto del tratado de Madrid, que es el que hoy prohíbe la explotación de recursos naturales. Por lo que realmente es muy importante cómo cada país se prepara y acá uno toma real dimensión de que en una sola acción se envía un mensaje tanto en clave local nacional, como internacional».
Por último, Aguirre advirtió que «es muy importante que haya un nivel de coordinación no solamente entre gobiernos y por otro lado comprender que no hay que perder autonomía estratégica, que esos recursos son soberanamente de Argentina. No debemos entrar en esa pulseada Rusia-China y Estados Unidos, sino que debemos dar otra pulseada porque de esos recursos depende también una transición justa de desarrollo para la Argentina y para quienes poblamos este país. Si empezamos a pensar esto en términos de que sos hincha de China para no estar con Estados Unidos o viceversa, estamos jugando un papel muy endeble. Esta situación es una oportunidad para que Argentina sea contundente en su trabajo diplomático y para favorecer el interés de Argentina en materia económica, ambiental y de paz«.