Redacción Canal Abierto Radio | A 41 años de la guerra de Malvinas hay una herida que sigue abierta. Ernesto Alonso, del Centro de ex Combatientes de Islas Malvinas (CECIM) La Plata, dialogó al aire de Canal Abierto Radio sobre este nuevo 2 de Abril y el camino recorrido hasta aquí.
Partiendo de que en diciembre se cumplen 40 años de la recuperación de la democracia, Alonso aclaró: “Nosotros recorrimos esos cuarenta años desde que recuperamos la democracia, después de los últimos momentos de la dictadura militar tras la derrota bélica que ocurrió el 14 de junio de 1982. En ese recorrido tenemos altos y bajos porque como ex combatientes nos costó muchísimo integrarnos en la vida social, laboral, y casi los primeros diez años no tuvimos el acompañamiento que tendríamos que haber tenido por parte del Estado. Fuimos nosotros mismos los que tuvimos que salir a planificar y lograr políticas públicas que atendieran las acciones que había dejado en esos jóvenes la experiencia de la guerra”.
Sobre esa línea, añadió: “En términos de políticas de Estado, se fue construyendo también con sus altos y bajos y tuvimos momentos muy preocupantes, más que nada con los hitos neoliberales, con lo que fue el gobierno de Ménem y el último de Macri, donde siempre se alinearon más a defender los intereses foráneos que los de los 45 millones de argentinos”.
Ejemplo de estas medidas fue el famoso pacto Fodadori-Duncan, en el que se realizaba concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía notablemente en el justo reclamo por soberanía, además de autorizar conexiones aéreas entre las islas y tercero países.
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Afortunadamente, en marzo de este 2023, se puso fin a ese pacto. En este sentido, Alonso remarcó: “En los diez años entre Néstor y Cristina fue en el proceso en el que más se avanzó en cuanto a la recuperación de un camino que nos acerque a la recuperación definitiva de la democracia. Se empezó a denunciar la presencia militar en el Atlántico Sur, se dejaron de lado acuerdos en los cuales beneficiábamos a los británicos en ocupación, y además se logró una concientización a nivel latinoamericano como acompañamiento de la región muy importante y de otros países como China, la región asiática. Se dio dimensión y se consolidó una política de Estado que hoy es continuada en la gestión de Alberto Fernández”.
Al mismo tiempo, agregó: “Hay que avanzar en un cambio de paradigma profundo, empezarnos a pensar como un país bicontinental, un país marítimo donde Malvinas no es solamente parte de ese pasado que nos dejó la dictadura militar, sino que es parte fundamental de pensar un proyecto socioproductivo hacia el Atlántico Sur, como mecanismo para mejorar el presente y el futuro de los argentinos”.
Retomando la cuestión del las asignaturas pendientes, Alonso mencionó: “Alfonsín tuvo coraje para enfrentar a lo que era la estructura que había dejado condicionando la democracia. Por supuesto no fue suficiente, y por supuesto, eso que no se pudo hacer en el juicio a las juntas en 1985 que fue avanzar en las denuncias que habíamos presentado oportunamente cuando regresamos de Malvinas es una de las grandes asignaturas pendientes de la democracia. Saber qué pasó con sus soldados en Malvinas, y me refiero a la causa de torturas en la que somos querellantes, que lleva 16 años y sólo hubo cinco procesados. Estamos ahora discutiendo con esta Corte Suprema de Justicia porque hay compañeros a los que a 40 años esas torturas les siguen doliendo”.