Redacción Canal Abierto | Argentina le pagará al Fondo Monetario Internacional (FMI) los US$ 765 millones del vencimiento de deuda que caía este viernes con fondos provenientes de un préstamo realizado por Qatar de derechos especiales de giro (DEG), también conocida como “la moneda del FMI”.
Las claves del acuerdo se desprenden del decreto publicado esta mañana en el Boletín Oficial, el cual otorga la “facultad al Ministro de Economía de la República Argentina, o a la persona designada por él, para suscribir el Acuerdo de Facilidad en nombre y representación del país”.
Desde la cartera que conduce Sergio Massa dejaron trascender otros detalles, pero por sobre todas las cosas intentaron presentar la medida como una victoria del candidato presidencial por Unión por la Patria: “La Argentina paga sin usar reservas”.
“Lo negoció Massa directamente con el equipo económico de Qatar en el más absoluto hermetismo”, explicaron esta mañana voceros del Palacio de Hacienda a la agencia Telam. La misma fuente indicó que la tasa por la que se ajustaría la nueva deuda es la aplicable a los DEG, que al momento del desembolso estaba en el 4,033% nominal anual, sin sobretasa adicional ni comisión de ningún tipo para Qatar. Es decir, por debajo del interés que hoy le cabría a nuestro país en el mercado financiero internacional.
Deuda para pagar deuda y llegar a las PASO
Otro punto clave es que el préstamo deberá ser devuelto con el desembolso de US$ 7.500 por parte del FMI que se espera llegue a mediados de agosto, una vez que el Directorio Ejecutivo del organismo retorne de sus vacaciones y apruebe las revisiones quinta y sexta del acuerdo con la Argentina.
Lo que evitan mencionar en el Gobierno es que esta nueva toma de deuda de urgencia se da en un momento en el que las reservas del Banco Central se encuentran en cero –incluso hay quienes ya hablan de valores negativos- y en medio de una nueva corrida cambiaria que amenaza el futuro electoral del oficialismo.
De hecho, el pasado lunes el Gobierno pagó la suma más gruesa de dinero de esta serie de compromisos con el FMI al cancelar US$2.7000 millones que se cubrieron con un préstamo de US$1.000 millones del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y con ayuda del swap con China.