Redacción Canal Abierto | “La coalición política pactada como mayoría ha terminado en el día de hoy”, anunció este martes el presidente colombiano Gustavo Petro en su cuenta de Twitter. Era la confirmación de un terremoto político que horas antes incluyó el pedido de renuncia a todo su gabinete.
En total, fueron siete los ministros desplazados, entre los que destacan Salud, Interior y Hacienda. En esta última cartera, el movimiento significó la salida de José Antonio Ocampo, uno de los hombres de confianza para los mercados, que será reemplazado por Ricardo Bonilla, quien acompañó a Petro como secretario de Hacienda cuando era alcalde de Bogotá.
De esta manera, el mandatario oficializó la ruptura de la amplia alianza parlamentaria alcanzada tras su asunción, el 7 de agosto de 2022, y que sólo excluía a la ultraderecha nucleada alrededor del Centro Democrático que encabeza el ex presidente Álvaro Uribe.
No son pocos los analistas que interpretan este distanciamiento respecto de las fuerzas de centro y conservadores como un corrimiento a la izquierda por parte del Ejecutivo. Otros caracterizan la vuelta a las bases petristas como un alejamiento de la estrategia pragmática del líder de la coalición Pacto Histórico, tan celebrada por reformistas y cuestionada por quienes propugnan cambios de fondo.
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La medida fue tomada luego de que tres de los partidos de gobierno en el Congreso –los tradicionales Partido Liberal, Conservador y Partido de la Unión por la Gente- no acompañaran la reforma a la salud propuesta por Petro. Y luego de que se filtraran críticas desde los mencionados espacios a otras iniciativas impulsadas por el oficialismo en materia laboral y del sistema de jubilaciones.
La crisis política se da a pocas semanas de que el Parlamento debata el Plan Nacional de Desarrollo, uno de los proyectos estrella del mandatario para crear una renta ciudadana y el establecimiento de un mecanismo no judicial de memoria histórica. Y a pocos meses de una elección regional que promete hacer las veces de referéndum para el oficialismo.
Por lo pronto, hay expectativa en el petrismo respecto de los quiebres que por estas horas se están dando al interior de los bloques que hasta el lunes eran aliados, un reordenamiento del mapa parlamentario del que depende para impulsar sus reformas. Mientras, el Presidente busca el apoyo popular, sobre todo campesino, que legitime una administración que ya se vio atravesada por varias crisis en sus nueve meses de gobierno.
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